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Joel Embiid, MVP: el camerunés que puso a la NBA a sus pies y aprendió a tirar por YouTube
A los 29 años años consiguió escribir su nombre en el básquetbol más poderoso del mundo
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Estaba preocupado, angustiado, su único deseo era volver a subirse a un avión para regresar a Camerún, no le importaba tener la chance de conocer a Kobe Bryant. Le parecía apenas un detalle estar en un lugar que sólo había visto por TV, quería volver a Yaundé, en su casa. No estaba acostumbrado a las burlas, al trato hostil, a encontrarse lejos de su mamá y su papá. Apenas 16 años y por primera vez estaba afuera de su país. Una aventura demasiado compleja, de un tremendo estrés. Había logrado llegar a una Universidad en los Estados Unidos. Pisó la cancha de entrenamiento y lo que se llevó fue demasiado cruel: una volcada en su cara, un brutal rigor físico para una primera vez y las risas de todo el equipo femenino que estaba mirando la práctica. Habló con el director de estudio y le manifestó el deseo de retornar a su país. Apenas habían pasado tres días de su arribo, pero Bill Self lo tranquilizó, le dijo que en dos años sería el N°1 del Draft de la NBA y Joel comenzó a calmarse. Regresó a su habitación, se tomó unos segundos, se enjugó las lágrimas, y pensó en Thomas y Christine, sus padres. Ellos le habían inculcado una disciplina que lo ayudaba a no rendirse. Descanso, escuela y estudio hasta la medianoche... Una fórmula mágica.
“Volví a mi dormitorio y lloré. Yo estaba como... ‘Esto es una locura. ¿Qué estoy haciendo aquí? No puedo jugar Me voy a casa’. Pero luego estaba sentado en mi habitación escuchando a Lil Wayne o algo así, pensando en estos tipos burlándose de mí, y de repente mi lado competitivo se hizo cargo. Me motivé mucho, mucho. Cada vez que la gente dice que no puedo hacer algo, en realidad me encanta. Me dan ganas de demostrar que están equivocados. Así que me dije: ‘Está bien, literalmente voy a trabajar y trabajar en el gimnasio hasta que esté bien’”, contó hace unos años aquel niño de Camerún, en The Players Tribune.
it’s about time. 🏆#KiaMVP pic.twitter.com/yTc02q4HPu
— Philadelphia 76ers (@sixers) May 3, 2023
Logró mejorar físicamente, pudo incorporar movimientos para ser potente debajo de un aro, pero tenía tan pocos recursos... Es que Joel comenzó a jugar básquetbol tres meses antes de viajar a los Estados Unidos, entonces sus fundamentos eran pocos. En ese contexto era que solía perder ante Michael Frazier II, un tirado de pura cepa en la Universidad de Kansas. Le dolía que eso sucediese, aun cuando sabía de las diferencias. Entonces, una noche volvió a su habitación abrió la app de YouTube, colocó en el buscador “¿cómo lanzar bien de tres puntos?” y de esa forma comenzó a instruirse acerca de cómo adquirir herramientas para obtener una buena mecánica de lanzamiento.
El protagonista de esta historia, 13 años después, al escuchar que fue elegido como MVP de la NBA se desmoronó de emoción. Porque Joel, de Embiid se trata, el gigante de Philadelphia Sixers, lo había soñado, pero nunca había podido visualizarlo como real. Porque es cierto que se le escapó en los dos últimos años a manos de Nikola Jokic, su colega serbio de Denver Nuggets, que se coronó como el jugador más valioso en las temporadas 2020-2021 y 2021-2022, pero nunca dejó de buscarlo. “Ha sido mucho trabajo duro. He pasado por muchas cosas. No solamente en el básquetbol, en toda mi vida”, apenas pudo soltar entre tana emoción el pivote de 29 años.
Embiid, que por primera vez vio un partido de la NBA durante la final de 2009 entre Los Angeles Lakers y Orlando Magic, se refriega los ojos, se queda sin palabras cuando sus compañeros se la tiran encima para celebrar. Sucede que recibió un galardón importantísimo para el universo del básquetbol y se convirtió en el tercer jugador nacido en el Continente africano y el primero de Camerún en obtener esta distinción uniéndose a Hakeem Olajuwon (Nigeria, temporada 1993-1994) y Steve Nash (Sudáfrica, temporadas 2003-2004 y 2004-2005).
Joel, que se crió en una casa en la que había una sola TV que prácticamente no se podía usar porque la prioridad era estudiar, que su padre le insistía para que juegue al voleibol, pero él a los 8 años, quería ser como algo de los futbolistas de la Generación Dorada de Camerún que jugó la Copa del Mundo 2002, logró extender el dominio de los jugadores extranjeros en la NBA. Ya son 5 años consecutivos en los que son distinguidos basquetbolistas no nacidos en los Estados Unidos, ya que Embiid se sumó a Jokic y al griego Giannis Antetokounmpo (logró el MVP en las temporadas 2018-2019 y 2019-2020).
Esfuerzo, mucho esfuerzo. Un proceso muy extenso. Miles de historias, de las increíbles y de las más comunes. Porque Joel, esta estrella que este año cobrará US$ 33.616.770, vivió en una casa sin lujos, pero sin urgencias. No tuvo una vida de prodigio, ni tampoco de elegido desde la cuna. Porque su llegada al básquetbol fue por un campamento en Camerún, al que recién asistió al segundo día de prácticas porque se había quedado jugando con su hermano y como a los 16 años medía 2,08 metros y la primera pelota que le dieron la volcó, después consiguió que le dieran un pase para el Basketball Without Borders en Sudáfrica. Dos meses después, estaba en un avión a Florida para ir a la escuela secundaria en Estados Unidos.
El básquetbol llegó porque vio aquella final de 2009, pero antes sus tardes eran a puro fútbol. “Había como una ventana de una hora después de la escuela cuando mi madre aún no estaba en casa, y la cancha de fútbol estaba justo al lado de nuestra casa, así que tenía todo este esquema. Corría a casa después de la escuela y ponía mi mochila junto a la mesa de la cocina y luego abría un libro de ciencias o lo que sea. Papeles y bolígrafos por todas partes. Luego, una vez que todo estaba listo, corría de regreso al campo de juego. Literalmente me volví tan bueno que podía escuchar el sonido específico del auto de mi mamá que venía por la calle. Si yo estaba en el otro extremo del campo y estaba demasiado lejos, quienquiera que estuviera jugando al arco vería venir su auto y gritaría, ‘¡Joel! ¡ Joelllllllllll ! ¡Viene tu mamá, hermano! ¡A Correr!’. Y corría hacia la parte trasera de nuestra casa, escondía mis botines y me sentaba a la mesa, todo sudado. Como si estuviera pensando tanto en la ciencia que estaba a punto de desmayarme”, relató Embiid.
Thomas y Christine planearon que Joel se fuera a Francia después de la escuela secundaria, para matricularse en el Instituto Nacional de Deporte y Educación Física. Pensaban que era mejor que continuase con su entrenamiento de voleibol, un deporte que a a familia le parecía mejor, y tal vez ganaría un lugar en el equipo nacional de Camerún. Sin embargo, Joel, no quería nada de eso, su deseo era ser como “Kobe”, el nombre que gritaba cuando “tiraba” a un aro roto que había a dos cuadras de su casa: “Eran auténticos ladrillazos, no lanzamientos”, contó Embiid.
Este muchacho que suele hacer jueguito con pelotas de básquetbol, que fue intimidado en la Universidad, que ahora sabe que necesita hacerse respetar y por momentos se pasa de bravucón dentro de la cancha, llegó al universo del básquetbol más poderoso del planeta sin hablar ni una palabra de inglés. Su vínculo más cercano con el idioma era escuchar algo de hip-hop estadounidense en Internet: “Intentaba cantar para parecer genial, aunque no sabía nada de inglés. Caminaba por la escuela cantando una canción de Lil’ Bow Wow y Ciara. Todo lo que podía decir en inglés era “Hola, buenos días” y después aprendí la frase “Nunca tuve a nadie que me haga como tú”, contó el flamante MVP de la NBA.
Recibió todo tipo de críticas, le cuesta quedarse callado. Aseguró en más de una oportunidad que es un jugador dominante en la NBA, palabras fuertes, pero reconoció que es una forma de evitar que otros le hagan sentir el rigor adentro y afuera la cancha. Recuerda siempre a su hermano Arthur, no puede dejar de hacerlo, es que es un mojón en un carrera. Después de estar 3 años separados, volvieron a verse en los Estados Unidos, justo cuando Joel fue operado de un pie antes de Draft. Disfrutaron juntos, recordaron los días jugando videojuegos... Pero cuatro meses después del regreso de Arthur a Camerún, Joel recibió un llamado tremendo: su hermano de 13 años había fallecido en un accidente automovilístico. “No sé cuántas personas saben esto, pero justo después de que me reclutaron, allá por 2014, pensé en alejarme del juego. No estoy exagerando en absoluto. Consideré seriamente retirarme de la NBA antes de haber jugado siquiera un partido. En realidad no tuvo nada que ver con mis lesiones. El cuerpo se cura. Siempre se cura. Todo ese dolor es sólo temporal ¿Tu corazón, sin embargo? Hombre, eso es diferente. Es mucho más complicado”, confesó Embiid.
Y claro, cómo no se va a tratar de una vida de película, como siempre dice este monstruo de 2,13 metros y una envergadura de 2,26 metros... Si llegó a los Estados Unidos sin saber hablar inglés, aprendió a tirar por YouTube, estuvo a punto de dejar de jugar por los golpes de la vida y hoy es el jugador más importante dentro del universo más poderoso del básquetbol. Nadie podría haber escrito una historia semejante y con capítulos tan perfectos. Y como si fuera poco, parece que le quedan páginas por escribir: “No estoy buscando ser el próximo elegido, sólo hay uno. No busco ser Shaq, es único. Sólo quiero conseguir de una vez el p... anillo de la NBA”.
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