Garra. Corazón. Pasión. Entrega. “Cuando el corazón empuja, es más que cualquier preparación física”, aseguró Paulina Gramaglia, la sorpresa en el once titular albiceleste de este jueves por la noche, en el marco de la segunda fecha del Mundial Australia-Nueva Zelanda 2023, en diálogo con la prensa y al término del heroico empate 2 a 2 ante Sudáfrica. La Argentina sufrió mucho, principalmente en el primer tiempo. Le costó contrarrestar el poderío físico y la velocidad sudafricana, las dos mejores armas de un combinado que también buscaba su primer triunfo en la historia de una Copa del Mundo, aunque finalmente no lo pudo conseguir a pesar de alcanzar una ventaja parcial de dos goles a falta de media hora para que finalice el encuentro.
El partido tuvo dos tiempos completamente diferentes. El primero fue todo de Sudáfrica. No tanto en cuanto a la posesión de la pelota, sino principalmente con respecto a la efectividad. El planteo inicial le rindió mucho más a Desiree Ellis, DT sudafricana, que a Germán Portanova, entrenador argentino. Del lado albiceleste, la pelota prácticamente no le llegó a Mariana Larroquette, la única delantera del plantel. Además, Estefanía Banini, la principal estrella del equipo y figura en el debut ante Italia, participó muy poco del juego. Incluso, en un momento determinado, se movió del sector izquierdo al derecho porque no le llegaba la pelota. Aunque cuando recibía con espacios tampoco lograba gravitar.
En contrapartida, Sudáfrica aprovechó sus chances con creces. A su juego y, a su idea, la llamaron. Presión asfixiante que obligó al error y velocidad para superar una defensa lenta a la hora de tomar decisiones. Miriam Mayorga, la primera central del equipo, estuvo errática en los pases, floja en las intercepciones y, además de recibir una amonestación (la única de la Argentina en todo el partido), sufrió en demasía las arremetidas de Linda Motlhalo, Jermaine Seoposenwe y Thembi Kgatlana, que entendieron que tenían que apurar a la defensora de Boca Juniors para forzar el error.
Los goles los convirtieron Motlhalo y Kgatlana. El primero llegó a los 30 y fue justamente por una demora de Mayorga en el intento de adelantar líneas y dejar en offside a las delanteras rivales. Kgatlana recibió un gran pase largo que dejó a toda la defensa argentina estática creyendo que había posición adelantada. La atacante trotó con la pelota en los pies y esperó por la llegada de Motlhalo al punto penal, quien recibió la pelota libre de marca y definió con tranquilidad ante la salida de Vanina Correa. El gol fue anulado de inmediato pero, VAR mediante, finalmente se convalidó.
Cuando faltaban pocos segundos para que culmine la primera mitad, la misma combinación sudafricana, aunque con diferentes roles en la jugada (asistencia de Motlhalo y anotación de Kgatlana), puso el 2 a 0 parcial de manera casi idéntica al primer tanto aunque, en esta oportunidad, el gol fue anulado correctamente por posición adelantada. La resolución arbitral le permitió a la selección nacional irse al descanso con la esperanza intacta de remontar el partido.
El complemento comenzó con un ida y vuelta constante. Se rompió el partido y la mitad de la cancha de ambos seleccionados casi que desapareció. Palo por palo. Golpe por golpe. Y Sudáfrica finalmente aumentó la ventaja en el marcador a los 66′ por intermedio de Kgatlana. Seoposenwe presionó a Aldana Cometti en la salida, recuperó la pelota sin falta y, nuevamente, dio un pase al medio para que la N° 11 defina en el área chica para poner el 2 a 0 parcial.
A partir de ese momento, el trámite del cotejo cambió por completo. Con modificaciones efectivas por parte de Portanova, el combinado nacional reaccionó y comenzó a dominar todos los aspectos del juego ante el notable cansancio africano. Los ingresos de Yamila Rodríguez y Romina Núñez, el cambio de posición de Sophia Braun (pasó de jugar de 4 a actuar como doble 5) y la entrega constante de Florencia Bonsegundo, le permitieron al equipo recuperarse al igual que aquel 19 de junio de 2019 ante Escocia en el Mundial de Francia para lograr otro empate histórico.
Braun anotó un golazo de antología a los 74′ para el descuento. Tras un despeje de la defensa rival luego de una arremetida de Bonsegundo, la nacida en Oregon, Estados Unidos, el 26 de enero del 2000, controló la pelota con el muslo izquierdo, la dejó picar dos veces y se sacó de la galera una volea que se metió en el ángulo izquierdo del arco defendido por Kaylin Swart.
El 2 a 2 definitivo llegó con todo el equipo volcado al ataque en busca de la igualdad. Yamila Rodríguez envió un centro quirúrgico desde la derecha hacia el punto de penal y Núñez, que mide apenas 1,58 metros, conectó la pelota de cabeza para desviar la trayectoria e imposibilitar la respuesta de Swart. Festejo. Algarabía. Emoción. En su partido número 30 con la camiseta de la selección argentina, la mediocampista de UAI Urquiza, quien se erigió como la máxima goleadora del último Campeonato de Primera División del Fútbol Argentino que coronó a Boca Juniors, con 17 tantos, revivió la ilusión albiceleste y sentenció el empate para seguir soñando. La clasificación, aunque parece difícil, aún es posible.