Maravilla Martínez: "Hay muchas chances de que me retire si le gano a Cotto"

El tipo vive la etapa de las sonrisas. El arrebato de sus mejillas hace más profunda la claridad de sus ojos. Y cuando ríe, el rostro se envuelve en una aureola de eterna juventud. Sergio Maravilla Martínez desgrana las últimas horas en la Argentina con serenidad. Cómodamente sentado en un sofá del hall de un hotel porteño y elegantemente vestido con un saco azul de fino corte, camisa oscura y zapatos al tono, intenta cumplir con los compromisos periodísticos que puede para ser justo con todos y, mientras, reflexiona. Habla pausado y barniza con minuciosidad sus heridas de guerra. Las que lo mantuvieron meses alejado del gimnasio y las que hoy le permiten observar el panorama con otra perspectiva con miras al trascendental combate del próximo 7 de junio, en el legendario Madison Square Garden, ante el puertoriqueño Miguel Cotto. Por allí arranca el ida y vuelta con LA NACION.

—¿Por qué tanto vedettismo para poder concretar el combate con Miguel Cotto?

—Nos costó mucho armar el combate. Cotto puso muchas condiciones porque se piensa que es un boxeador clase "A", que está a la altura de pelear con Floyd Mayweather. Por suerte yo quiero gastar mis últimos rounds con peleas importantes y le dije que sí a todo lo pidió…

—¿Por qué pactaron pelear en 159 libras y no en 160 (límite de la categoría mediano)?

—Porque es el peso que mejor nos queda a los dos. En todas las peleas que hice en mediano siempre pesé una libra abajo. No molestó concederle ese pedido.

—¿Cómo estás realmente de tus lesiones?

—Estoy 10 puntos. Los médicos hicieron un trabajo excepcional y yo de a poco me voy sacando el miedo a realizar algunos movimientos. La evolución viene bárbara y espero llegar cien por ciento recuperado. La verdad es que pensé que no iba a volver a caminar como una persona normal.

—¿Cuánto te cambió la cabeza saber que la recuperación de la lesión va dentro de los carriles normales?

—El cambio es brutal. Ahora sé que puedo prepararme y realizar movimientos con las dos piernas, puedo moverme sin condicionamientos. Me siento libre y motivado.

—Sin poner en duda tu palabra, contra Murray dijiste lo mismo y no fue una buena actuación…

—Antes de enfrentar a Murray en Vélez estaba muy bien físicamente, pero cuatro días antes me resentí de la lesión y creí conveniente pelear igual por respeto a la gente. Era imposible suspender esa pelea, me iban a matar… Hoy les estoy siendo sincero y mi recuperación será plena el día que enfrente a Cotto.

—¿Por qué tu preparación esta vez será en Miami y no en Oxnard?

—Elegimos Miami por una cuestión de comodidad para los desplazamientos míos y de mi doctora Raquel Bordón, que me asistirá algunos días de la semana en Estados Unidos y tendrá que viajar a Madrid muy seguido. Y el otro motivo fundamental es la igualdad horaria con Nueva York. Con Gabriel Sarmiento vamos a trabajar en Madrid hasta el 26 de abril, después vamos a completar cuatro semanas de sparring y afinamiento con Pablo Sarmiento.

—¿Por qué decidiste volver a trabajar con Gabriel Sarmiento?

—Con Gabriel en mi rincón hemos logrado cosas muy importantes y creemos que es el momento de trabajar juntos para retirarme a lo grande. Como personas sensatas y coherentes que somos, encontramos muchos puntos en común, eliminamos nuestras diferencias y decidimos darle para adelante juntos.

—¿Cómo fue ese primer entrenamiento con Gabriel?

—Se olvidó de todos los meses que estuvimos distanciados y empezó a darme órdenes y exigirme como el primer día que lo conocí, en 2002. Necesito tranquilidad para trabajar y gente de confianza a mí alrededor.

¿Cuánto vale una derrota? ¿Cuál es el precio que se puede pagar por una victoria? Quizá detrás de cada respuesta haya una verdad. Pero seguramente ellas estén condicionadas a lo que el individuo lleve adentro cuando llega la hora de valorar la importancia de una derrota o la significación de una victoria. Y siempre, indefectiblemente siempre, en el boxeo especialmente, será el hombre antes que el boxeador quien imponga límites, el precio por pagar por cada una de las alternativas.

Sergio Martínez, a los 39 años, sabe muy bien lo que hay detrás de una victoria y detrás de una derrota ante Miguel Cotto. Se juega una carta brava y por una bolsa millonaria de dólares. En el reparto del juego lleva las de perder: irá al Madison Square Garden y se sentará a la mesa de quien quiere ser su verdugo. Pero, consciente de sus condiciones y del tiempo que le queda, se embarcó en el desafío por algo más valioso que la plata: la gloria deportiva. Si gana, pasará a la historia; si pierde, seguirá perteneciendo al selecto grupo de campeones mundiales que dio la Argentina. "Yo llevo 12 años peleando de visitante, sé lo que tengo que hacer para ganarle a Cotto. Me gusta ser torero y torazo en rodeo ajeno. Estoy seguro de mi victoria", lanza Martínez.

—¿Cómo te imaginás la pelea?

—Va a ser una carnicería. Los dos vamos a dar todo arriba del ring, pero yo le voy a ganar por nocaut. Antes del noveno round lo tiro a la cuarta fila. Existe un respeto profesional que el día que subamos al ring no lo vamos a tener. Si no es por el hígado, seguro que será por el vaso sanguíneo. Por algún lado le voy a entrar. Ahí está el punto clave para lograr la victoria…

—¿Qué temés de Miguel Cotto?

—De lo único que me tengo que cuidar es del efectivo gancho al hígado, lo implementa muy bien. Después tengo mucho a favor. Cotto es un boxeador de estilo monocorde y lento. Su boxeo me favorece mucho para que pueda elegir la maniobra justa para lograr un nocaut.

—¿Quién tiene más para ganar y perder en esta pelea?

—Creo que los dos tenemos mucho por ganar y mucho por perder. Tanto Cotto como yo no estamos en el pico máximo de nuestras carreras, pero tampoco estamos yendo para abajo. Ambos tenemos una edad para ratificar lo bueno que hicimos en nuestra carrera…

—Más allá de que ganes o pierdas con Cotto, ¿el retiro es un hecho?

—La respuesta es muy complicada, pero mi madre no quiere que boxee más y su decisión va a pesar mucho. Por ahora estoy pensando en Miguel Cotto. Después se verá…

—¿Qué tenés pensado hacer cuando te retires del boxeo?

—Tengo pensado incursionar en la música y preparar un unipersonal para el teatro. Obviamente, voy a seguir ligado al boxeo con mi promotora Maravilla Box.

—¿Qué cosas te quedaron por cumplir en tu carrera?

—Tal vez una pelea con Mayweather. Pero no puedo reprocharle nada al boxeo, me lo dio todo. Estoy confiado y seguro de que mi retiro será a lo grande. Quiero irme bien.

—Si le ganás a Cotto, ¿te retirás?

—Hay muchas chances...

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.

Ir a Canchallena

Conforme a los criterios de

Conocé más

Dónde verlas. Teatro y boxeo: del homenaje a Leonardo Favio al Rocky de Nico Vázquez, seis obras que se calzan los guantes

"Inútiles". La fuerte opinión de Maravilla Martínez tras la polémica victoria de Khelif en el boxeo olímpico

Aclamados en el mundo. Un empujón glorioso y nostálgico: tres emblemas del boxeo argentino que siguen siendo distinguidos