La Argentina goleó a Honduras por 3-0 frente a 65.000 personas en el estadio Hard Rock de Miami, en Estados Unidos, donde realiza la última gira antes del Mundial Qatar 2022. Lautaro Martínez y Lionel Messi en dos ocasiones, primero de penal y después de emboquillada sobre el arquero, convirtieron los goles del equipo argentino.
El combinado dirigido por Lionel Scaloni extendió así su racha invicta a 34 partidos, la más importante en toda la historia de la Argentina. La última derrota se remonta al 2 de julio de 2019 ante Brasil, por 2-0, en Belo Horizonte, por las semifinales de la Copa América. La gira preparatoria para la Copa del Mundo culminará el martes próximo con otro amistoso ante Jamaica en el Red Bull Arena de Nueva Jersey.
En un ambiente bien argentino, con miles de fanáticos vestidos de albiceleste, el vigente campeón de América venció a un rival notoriamente inferior, dedicado a defender desde el primer minuto de juego. El DT argentino del conjunto centroamericano, Diego Vázquez, dispuso un intenso y constante seguimiento a Messi por parte del mediocampista Héctor Castellanos. La persecución, al estilo de aquella que el peruano Luis Reyna ejerció sobre Diego Maradona en 1985, no alcanzó para neutralizar la influencia de Messi, el astro de París Saint-Germain (PSG), quien se generó espacios a puro amague.
Después de algunos avisos con remates de Alejandro ‘Papu’ Gómez y Rodrigo De Paul, la Argentina llegó al gol a los 15 minutos del primer tiempo con una jugada pacientemente elaborada con una cadena de pases. Messi retrocedió unos metros para liberarse de su custodio, buscó a ‘Papu’ Gómez con un increíble pase por encima de la defensa y Lautaro apareció en posición de 9 para definir de primera a metros del arco. El desarrollo del partido se mantuvo en los parámetros esperables, con un neto dominio argentino en los últimos 35 metros de la cancha. Casi al término de los primeros 45′, el árbitro estadounidense Rubiel Vázquez sancionó penal tras un agarrón a Lo Celso en el área. Messi, con la naturalidad emanada de su zurda, dirigió la pelota en sentido contrario al arquero y estableció el 2-0 que presagiaba la goleada.
Con la considerable ventaja, el segundo tiempo se transformó en un banco de pruebas para Scaloni, que decidió darle minutos a tres debutantes (Thiago Almada, Enzo Fernández y Nehuén Pérez) y también a Julián Álvarez, Alexis Mac Allister y Ángel Correa. Aún con la intensa rotación de jugadores, el equipo argentino no perdió calidad en la construcción de juego ni ambición en la búsqueda del tercer gol, que llegó con una genialidad del capitán. Enzo Fernández recuperó una pelota con presión alta y Messi, perfilado y decidido antes de recibir la pelota, definió por encima del arquero para el estallido de todo el estadio y la sentencia del resultado.
Télam y canchallena.com