El desquite Wilder-Fury, Dubois y "los mastodontes": el brillo de la nueva era de los peso pesados

La oficialización del combate de desquite entre el estadounidense Deontay Wilder, campeón mundial pesado del CMB, y el retador inglés Tyson Fury, previsto para el 22 de febrero próximo en el MGM Grand de Las Vegas, se convierte en el mejor estímulo para la apertura de la temporada 2020 y en un gran suceso para los seguidores de la máxima división, potenciada por la aparición de un cuarteto de esperanzas británicas que irrumpieron en modo meteórico y espectacular sumándole al "peso de los mastodontes" un ranking creíble y esperanzador. Por supuesto, ajeno a aquellos escalafones recitados de memoria en los años sesentas y setentas, liderados por Muhammad Ali.

Esta vez los empresarios Al Haymon y Bob Arum no perdieron tiempo. No repitieron el error cometido en la tardía organización de aquel decepcionante choque entre Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, pasados de época y cansados de esperar. Ahora, frescos y plenos, los gigantes del momento sostendrán la revancha de aquel empate dramático de 2018. Wilder, de 34 años y 2,01 metros, con un registro de 42 éxitos (41 KO) y un empate, se enfrentará con Fury, de 31 años, 2,06 metros e invicto, con 29 triunfos (20 KO) y una igualdad.

Este anuncio respalda los ecos, aún calientes, de la reconquista de los cetros AMB, FIB y OMB por parte del británico Anthony Joshua, que anticipó que efectuará 15 defensas más del cinturón. Más allá de todo esto, cabe destacar las aptitudes de los pesados emergentes, favorecidos por la difusión masiva de sus KO por medio de las redes sociales.

Daniel Dubois es uno de los tantos jóvenes de color que elevan la bandera británica del peso completo. Apareció del día a la noche, seduciendo con un KO al campeón japonés Kyotaro Fujimoto y afirmando un invicto de 14 combates con 13 KO. De corte ofensivo y audaz, 1,95 metros y 104 kilos, pero aún sin obra como para juzgar su verdadera valía. Su padre lo probó en distintos deportes: gimnasia, natación y jabalina. Pero a los 8 años Daniel se calzó los guantes por primera vez y jamás se los sacó.

Está inmerso en un litigio político y reglamentario por el que pujan las federaciones británicas de boxeo amateur y profesional: protagonizar o desechar los Juegos Olímpicos Tokio 2020, que admitirán todo tipo de peleadores. En principio, los países desarrollados enviarán sus selecciones amateurs, pero nadie sabe lo que sucederá finalmente. Si los ingleses cambian de opinión, Dubois será el elegido para viajar a Japón.

Uno con pasado olímpico y partícipe en Río de Janeiro 2016 es Joe Joyce, un mulato de 34 años nacido en Londres, poseedor de 24 victorias (16 KO) y 2 reveses, que con una seguidilla de KO emocionó en 2019.

El Consejo Mundial de Boxeo respaldó al enigmático Dillian Whyte con el campeonato mundial interino pese a un sistema de doping que primero lo condenó y luego lo habilitó. ¡En fin! De boxeo elegante, buen porte (1,98 metros), natural de Jamaica y con base en Londres, a los 31 años es una buena opción para cualquier reto y permite pensar en un buen resultado. Está preparado para ello, con una marca de 27 ganadas (18 por KO) y un traspié.

Fuera del argumento de esta nota se encuentra el ucraniano Oleksandr Usyk, imbatido en 23 cotejos, con 15 KO, e invasor prematuro de este peso tras un impactante dominio mundial en crucero, con un título que dejó vacante. Es el enemigo por batir.

No es aquel ranking de Alí, Frazier, Bonavena, Patterson, Ellis, Quarry, Cooper y Folley. Es, simplemente, un despliegue de apellidos que atraen y alimentan un futuro tentador.

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