La selección argentina de básquetbol perdió ante Venezuela en la ruta hacia la Americup 2025, pero Colombia la ayudó y se clasificó

La derrota de la selección argentina de básquetbol ante Venezuela 67 a 64 como visitante en el Parque Miranda de Caracas por la quinta fecha del Clasificatorio a la Americup 2025 le impidió clasificarse al torneo continental sin esperar a que Colombia le gane posteriormente a Chile 97 a 91, pero ese resultado le dio el objetivo con el que llegó a la capital venezolana y ahora irá a Nicaragua a defender la corona que ganó en la edición 2021 de Brasil.

Del juego, el equipo nacional tiene solo destellos para rescatar. Pocas veces se sintió cómodo en el transcurso físico que le propuso su rival y ni la presencia de Facundo Campazzo -aprovechó que no tiene actividad con Real Madrid hasta el 27 de febrero y se sumó al combinado nacional- fue suficiente para controlar al rival e imponer su estilo. El bajo nivel del base del Merengue y de otros jugadores como el joven Gonzalo Corbalán y José Vildoza, quienes demostraron todo su potencial en la anterior ventana, también fueron determinantes para que la Vinotinto obtenga apenas su segundo triunfo en el certamen.

El partido fue más luchado que jugado, típico de una eliminatoria americana. La novedad en el combinado nacional fue la apuesta por una doble base con Campazzo y Vildoza alternando la conducción. Con la pelota en sus manos, el juego del equipo dirigido por Nicolás Casalánguida -reemplazó al entrenador Pablo Prigioni, que no está presente porque se lo impide su trabajo como asistente en Minnesota Timberwolves de la NBA- tuvo cierto orden y fluyó. Sin ellos, hubo problemas para la conducción y generación.

Al principio prevalecieron las defensas por sobre los ataques y el goleo fue bajo por la falta de efectividad. La Albiceleste contestó cada lanzamiento rival y, adelante, apostó al pick and roll con Marcos Delía. El pivote de Boca Juniors castigó cerca del cesto (8 puntos) y su equipo dominó el marcador hasta que David Cubillán metió un triple con la marca de Juani Marcos y sobre la chicharra del epílogo del primer cuarto que igualó en 16.

Cuando Casalánguida rotó el banco de suplentes, a los suyos le costó. El equipo de Ronald Guillén, debutante en el cargo, inició mejor el segundo parcial con un Yohanner Sifontes encendido (7 unidades) y sacó su máxima diferencia de cinco tantos. La misma la sostuvo con un buen ingreso de Enrique Medina, un joven de 21 años y 2,18 metros de altura que fue alimentado cerca del cesto e hizo valer sus centímetros. El visitante se mantuvo cerca con los cortes al cesto de Delía y todo cambió cuando regresó a la cancha el tándem Campazzo-Vildoza junto a Nicolás Brussino. Los dos primeros asumieron otra vez el destino de la pelota y el alero sumó siete de sus 9 puntos en la primera mitad de manera consecutiva para un parcial de 8-0 que le devolvió la ventaja al visitante y se fue al descanso largo 36 a 33 arriba en el tanteador.

En la reanudación el duelo continuó con paridad. Campazzo manejó los hilos de la selección argentina, que se sintió cómoda cuando pudo contraatacar en velocidad -lo pudo hacer muy poco, aun siendo una de sus principales armas- y tuvo escasos argumentos en el juego estacionado. Sin demasiados atributos, el local llevó al partido a su territorio, tomó la ventaja en el marcador y resistió hasta el epílogo de un tercer cuarto con poca efectividad y puntos. A diferencia del primer tiempo, el DT argentino encontró mejor respuesta en la segunda unidad liderada por Corbalán y el perimetral de San Pablo Burgos estableció, con una penetración y bandeja, el 50 a 49 a favor de Venezuela después de media hora de juego.

Para el último segmento el entrenador mantuvo la rotación porque le dio soluciones en el tercer cuarto. Corbalán volvió a emerger con un bombazo y Marcos encestó un tiro volado tras penetrar a su marcador. El regreso de Campazzo al partido fue un envión positivo para el equipo por lo que genera su sola presencia en los dos costados de la cancha, pero el quinteto titular nunca se terminó de soltar y entró en la telaraña que propuso su rival, favorecido también por ciertos fallos arbitrales que le dieron más licencias en el juego físico contra los argentinos -algo habitual para los locales en los torneos clasificatorios americanos-.

Venezuela encontró aire con un triple con tablero contra la chicharra de Cubillán que lo adelantó por cinco puntos (61 a 56). La experiencia de Patricio Garino y una buena acción de Juan Fernández, el de mejores estadísticas con 10 puntos y 12 rebotes, con un doble más falta transformada en un libre convertido, dejó el encuentro igualado en 61 y un triple de Brussino le devolvió la ventaja a la albiceleste (64 a 63).

Y llegó un momento clave para el desenlace. Con menos de un minuto en el reloj, Ascanio falló al lado del aro, pero el visitante perdió la pelota en el rebote y tampoco la pudo capturar tras un triple fallado por Gregory Vargas. La tomó Cisneros, convirtió un doble y el anfitrión pasó al frente definitivamente (65 a 64). Campazzo intentó una jugada individual luego del tiempo muerto de Casalánguida, pero lo cerraron bien. Obligado a cortar con infracción, Cisneros se filtró y volcó el balón para dejar a Venezuela 67 a 64 arriba en el marcador. La Argentina repuso con 9 segundos en el reloj y entre Campazzo y Vildoza intentaron un triple. La jugada se ensució y el jugador de Boca terminó ejecutando a la carrera y muy forzado y el balón ni siquiera llegó al aro, lo que desató el festejo venezolano en el Parque Miranda.

En la conferencia de prensa post partido, Casalánguida destacó la victoria del rival y explicó la derrota a partir de lo hecho en la ofensiva, donde su equipo tuvo una efectividad en tiros de campo (40% con 6 de 29 en triples) y perdió 18 balones: “Venezuela fue un justo ganador. Nosotros nos quedamos con el sabor amargo de saber que podríamos haber hecho un mejor juego ofensivo. Sentimos que nuestro plan defensivo lo hicimos bastante bien. El tema es que tuvimos un bajo porcentaje de tres puntos y una cantidad de pérdidas grande como para ganar el juego. Sentimos que una parte la cumplimos que en la otra parte no fuimos lo eficiente que necesitamos ser para ganarle a un equipo como Venezuela como local”.

Campazzo también hizo hincapié en los lanzamientos fallados y las pérdidas y reconoció que el combinado nacional tuvo un mal cierre de juego: “El partido se definió en los detalles, en los últimos minutos. Cometimos algunos errores al no tomar rebotes defensivos claves, perdimos varias pelotas y ahí estuvo la diferencia. 18 balones perdidos es mucho para lo que queremos jugar nosotros. Los dejamos en 67 puntos, nosotros queríamos eso en defensa. Pero el ataque nuestro no fue el mejor. Al final tuvimos tiros forzados, ofensivas sucias y son cosas a mejorar para el siguiente partido".

De todos modos, la Argentina está adentro de la Americup 2025 que se disputará del 23 al 31 de agosto en Managua, Nicaragua, porque, después, Colombia superó a Chile 97 a 91. El Clasificatorio terminará el próximo domingo. La selección nacional visitará a Colombia desde las 20.10 (hora argentina) en el Coliseo Evangelista Mora de Cali. En simultáneo, Venezuela recibirá a Chile en el Parque Miranda de Caracas en un encuentro cuyo ganador se quedará con el tercer y último boleto al campeonato continental.

Varios países ya se aseguraron su participación en la AmeriCup 2025. Brasil y Uruguay lo hicieron desde el Grupo B que comparten con Panamá y Paraguay. Desde el C lo consiguió Canadá y resta un lugar para República Dominicana o México. En la Zona D Estados Unidos derrotó a Puerto Rico 72 a 71 y accedió al torneo continental. Las otras dos plazas se las repartirán los puertorriqueños, Cuba y Bahamas.

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