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La historia de Herman Mandole: es entrenador de básquet desde los 15 años, pasó por la selección de Japón y ahora le toca dirigir a la Argentina
Tras un largo recorrido, este jueves tendrá la responsabilidad de ser el head coach del combinado albiceleste
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La selección argentina de básquet comienza a delinear su futuro. Las ausencias en el Mundial 2023 y en los Juegos Olímpicos de París 2024 ponen el foco en nuevos proyectos. Y uno de ellos comienza a disputarse desde hoy. Se trata de la eliminatoria para la Americup 2025, torneo en el que nuestro país intentará defender el título. La Argentina integra el Grupo A junto a Chile, Venezuela y Colombia (los tres primeros se clasifican). Los primeros partidos serán ante el conjunto trasandino. El primero, este jueves, a las 21.40, en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata. Y el próximo, el domingo, a las 21.20, en Valdivia.
Y una de las novedades que tendrá el equipo para esta ventana será la ausencia de Pablo Prigioni. El entrenador está imposibilitado de dirigir por su trabajo como asistente de Minnesota Timberwolves en la NBA. Por eso, quien tomará la responsabilidad de reemplazarlo será su asistente en el combinado nacional. Se trata de Herman Mandole. El oriundo de la Matanza habló con LA NACION y reveló cómo se gestó su carrera como DT de básquetbol. Por estar todo el día en el club, comenzó cuando apenas tenía 15 años como monitor de mini básquetbol. También fue jugador hasta los 23 años. Sin embargo, su camino como coach fue muy próspero. Le tocó dirigir desde que era adolescente a chicos que casi tenían su edad y con los que compartía las mismas vivencias. Empezó desde muy joven en el profesionalismo como asistente y de a poco empezó a formar parte de los equipos juveniles de la Argentina.
También trabajó muchos años al lado de Julio Lamas, a quien describe como su principal mentor y quien le dio la posibilidad de formar parte del cuerpo técnico en el seleccionado de Japón durante cuatro años. Durante su estadía en el país asiático aprendió inglés y se trajo muchos valores y aprendizajes culturales que hoy utiliza junto a su familia, que completan su esposa y su hijo. Luego fue asistente de Néstor García en la selección argentina, puesto que debió dejar para cumplir con uno de sus objetivos. Hace dos años que se desempeña en esa misma función y como desarrollador de las categorías menores en Varese, de Italia, club en el que Luis Scola es el manager. Pero de la mano de Pablo Prigioni pudo volver al seleccionado argentino y en estos días tendrá el privilegio de ser el entrenador principal: “Yo sigo siendo el asistente. Ahora me toca cumplir esta función de DT, pero lo hago con la naturalidad y tranquilidad de que la función mía es la de cumplir una de las funciones del asistente, que es reemplazar al entrenador cuando este no puede estar”.
Como muchos chicos de barrio, el club y el deporte siempre forman parte de la vida durante sus primeros años y así lo vivió Herman Mandole: “Yo jugué al fútbol, hice baby fútbol, y unos compañeros del colegio empezaron a ir a básquet, y me invitaron a ir al club Crovara Básquet de Villa Madero, en La Matanza, Entonces empecé básquet a los 11 años y me parece que era mejor jugando al básquet que al fútbol o me empezó a gustar más el básquet. Hacía los dos deportes juntos y a los 13 me decidí sólo por el básquet. Jugué hasta los 23 en Banco Nación y dejé para empezar a dirigir”.
Pero su camino como entrenador comenzó muchos años antes: “Cuando tenía 15 años estaba todo el día adentro del club entonces me ofrecieron ser monitor en mini básquet, que es una posición que se encarga de ayudar al entrenador principal y es una posición que existe en el básquet para formar entrenadores. En ese momento mi idea era ser abogado y escribano, pero cuando empecé a trabajar de eso, con un entrenador que me marcó mucho de jovencito que se llama Ariel Marco, a los 17 me decidí a ser profesor de educación física y entrenador. Ya a los 19 dirigía a los jugadores de 17 y de 15, a los cadetes e infantiles de Crovara”.
Sobre aquellos tiempos, a Mandole le quedaron muchos recuerdos y anécdotas divertidas: “En mini básquet se jugaba los domingos a la mañana y alguna vez me quedé dormido, pero lo que me quedó de esa época fue que, como los chicos tenían 12 años y yo tenía 15, y la diferencia de edad era poquita, nos quedábamos muchas veces los sábados a la noche jugando al Sega o a la PlayStation hasta las 3 de la mañana, y después era yo el que los tenía que aconsejar con lo que tenían que hacer cuando la noche anterior había estado con ellos jugando a los jueguitos”, revela.
Durante sus épocas como monitor su determinación para ser entrenador también está guiada por diferentes personas relacionadas a su vida en el básquetbol: “Todo se fue dando por etapas, primero fue el DT de mi club, Ariel Marco; después, cuando me fui a Banco Nación, fue Pablo Castro, ,ahora dirige en la segunda división del básquetbol argentino en Ameghino, de Villa María, y después Rubén Magnano, Julio Lamas y Sergio Hernández, que eran los entrenadores que dirigían en la selección argentina.
Para poder meterse mucho más adentro del mundo de los entrenadores de básquet, fue en el club Banco Nación donde tuvo su puntapié inicial para comenzar con su carrera profesional: “Terminé de jugar, empecé a dirigir ahí y uno de los de los papás de los nenes que dirigía era Carlos Ballester, que me recomendó con un entrenador que en ese momento era el encargado de todas las elecciones de Capital Federal, que jugaban Torneo Argentino y me invitó a trabajar con la selección de Capital Federal”. Su paso por allí, con 24 años, le permitió estar presente en muchos torneos, donde conoció a Enrique Tolcachier, quien se desempeñaba como coordinador de selecciones menores: “Cuando me lo presentaron empecé a trabajar con los equipos menores de la selección, ayudando en todos los procesos. Y en un momento, Enrique y Julio Lamas, a quien dirigí a su hijo Tomás, me recomendaron con Facundo Müller y me fui a Ciclista Olímpico de La Banda, a hacer mi primera experiencia cómo profesional, como asistente técnico”.
Para desarrollarse en la elite del básquetbol argentino, Mandole nunca dejó de aprender. Siempre se apoyó en los entrenadores con los que le tocó compartir cuerpo técnico: “Facundo Müller me moldeó todo el oficio para ser un asistente de nivel profesional. Fue un oficio que él había hecho muchas veces porque era uno de los más reconocidos en ese momento. Él me ordenó y me enseñó lo que era el mundo profesional. Cuando pasé a San Lorenzo, con Julio Lamas aprendí de todo, desde la parte de básquet, la personal, la del liderazgo y de confiar en la persona que tenés al lado, pero sobre todo aprendí un montón de valores, que al día de hoy los sigo usando, y que cada vez que hablo con Julio los sigo aprendiendo. Julio Lamas es mi mentor ciento por ciento”, reveló el DT.
Pero, para ser un buen entrenador, Mandole aclara que los jugadores tienen mucho que ver en su proceso de aprendizaje y de experiencias: “Todo el tiempo aprendés de ellos. Saben muchísimo de básquet, quizá no te lo pueden poner en palabras porque no lo estudiaron, solamente lo ejecutan porque tienen ese talento, que una persona como yo no lo tiene, por eso quise ser entrenador, pero saben todo, movimientos, situaciones de juego que ellos viven”. Y agrega: “Si vos los escuchás y ponés en práctica lo que ellos te dicen, hay mucho para aprender de los jugadores”.
Luego de Ciclista Olímpico y San Lorenzo, la carrera de Mandole dio un gran salto a nivel personal. Julio Lamas lo eligió como asistente para dirigir a la selección de Japón. Un desafío que tuvo mucho desde lo deportivo, pero que le dejó aprendizajes en lo personal: “La experiencia fue excelente, 10 sobre 10. En lo basquetbolístico cumplimos con los objetivos; clasificamos a Japón al Mundial, que hacía 30 años que no pasaba, y también a los Juegos Olímpicos, que hacía 40 años que no lo jugaban”. Lo que vivió en Tokio 2020 lo describe como “una de las experiencias deportivas más lindas que tuve, también el hecho de estar en una una villa olímpica”. Desde lo profesional, sus cuatro años en la selección asiática lo hicieron crecer mucho: “Obviamente que elevó mi nivel, porque competís con entrenadores y jugadores que están en otro nivel”.
Las vivencias en Japón también le marcaron muchos aspectos importantes en su vida: “Cuando llegué allá no hablaba inglés, y me di cuenta que, si quería llevar mi carrera a otro nivel, tenía que aprender ese idioma, así que a los 34 años empecé a estudiarlo todos los días y hoy lo hablo fluido. Después, aprendí muchas cosas de su cultura y las tomé, como por ejemplo el valor de la escucha activa; esperar que el otro termine de dar su idea para poder hablar vos, no interrumpir en ningún momento, así el otro hable 30 minutos, y entender que escuchar activamente hace que tus respuestas sean aún mejores. Y como familia, tomé que ellos nunca andan con zapatillas adentro de la casa, entonces en mi casa cuando llegamos nos sacamos las zapatillas, las dejamos a la entrada y estamos en medias o en pantuflas. Tanto en Italia como en Argentina, que vivo en Tapiales”, cuenta Mandole.
Tras su paso por Japón llegó su primer momento en la selección argentina, pero además, en su vida apareció uno de sus grandes anhelos: “Cuando Néstor García fue el entrenador me convertí en uno de sus asistentes, y después me fui a Italia a cumplir un objetivo que yo tenía en ese momento, de ir al básquet europeo”. El cambio, cuenta el coach, fue menor que el de Argentina a Japón “porque Italia es un lugar más ameno para nosotros, más conocido, más fácil de relacionarse y hoy estoy perfecto”, describe Mandole, que comparte sus días en Italia con su familia, conformada por su esposa Eluney Conte, de 33 años, y su hijo Taiel, de 4. Varese es el club italiano en el que marcha por su segunda temporada como primer asistente del equipo principal y del manejo del desarrollo de los jugadores menores: “Otra facilidad que tuve fue que al estar Luis Scola como manager toda la adaptación se hizo más fácil”.
A pesar de las tareas que realiza en Varese, Pablo Prigioni le dio la posibilidad de retomar su tarea en la Argentina el año pasado: “Cuando me voy a Europa tuve que dejar la selección, porque en ese momento los trabajos eran incompatibles. Pero, cuando Pablo toma la selección como entrenador habla con la Confederación Argentina de Básquetbol para ver si podía reincorporarme. Como no pude hacerlo en la primera ventana de febrero, me sumé en el training camp en Alicante, España, en el med de julio y estuve presente en el torneo de Santiago del Estero para acceder al Preclasificatorio para los Juegos Olímpicos de París”.
La imposibilidad de Pablo Prigioni de viajar a Sudamérica para estar el banco de los suplentes de la Argentina por su compromiso en la NBA con los Minnesota Timberwolves hace que Herman Mandole sea su reemplazante para los dos partidos ante Chile. Y sobre esta posibilidad, el asistente aclara su posición: “Ahora me toca cumplir esta función de entrenador. Esto ya lo sabíamos de antemano y me toca conducir estos dos partidos; es algo que también puede pasar en la mitad de un partido que el entrenador principal se indisponga, o sea expulsado. Lo tomo con mucha naturalidad, ya lo hice en Japón”. Además, agregó: “Mi función es ser asistente y en este momento estoy cumpliendo una de esas funciones, que es suplantar al entrenador cuando este no puede estar”, aclaró.
Los sueños de los profesionales siempre son los de dar pasos hacia adelante. Mandole los dio desde sus inicios en Crovara Básquet, pasando por la Liga Nacional, luego por Europa y también conduciendo la selección. Sin embargo, le da tiempo a sus ambiciones: “Primero quiero establecerme en Europa y ver si puedo ser entrenador principal. También me gustaría ir a la NBA si algún día se abre esa opción, pero tengo que ver si mi esposa y mi hijo están de acuerdo, y no sea algo que nos afecte como familia”, cerró el entrenador.
Nueva casaca, con un guiño a la Generación Dorada
En vísperas del debut de la selección nacional en la primera ventana clasificatoria rumbo a la próxima AmeriCup, que se disputará en 2025, la Confederación Argentina de Básquet y la marca Kelme revelaron el diseño de una de las nuevas camisetas del equipo albiceleste.
Según expresan en sus diferentes canales oficiales “este 2024 es un año más que especial para el básquet argentino, ya que se cumplen 20 años de la histórica Medalla de Oro conseguida en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. De esta manera, el diseño de la nueva camiseta evoca al utilizado por la Generación Dorada en tierras griegas”.
De color blanca, con detalles dorados, laterales azules y el pecho celeste y blanco, la casaca y el pantalón serán utilizados por primera vez este jueves 22 de febrero cuando Argentina reciba a Chile en el Polideportivo Islas Malvinas de la ciudad Mar del Plata, partido que se disputará a las 21.40 horas y tendrá la televisación de TyC Sports y DSports.
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