La estructura táctica y el apetito por trascender

Como casi todos los equipos que dirigió Julio Lamas, Obras Sanitarias también edificó este importante logro internacional sobre una fuerte estructura de juego, bien aprendida y puesta en escena, con variantes tácticas como para contrarrestar cualquier estrategia rival. Un mecanismo que, cuando se extendió al rico banco de suplentes, colmado con jóvenes y talentosos jugadores, convirtió al equipo en una fuerza compacta, que supo elegir las armas adecuadas para cada momento del partido y que lució sólido y contundente. Por eso, el triunfo en condición de invicto no sorprendió y Obras casi no pasó sobresaltos, ni siquiera en la final.

Debe aclararse que esa virtud no sólo es patrimonio de Obras. Muchos otros clubes argentinos exitosos en otras épocas tuvieron la misma ventaja cada vez que dirimieron algo importante con clubes brasileños. Es un sello distintivo de nuestros buenos entrenadores. La mayoría de ellos sigue la línea de Lamas, que es también la que supo imponer Rubén Magnano. "Nosotros tenemos un estilo más europeo, fundamentado en la disciplina táctica", aceptó ayer el técnico campeón.

El jugador argentino viene con ese chip incorporado desde las inferiores, donde el apego por los sistemas de juego bien ensayados es una norma en la mayoría de los conjuntos y se traslada nítidamente al seleccionado nacional. "Los brasileños tienen otro estilo, más libre, con menos sistemas, pero van cambiando. Por algo se están llevando entrenadores argentinos. En pocos años, con la buena Liga Nacional que están armando, van a jugar con mayores variantes", agregó Lamas, que tiene entre sus asistentes en la selección a Gonzalo García, DT de Flamengo.

Otra condición distintiva del campeón fue el hambre por conseguir el título. Ninguno de los otros cinco equipos demostró esas ganas. Por algo Obras fue el único que se propuso arriesgar y organizar el costoso hexagonal final. "Queremos insertar nuevamente a Obras en el máximo plano internacional. Que vuelva ser el de antes", aclaró Fabián Borro, presidente del club, que adelantó la posible construcción de un estadio para 9000 personas.

Además, Obras, con el regreso de Europa del pivote Juan Gutiérrez (MVP del torneo) y la conducción del experimentado base uruguayo Martín Osimani, se ha convertido en el mejor equipo argentino desde hace varios meses, líder de la Liga Nacional y primer candidato al título. Un objetivo al que todos, plantel y dirigentes, enfocan y al que casi le dan más valor que esta corona sudamericana. Con el título de anteanoche demostraron que van por el camino correcto.

mromano@lanacion.com.ar

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