Con un golazo de Luka Romero, la selección argentina derrotó este viernes a Nueva Zelanda 5 a 0 en el encuentro correspondiente a la tercera fecha del grupo A del Mundial Sub 20 que se disputó en el estadio Bicentenario de San Juan y, ya clasificada a octavos de final, se quedó con con el primer puesto.
A los 34′, luego de las anotaciones de Ignacio Maestro Puch y Gino Infantino, el delantero de Lazio recibió la pelota atrás de la mitad de la cancha presionado por dos rivales, se los sacó de encima con una gran gambeta y encaró hacia el arco. El joven futbolista recorrió unos 25 metros con pelota dominada mientras la defensa retrocedía y cuando un oponente intentó salir a marcarlo, remató de zurda y la pelota se metió en el ángulo izquierdo del arco defendido por Kees Sims, que se estiró pero no pudo hacer nada.
Apenas iniciado del complemento Brian Aguirre cambió por gol un penal sancionado por el árbitro qatarí Salman Ahmad Falahi y sobre el final, a los 86′, Alejo Véliz, que había ingresado un rato antes por Maestro Puch, estableció el resultado definitivo con un cabezazo y consiguió su tercera conquista en el torneo. El atacante de Rosario Central es uno de los máximos artilleros de la cita ecuménica junto a Justin Cuero de Ecuador y Leonardo de Brasil
Romero, que fue reemplazado a los 68′ por Máximo Perrone, anotó su segundo tanto en la Copa del Mundo, donde es uno de los jugadores más destacados de la albiceleste. En los primeros encuentros fue suplente y en la victoria ante Guatemala, tras ser aplaudido cuando ingresó a la cancha del estadio Madre de Ciudades por Matías Soulé, marcó también con un remate de zurda desde afuera del área.
Quién es Luka Romero
Luka Romero es uno de los tantos futbolistas a los que en los últimos años catalogaron como “el nuevo Messi”. En su caso, más precisamente como “el Messi mexicano” porque nació en ese país, en Victoria de Durango.
Quienes lo conocen con profundidad entienden que nunca estuvo en debate su identificación con la Argentina. Específicamente, con Quilmes. Su familia está intrínsecamente ligada al Cervecero: su padre Diego dio los primeros pasos de su carrera futbolística allí como compañero de Rodrigo “Chapu” Braña, en una carrera que luego lo llevó por el ascenso de México y España. Fue mientras militaba en Alacranes de Durango que nacieron Luka y su hermano mellizo, Tobías. Su abuelo paterno, José, es una figura trascendental del fútbol juvenil en Quilmes, al que se unió en 1984. Durante 22 años fue representante de las inferiores del equipo ante la AFA y pasó 26 también a cargo del fútbol amateur. Pero incluso la familia de su madre tiene vínculos: tanto su abuelo Alfredo Mezzana como sus tíos Flavio y Alfredo llegaron a la reserva, aunque no consiguieron debutar profesionalmente.
El amor por el Cervecero fue fácilmente transmitido al delantero a pesar de la distancia, algo que dejó claro en agosto de 2020: “Soy de Quilmes, porque ahí jugó mi papá. Cuando fui allá lo que más me gustó fue la pasión, cómo se viven los partidos. Fui a ver Quilmes-Racing, también a la Bombonera y a la cancha de River para ver a Quilmes”, contó en una entrevista. El amor fue rápidamente retribuido por el club, que lo nombró socio honorario y embajador internacional de la juventud ese mismo año. Pero su carrera futbolística se desarrolló muy lejos de donde lo hicieron sus antepasados.
A medida que su padre fue desarrollando los últimos años de su carrera en el ascenso español, Luka se inició como futbolista. Su primer acercamiento llegó con apenas siete años, cuando se probó en las categorías infantiles de Barcelona. El impacto que dejó fue muy positivo, pero el club no lo pudo contratar al ser demasiado joven para mudarse por su cuenta a la pensión y tampoco poder trasladar a su familia a Cataluña. Aun así, aquel rechazo no impidió que Dani Alves quedara impresionado con él cuando lo encontró, poco tiempo después, jugando en las playas de Formentera. Cuando se sumó a jugar con él, los paparazzi se acercaron a fotografiarlo, a lo que el brasileño señaló: “Sáquenle las fotos a él, es Leo Messi”.
Luka pasó los siguientes años jugando más cerca de su hogar, en la Peña Deportiva Sant Jordi, de Ibiza. Allí despertó el interés de varios clubes de renombre en el fútbol español como Sevilla, Villarreal y nada menos que Real Madrid, pero por motivos logísticos y de desarrollo eligió seguir su carrera en Mallorca, club que le ofreció un contrato juvenil en 2015, con apenas 10 años. Un año más tarde se le sumaría Nicolás Barattucci, también hijo de argentinos y más tarde jugador de la selección Sub 17, con quien comparte una gran amistad.
El crecimiento que tuvo Romero en aquellos primeros años fue meteórico y pronto llegó la primera chance de elegir el país que representaría internacionalmente. Mientras que su hermano Tobías, que milita en el ascenso español, eligió a México, Luka nunca tuvo dudas de jugar para la Argentina, y su primera chance llegó en el Sudamericano Sub 15. Con Valentín Barco, Agustín Giay y Federico Gomes Gerth como compañeros, todos integrantes del plantel mundialista en el Sub 20, el delantero fue uno de los jugadores destacados del equipo: convirtió dos goles en la campaña que llevó a la selección a la final, instancia en la que cayó por penales ante Brasil, en 2019.
No pasó demasiado tiempo hasta que llegaría nada menos que su debut profesional, y aquello se convertiría en una ocasión histórica. Para mediados de 2020, su rendimiento en el equipo B de Mallorca fue tan descomunal que el entrenador Vicente Moreno comenzó a incluirlo en los entrenamientos del plantel superior, al punto en que pidió un permiso especial a la Liga española para que pudiera hacer su presentación con menos de 16 años. Y aquel 16 de junio llegó el día, cuando entró en el minuto 37 del segundo tiempo nada menos que contra Real Madrid. Tenía apenas 15 años y 219 días, y se convirtió en el futbolista más joven de la historia del fútbol europeo, superando la marca que había establecido el francés Kalman Gerencseri en 1960.
A pesar de aquel hito, el camino de Romero se volvería más rocoso desde entonces. Mallorca descendió a la segunda categoría al final de la temporada 2019/20, y el delantero se perfilaba para tener un papel importante en la lucha para regresar a la élite, pero una disputa contractual hizo que su participación se limitara a tan solo seis partidos más para el primer equipo; pasó el resto de su último año en la Palma de nuevo en el equipo B. Eso no frenó a varios grandes equipos europeos en mostrar interés por él, y su nuevo destino fue Lazio, donde rápidamente se convirtió también en el futbolista más joven de la historia del club. Las exigencias en la capital italiana, asociadas a su corta edad, limitaron su participación a un total de 21 partidos hasta hoy, pero sí tuvo rodaje en las competencias europeas en la presente campaña, e incluso sumó su primer gol en Serie A.
En paralelo, sus lazos con la selección argentina se fueron haciendo cada vez más firmes. No llegó a representar al Sub 17 por el impacto del Covid-19, pero fue parte de aquella sorprendente convocatoria de Lionel Scaloni para la mayor en marzo de 2022, cuando se sumó a otros jugadores desarrollados en Europa como Alejandro Garnacho, Nicolás Paz y los hermanos Carboni, entre otros. Lazio no le permitió jugar el Sudamericano Sub 20 que culminó en eliminación, pero cuando se supo de la baja de Garnacho para el Mundial, fue el elegido por Javier Mascherano para entrar en su lugar.