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Narváez y Cuellar, en un sábado especial y que puede ser histórico
Cada capítulo trascendental del boxeo moderno requiere de un paralelo comparativo con los momentos sublimes de su historia para elevarlo a lo máximo. A veces resulta cargoso y en otros casos, como éste, se transforma en atractivo.
Dos pugilistas argentinos, el chubutense Omar Narváez y el bonaerense Jesús Cuellar, buscarán este sábado sumar coronas mundiales en distintos continentes, Europa y América, con muy pocas horas de diferencia. ¿Podrá convertirse, si ambos resultan vencedores, en el día más glorioso de este deporte, en cualquier época? Quizá, pero siempre que se proyecte una chance a dos victorias, conjuntas y rutilantes, habrá que lidiar con aquel inolvidable 11 de agosto de 1928, cuando el puntano Arturo Rodríguez Jurado y el porteño Víctor Avendaño ganaban, en la misma jornada, las primeras medallas olímpicas doradas en los Juegos de Amsterdam.
Se considera a este célebre episodio como incomparable en el calendario ilustre del pugilismo nacional. Y por eso nos preguntamos si podrán superarlo Narváez y Cuellar en caso de ganar. Ninguno es favorito y ello redobla la apuesta para convertir lo posible en épico.
Narváez, a los 42 años, intentará convertirse en tricampeón mundial –logro inalcanzado por otro pugilista argentino– desafiando al sudafricano Zolani Tete, por su corona de los gallos de la OMB, en un combate de 12 rounds en Belfast, Irlanda del Norte, a partir de las 18 (televisa TyC Sports).
El patagónico, que efectuó 31 combates mundialistas, con un récord de 48 victorias (25 KO), 2 derrotas y 2 empates, deberá sobrellevar un sinfín de adversidades. Su condición de visitante, su desventaja de 17 centímetros de alcance y 12 años mayor que el rival. Es un conjunto de contratiempos que pondrán a prueba las cualidades de sus reflejos. Teté, de 30 años, dio un giro rotundo a su vida al radicarse en Gran Bretaña. Modificó el físico y su modo de pelear. Ganó dos cetros mundiales y en la última defensa noqueó en solo 11 segundos a su compatriota Sibonisio Gonya.
La pelea anticipa un buen nivel técnico, donde la envergadura del africano será decisiva a la hora de marcar los tiempos y las distancias ideales. Ello lo hace favorito.
En tanto, en Brooklyn, Nueva York, el invicto norteamericano Georvanta Davis, díscolo ahijado de Floyd Mayweather, será el foco de prueba de Jesús Cuellar, quien intentará ganar su segundo título: el supercampeonato liviano junior de la AMB. El combate de 12 rounds comenzará a medianoche y será televisado por la señal Premium Fox Action.
Cuellar, de 31 años y 28 triunfos (21 KO) y 2 reveses, retorna al ring, tras su frustrante derrota hace 16 meses ante el mexicano Abner Mares. Si bien combatió con excampeones valiosos como Juan M. López y Vic Darchinyan, en 2014 y 2015, tendrá ahora ante sí a uno de los boxeadores más veloces del planeta como Davis, tan talentoso como indisciplinado, tan espectacular como irresponsable. Davis perdió esta corona por excederse del límite en su última pelea. Ganó 19 combates, con 18 KO. Por presente y proyección, se adueña de las mejores predicciones.
Mayweather y el santafecino Marcos Chino Maidana –su hermano Fabián peleará allí con el colombiano Hevinson Herrera– estarán presentes en el estadio. Aún idolatrados, intercalarán afectos y recuerdos. Un agregado más, para esta jornada peculiar. ¿Será la más productiva de la historia?
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