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Beauden Barrett: el apertura que sigue los pasos de Carter
Por juventud, talento y presente, es considerado el mejor en su puesto en Nueva Zelanda y el sucesor del astro de los All Blacks; fue una pesadilla para los Pumas en Hamilton
PARA LA NACIONAgustín Monguillot
La obsesión de los Pumas de alcanzar el primer triunfo de la historia ante losAll Blacks no sólo chocará contra el poderío del mejor seleccionado del mundo, sino contra el jugador sensación: Beauden Barrett. Por juventud, talento y presente, el apertura es considerado el mejor de la actualidad en su país y lo señalan como el sucesor de Dan Carter, el dueño de la camiseta 10 de los hombres de negro en la última década.
A los 25 años, Barrett goza de un presente inmejorable tanto a nivel club como seleccionado. Fue campeón con Hurricanes en el Super Rugby y el MVP de la temporada. Su CV llena todos los casilleros: a la capacidad de conducción, lectura del juego y buena patada, condiciones sine qua non de todo apertura de elite, Barrett destaca por tener la velocidad de un wing, característica que lo llevó a jugar el Circuito Mundial de Seven. A tono con sus compañeros de seleccionado, también maneja el off load con maestría.
La carrera de Barrett como All Black es intachable en los números. Desde su debut en 2012 suma 43 caps y 236 puntos, con un récord de 40 victorias, dos derrotas y un empate. Ganó el 93% de los partidos, un porcentaje que da la pauta de la supremacía abrumadora de Nueva Zelanda en este deporte. “Tenemos estándares altos y los implementamos cada día. Respetamos nuestra camiseta y tratamos de empujarnos a ser cada vez mejores”, responde a LA NACION.
La temporada de ensueño de Barrett es una invitación a compararlo con Dan Carter, uno de los mejores jugadores de la historia que disputó 112 caps con la camiseta de los All Blacks y anotó 1598 puntos. Ambos fueron campeones en el Mundial de Inglaterra en 2015, con Carter liderando al equipo y Barrett aportando desde el banco; ahí se dio el gusto de apoyar un try en la final ante Australia, el que aseguró la tercera RWC. Cuando parecía que Aaron Cruden era el heredero natural de la 10, Barrett ganó la pulseada y se quedó con la titularidad en los últimos cuatro partidos.
Si bien tienen estilos diferentes, la mayor diferencia en favor de Carter reside en la patada a los palos; en ese rubro Barrett acertó solamente el 60% de los envíos a los palos, una efectividad bajísima cuando se trata de este nivel. Por lo pronto, en Nueva Zelanda no quieren saber nada con la chance de que Europa y sus contratos en euros lo alejen del seleccionado y blindaron a su jugador estrella, que renovó contrato con la unión de su país hasta 2019.
Barrett fue una pesadilla para los Pumas en la derrota por 57 a 22. “Beauden Barrett brilla más fuerte que el resto”, tituló el New Zealand Herald, después del éxito en Hamilton, resaltando las cualidades del apertura, que apoyó un try. “La última vez, Argentina nos desafió jugando un gran rugby durante 50 minutos. Si pueden jugar así durante los 80 minutos se nos va a hacer muy difícil”, asegura.
Desde que aterrizó en Buenos Aires, Barrett se mostró relajado y diplomático cada vez que le pidieron alguna opinión sobre el seleccionado argentino. “Los ayudó que hayan entrado en el Super Rugby. Son uno de los mejores equipos del rugby mundial, ya los vimos en la Copa del Mundo del año pasado y ahora en este torneo. No sólo tienen jugadores fuertes, sino que juegan muy bien al rugby también. Muchos de ellos podrían ser All Blacks”, analizó. “Buena respuesta”, lo chicaneó su compañero, Israel Dagg, que optó por Agustín Creevy.
Uno de los atractivos que encontró la prensa neozelandesa es el mano a mano que tendrá con Nicolás Sánchez. Barrett no ahorra elogios hacia el tucumano: “Obviamente es un jugador muy habilidoso, muy eficaz pateando a los palos, pero también es un joven valiente. Pone su cuerpo en la línea defensiva y cuando empieza a correr es muy peligroso, por lo que tenemos que mantenerlo vigilado”.
Hincha de Real Madrid y admirador de Roger Federer, Barrett fue criado en el seno de una familia que lleva el rugby en las venas. Su padre jugó en Hurricanes y tiene tres hermanos que se desempañan en el Super Rugby. La próxima temporada se dará el gusto de compartir plantel con su hermano Jordie, de 19 años.
Mientras, Barrett disfruta de su presente como conductor de un equipo que parece (y es) invencible, que acumula 15 victorias consecutivas y cuya ambición pasa por superar el récord de 17, que alcanzaron en dos oportunidades (1965-69 y 2013-14). Él prefiere eludir ese tema y meterse de lleno en los Pumas: “Al momento se trata de este partido. Ellos son muy pasionales y se alimentan de su público, así que queremos tener un buen comienzo y superar eso temprano”.
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