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Walter Herrmann: "Obras sin duda necesita ganar una Liga"
Es cuestión de que las palabras fluyan para que Walter Herrmann se muestre tal cual es. Descontracturado y con una energía que contagia. La buena disposición contrasta con ese porte de hombre de 2,06 metros que luce algo hosco. Es mucho más terrenal que todos sus galardones en España o Brasil, que su condición de hombre ex NBA y de súper estrella olímpica. Se coloca la camiseta de Obras y se divierte con las fotos, dejando en claro que entiende bien de qué se trata esto de ser el máximo referente de un proyecto que busca su primer título de Liga Nacional. Y no escapa a la responsabilidad de ser el personaje más importante dentro de la competencia local.
"Soy una persona que cambia mucho de opinión. Un día me gusta un color y al otro día otro. Mucha gente no da el brazo a torcer, en cambio si yo veo que algo está mal no tengo problemas en modificar una determinación que tomé. No me pasa nada por cambiar mi forma de pensar". Así se define sin complejo alguno. Es que Herrmann ya ha vivido demasiado. Por eso en una charla con la Nación, explicó qué sucedió en su experiencia en San Lorenzo y el título ganado, a qué aspira en su nuevo proyecto deportivo, cómo ve al básquetbol argentino y hacia dónde apunta llegar con Obras. Pero claro, pensar en el Conde como un simple jugador de básquetbol, es no conocer a este personaje que tiene su centro neurálgico en Venado Tuerto: “El tiempo que tengo libre trato de estar con mi familia. Tengo bastantes cosas de qué ocuparme. El negocio de ropa para chicos (tiene una franquicia de la marca Mimo), me lleva tiempo la empresa de construcción que tengo y también el negocio de suplementos para la nutrición. La verdad es que tengo para entretenerme”.
-Después de una aventura tan intensa como la de San Lorenzo, ¿por qué decidiste jugar un año más, a los 37 años, y en un proyecto completamente diferente?
-Desde que volví a jugar al básquetbol es que voy año a año. Voy renovando las ganas. El año pasado, al final de la temporada, estaba jugando bien y después de salir campeón con San Lorenzo era cantado que tenía que jugar una año más. Después surgió que en San Lorenzo no contaban conmigo y salí al mercado y afortunadamente Obras confió en mí.
-Por cómo terminó todo en San Lorenzo, imagino que no debés estar tan conforme como se dio tu salida.
-Me parece que en la vida hay muy pocos grises. La realidad es que no me querían como jugador y no fiché. No te quieren en un equipo y te vas a buscar la vida a otro lado. Lo que me molestó es que digan que era un tema económico y la realidad es que cuando fui a San Lorenzo lo hice porque me llamó Tinelli (Marcelo) y se acordó todo. Ahora no me llamó nadie. Y además, leí que Julio dijo que cuando supo que me retiraba, fueron a buscar otro jugador. La cierto es que no le dije que me retiraba ni a Lamas y ni a ningún dirigente. Que mimosee con la prensa o que les haya dicho a mis compañeros que era el último año porque estaba cansado es una cosa, pero yo nunca dije que me retiraba. Me molestó eso. Me quieran o no voy a seguir siendo hincha de San Lorenzo. Voy a ser siempre Cuervo. No se armó ningún lío. Yo estaba en España y un amigo me comentó que me estaban matando por las redes sociales, porque yo había pedido mucha plata. Ahí es que me enojé y mandé esos tuits. Cuando lo hice anoté todo en un papel y los publiqué. No hubo cruce de tuits con Lamas. Yo mandé lo mío y listo. Por eso insisto que fue una salida normal. No tengo rencor con nadie. Se portaron súper bien conmigo, la dirigencia también me apoyó. Desde mi lugar no hay problema y también hay una sola verdad: 'no te quieren, te vas'.
-¿Desde qué lugar se asume un proyecto tan diferente como jugar en Obras?
-Cuando empezás una temporada no estás pensando en lo que ganaste o en la trayectoria. Me concentro en el año que voy a vivir. Sinceramente, mi ambición es ganar la Liga esté en el equipo que esté. Me pasó de estar en Fuenlabrada, cuando fui a España, y aún cuando sabía que era un equipo de mitad de tabla, yo pensaba en ganar la Liga. Después lógicamente la competencia te ubica en donde debés estar. Pero mi deseo es siempre superarme día a día. El balance de mi carrera no lo hago, porque estoy activo y siempre quiero más. Me tomo esta Liga como que es la única que voy a jugar.
-¿Qué te encontraste en Obras?
-Es una organización impresionante. Las instalaciones son de primer nivel, el barrio en donde está también. Me parece que lo que le falta es más gente que se acerque a la cancha. Al no ser un club de fútbol no tenés un público que sea hincha de Obras. Si hay simpatizantes y socios del club que acompañan. Y más allá de jugar bien, también queremos que la gente se acerque a la cancha a alentarnos. Que vuelvan a estar, porque Obras sin duda necesita ganar una Liga. Hace años que hace las cosas bien, que está ordenado, que pelea y hoy tiene un proyecto ambicioso. Así que hay material para rato acá. Queremos ir de menos a más y desplegar nuestro mejor juego en enero y febrero. En un equipo nuevo hay que ir de a poco y no tenés que dejar que te coma la ansiedad. En Obras me encontré con un club que hace las cosas bien desde hace años y siento que en algún momento llegará la recompensa con un título de Liga.
-¿Obras está para dar ahora ese golpe?
-La idea es apuntar a lo más alto. No es simple saber cómo vamos a responder ante la exigencia. Sabemos que queremos ser serios, que buscamos ser duros defensivamente también, que tenemos un entrenador que ya ganó la Liga y explica las cosas muy bien. El primer objetivo es tratar de ingresar al Súper 4 de diciembre y después mirar hacia arriba.
-Por lo que ya viviste, en cuanto al nivel ¿Qué esperás de esta Liga?
-La Liga Argentina es durísima. El jugador joven que se destaca mucho se va del país. Es un torneo muy intenso que no se juega con la camiseta. Hay que esforzarse en cada año porque la competencia es muy fuerte. Cuando estuve en Brasil, también la sentí intensa. Pero sacando algunos equipo de Europa o alguna posibilidad de la NBA, creo que no se duda en que jugar acá es lo mejor.
-En lo personal, ante tanta exigencia, ¿te preparás de una manera diferente?
-Siempre fui de cuidarme mucho. Hay que tener en cuenta que es una competencia muy larga. Son más de 50 partidos, es una locura, por eso tenés que estar bien físicamente. La Liga pasada fue bastante tranquila para mí.
-San Lorenzo volvió a reforzarse muy fuerte como en la Liga anterior, ¿Será todos contra ellos?
-Es complicado decir cómo se va a resolver todo. Soy un convencido de que la Liga la gana el que mejor juega, no el que mejores jugadores tiene. La Liga pasada arrancamos muy bien, después entramos en un bache y no la pasamos bien. Al final nos recuperamos y a ganamos. Ahora hay que esperar los cruces entre el Norte y la Sur. Es difícil pensar en quién pueda ganar la competencia.
Tengo una escuelita de básquet en mi ciudad y muchas veces me sale de adentro el entrenador y quiero decirles algo. Está claro que toda la vida voy a vivir con este deporte
-El hecho de que sigas jugando, ¿obedece a que te permitiste disfrutar de jugar?
- Desde hace tres o cuatro años estoy disfrutando de todo. Mi familia me apoya. Veo la vida de otra forma. Juego con menos presión que antes. Si bien en los partidos quiero hacer las cosas súper bien, es como que no me como la cabeza si no gano. No me gusta perder, pero antes cuando me pasaba estaba días con la cabeza explotada. Soy un jugador anotador y cuando no tocaba mucho la bola me ponía loco y estaba amargado. Hoy tengo claro que hay juegos en los que no se va a dar todo como uno quiere y también aprendí que los torneo no importan cómo empiezan sino cómo terminan. La ansiedad es lo que más manejo ahora.
-¿Cómo tomaste la disputa por la liberación del cupo de extranjeros?
-Nosotros como jugadores defendemos el trabajo del jugador nacional. Siempre digo lo mismo, si queremos tener otra Generación Dorada necesitamos que los chicos jóvenes crezcan en la Liga y sumen experiencia. Si tenemos muchas fichas extranjeras, es muy difícil que el chico de 19 años pueda jugar. Todas las ligas de mundo se refuerzan más o menos con dos o tres extranjeros. Todos tienen que defender lo suyo para que su selección el día de mañana siga creciendo
-Eso en algún punto ayuda a que los Garino, los Brussino, los Vaulet o los Laprovittola estén en la NBA.
-Soy un convencido que de acá van a seguir saliendo jugadores. Después mejoran y explotan en el extranjero. A mí me pasó que pulí más mi juego en Europa y cuando fui a la NBA era más completo. Pero los primeros pasos los di acá. Y de la Liga salís con una confianza que te permite asumir desafíos grandes. Que los chicos tengan minutos en la Liga es algo muy importante para el futuro. La selección de la Argentina también necesita de esas cosas.
La selección argentina
Le brillan los ojos cuando habla de la selección. Resplandece en su semblante la medalla dorada de 2004 en los Juegos Olímpicos de Atenas. Aún así, Herrmann no duda en reconocer que ya no está físicamente como para asumir semejante reto, aunque íntimamente le hierve la sangre cuando ve competir a sus ex compañeros con la camiseta celeste y blanca.
-¿Cómo viviste desde afuera todo lo que pasó con la selección en los Juegos Olímpicos?
-Como vivo todos los torneos de la selección. Los veo y quiero estar ahí y me pregunto cómo no fui. Pero antes de eso tenés que haber hecho una preparación. Y la verdad es que nosotros (con San Lorenzo) terminamos la Liga una semana antes de que comiencen ellos con la preparación. Sinceramente sin descanso es muy difícil rendir en la selección de la Argentina así. Los chicos hicieron un torneo espectacular, lo que pasa es que tuvimos la mala suerte que nos tocó un cruce con los Estados Unidos. Quizá si era otro el rival las cosas cambiaban, pero la selección está muy bien con el grupo que tiene. Más allá de que se terminó una etapa, lo real es que los chicos nuevos vienen con mucho empuje y talento. Incluso, hay gente que está nuevamente cerca de la NBA o ya está dentro de ella. Me parece que se va a necesitar un tiempo para volver a formar un equipo como el que tuvimos en 2004. Pero las esperanzas son muchas porque el material está.
-¿Y qué te pasó con el retiro de Manu y Chapu?
-Es raro, porque uno es como no termina de tomar conciencia de que no van a jugar más en la selección. Siempre uno cree que por ahí dentro de uno o dos años hay otro torneo y ellos están. Pero es inevitable el paso del tiempo. Hay un poco de nostalgia, pero cuando están en competencia es como que uno no se acostumbra a que se acaba el proceso. No verlos más en la selección sin duda que se va a sentir.
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