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Mundial 2022: el legado positivo y negativo que deja Qatar dentro y fuera de la cancha
La Copa del Mundo llegó a su fin y la Argentina se coronó campeona; fue el broche de oro de un evento que estuvo plagado de debates y polémicas
- 6 minutos de lectura'
BBC Mundo
Ya sonó el silbato final en el Mundial de Qatar 2022. Argentina se coronó campeona del Mundo en la que, según algunos expertos y analistas, fue “la mejor final en la historia de los mundiales”. Y fue el broche de oro de una Copa del Mundo que estuvo plagada de debates y polémicas más allá de las canchas.
Polémicas por el dudoso historial de respeto de derechos humanos del país anfitrión, Qatar. También por el calendario, al jugarse el torneo en diciembre, cuando las principales ligas y torneos de clubes del mundo están en marcha.
En términos futbolísticos, fue uno de los campeonatos más reñidos de las últimas décadas, reduciéndose la brecha entre las potencias históricas de este deporte y las selecciones consideradas con menos pedigrí.
¿Qué cosas positivas y negativas nos ha dejado Qatar 2022? En BBC Mundo hacemos un resumen de las que creemos que fueron las más importantes.
1. Un torneo muy reñido
Aunque todavía es temprano para encontrar las razones, lo cierto es que Qatar 2022 fue uno de los torneos más competidos de las últimas décadas, en el que la brecha entre grandes y pequeños se hizo más estrecha que nunca. El mejor ejemplo fue el prodigioso desempeño de Marruecos, el primer equipo africano en la historia en alcanzar una semifinal de un Mundial. Antes de comenzar el torneo, Marruecos estaba ubicado en el puesto 22 del ranking de la FIFA.
A esta hazaña se suman otras más pequeñas, pero no menos importantes: por ejemplo, Australia, que compartía grupo con Francia y Dinamarca, logró llegar a octavos de final por segunda vez en su historia. Otro gran desempeño fue el de Japón, que además de vencer a los otrora campeones del mundo, Alemania y España, se quedó con el liderazgo del grupo E.
Para la historia quedará también la victoria de Arabia Saudita ante Argentina, que puso en suspenso por unos días el sueño de la albiceleste de coronarse campeona del mundo.
Habrá que esperar a que el comité técnico de la FIFA analice lo que pasó en esta Copa del Mundo, pero ya muchos sugieren que el calendario, en el invierno boreal y en la mitad de las principales ligas del planeta, tiene mucho que ver.
2. El legado del mundo árabe
Más allá de controversias, Qatar 2022 deja un legado histórico para el mundo árabe. La mayoría de sus ciudadanos no deja de ser gente corriente que este mes mostró sus costumbres y valores a millones en todo el mundo.
“Al final, tenemos muchas más cosas que nos unen que las que nos dividen”, le dijo un qatarí a BBC Mundo durante la primera semana de Mundial.
La comunión entre locales y aficionados extranjeros fue total. A base de tolerancia por parte de unos y otros, se han forjado amistades y momentos que no se borrarán de la memoria de quienes estuvieron allí. Pero sobre todo, el Mundial deja una imagen de unidad entre los aficionados árabes, más allá de las disputas políticas que han enfrentado a sus respectivos países en las últimas décadas.
No importaron las banderas. Qataríes, egipcios, marroquíes y libaneses vibraron con la victoria de Arabia Saudita ante Argentina.
Luego todos fueron a una con la emocionante gesta de Marruecos hasta las semifinales. Para muchos árabes, esta fue una oportunidad de superar estereotipos. Ahora muchos de ellos esperan que este efecto perdure.
3. Un estadio reciclable
Una de las grandes críticas que recibió Qatar 2022 ha sido los altísimos costos en que incurrieron para crear la infraestructura necesaria para albergar un torneo de estas dimensiones.
Esta inversión dejó un legado imposible de ignorar: los estadios desmontables. En total, para Qatar 2022 se construyeron seis estadios desde cero y se renovaron dos que ya existían.
Entre ellos está el 974, con capacidad para 40.000 espectadores, que fue construido con contenedores usados y que comenzó a ser desmontado una vez terminado el partido de Brasil y Corea del Sur en los octavos de final. Y la idea es que las partes de este estadio sean enviadas a un país por definirse, para estimular el desarrollo del fútbol.
Esta es la primera vez que un estadio construido para un Mundial puede ser reutilizado en otra parte del mundo, lo que es una total innovación en materia de sostenibilidad.
4. El trato a los trabajadores migrantes
Antes de la Copa del Mundo hubo un intenso debate sobre el tema de los derechos humanos, sobre todo en lo concerniente a los trabajadores migrantes. El diario británico The Guardian y algunas organizaciones de derechos humanos señalaron que cerca de 6000 obreros migrantes habían muerto en la construcción de la infraestructura para albergar el Mundial.
La propia organización del torneo estableció la cifra en 500 obreros fallecidos en la construcción de los estadios. Y aunque el gobierno local se esforzó en mejorar las condiciones de los millones de trabajadores migrantes que residen en el país, lo cierto es que queda mucho por hacer.
Para José Carlos Cueto, enviado especial de BBC Mundo en Doha, la situación de estas personas sigue siendo precaria. “Por ejemplo, no pudieron disfrutar del Mundial como los miles de turistas que llegaron a Doha, porque no tenían permiso para hacerlo”, señala Cueto.
5. Las restricciones a la comunidad LGTBI+
Una de las mayores polémicas que se dieron tanto antes de que empezara el torneo como en los primeros días de las competencias fueron las restricciones de las expresiones de solidaridad con la comunidad LGTBI+.
A algunos espectadores no se les permitió vestir indumentaria con la bandera arcoíris o que lanzaran mensajes de solidaridad con esta comunidad. Además, algunas selecciones europeas como las de Alemania, Dinamarca e Inglaterra habían solicitado que sus capitanes llevaran un brazalete con la frase de One Love (Un solo amor) con los colores de la bandera arcoíris.
Sin embargo, la FIFA anunció que si algún jugador lucía el brazalete no sería sancionado con una multa, como estaba estipulado, sino con una sanción deportiva. Eso hizo que ningún jugador llevara el brazalete. La FIFA y la organización del evento señaló que la idea era no permitir expresiones políticas dentro del torneo.
“Sin embargo, ante las expresiones de apoyo a los Territorios Palestinos, ondeando la bandera palestina, no se tomaron medidas, a pesar de las connotaciones políticas que de ese apoyo”, señala nuestro enviado especial.
Por BBC Mundo
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