Todos con Manu

CORDOBA. - Emanuel Ginóbili deberá acostumbrarse a lo que vivió en Córdoba. En la tierra de varios de los mejores exponentes que ha tenido el basquetbol argentino en los últimos tiempos (Campana, Oberto, Milanesio), las manifestaciones de afecto de niños y jóvenes y también de hombres y mujeres ya entrados en la madurez equipararon y hasta superaron las expresiones que, por ejemplo, sintieron en su momento quienes prestigiaron la selección argentina y la camiseta de Atenas en casi dos décadas de Liga Nacional.

Los ojos sorprendidos de Manu al ingresar en el patio de comidas del centro comercial en el que firmó autógrafos en la tarde de ayer fueron una síntesis del impacto afectivo que recibió el jugador de San Antonio Spurs. Cerca de mil personas abarrotaron el lugar, esperando tomar, aunque más no fuera, un mínimo contacto con el ídolo.

"Gracias, gracias por tanto afecto", decía constantemente el bahiense, cuyo bolígrafo iba de aquí para allá repitiendo los movimientos que asentaban su rúbrica. Camisetas, pelotas, gorritas llegaban hasta sus manos, salían devueltos con su marca y llevaban el valor agregado de un beso, una caricia o una simple sonrisa de agradecimiento a sus dueños.

"Manu, te amo", decía una pancarta en manos de un grupo de jovencitas, que reflejaban interés y hasta devoción tanto por su imagen atractiva y querible como por sus méritos deportivos.

La mayoría de los concurrentes eran pibes que seguramente cambiaron su rutina televisiva al compás de los playoffs de la NBA. Eran otros y bastante más de los que se sentaron durante la mañana en las butacas del polideportivo Carlos Cerutti para verlo enseñar algunos movimientos básicos de ataque, apoyado en un micrófono que regalaba sus enseñanzas a todos los presentes.

Poco más de 500 chicos de 100 clubes de toda la provincia se beneficiaron con su clase. Sólo 65 (de la selección infantil y de cadetes masculina y de la selección femenina de cadetes, ambas de Córdoba) se movieron en el rectángulo al compás de lo que sugería Manu.

Hubo silencios respetuosos cuando él hablaba. Sonaban fuerte los aplausos ante cada intervención suya, ya fuera práctica o teórica. El ambiente gélido del estadio nunca pudo amordazar o detener de alguna manera a tantos chicos que, ya con la partida del basquetbolista hacia la puerta de los vestuarios, se volcaron masivamente hacia ese lugar para tener aunque más no fuera su mirada.

Tanto en el shopping como en el Cerutti se notaron los momentos más impactantes en el corto paso de Ginóbili por esta ciudad. Durante la mañana, el protocolo estableció una conferencia de prensa muy bien organizada, que contrapuso su orden al breve caos ocurrido el día anterior cuando la prensa prácticamente lo avasalló para tener su palabra. Esa acción de los periodistas no fue más que un anticipo de lo que ocurriría con centenares de chicos que enfrentaron a un hombre prudente, humilde y con una gran actitud para la enseñanza. En definitiva, Manu, aquí, demostró la grandeza de un cabal campeón.

Diez días más de descanso

Manu Ginóbili recibió un permiso especial del técnico del seleccionado nacional, Rubén Magnano, y podrá incorporarse al plantel que irá al Preolímpico de Puerto Rico diez días después que el resto de sus compañeros y completar así su merecido período de vacaciones. La concentración en Colón, Entre Ríos, será a partir del 14 del actual, pero Fabricio Oberto y Alejandro Montecchia, ambos lesionados, junto a Manu, podrán incorporarse desde el 24 directamente en Córdoba, donde la Argentina disputará un amistoso con España tres días después.

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