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SANTA FE.- Fue una fiesta del básquetbol. Desde el comienzo, aun sin saber quién ganaría, se vivió como una celebración. Más de 3000 personas colmaron el estadio Angel Malvicino, de Unión, con la efervescencia que implica cualquier estreno esperado. La Liga Nacional de básquetbol volvió para ser la atracción de siempre, con encantos distintos, pero la pasión habitual.
Y el match estuvo a la altura de lo que se esperaba. Porque Gimnasia, de Comodoro Rivadavia, y Boca, el candidato de siempre, armaron un partido fantástico, sensacional. Pero que se resolvió para los patagónicos por 88-82, en un cierre emotivo, gracias a un gran triple de Charles Jones sobre el final.
Lo cierto es que el comienzo del partido los encontró a ambos equipos en una situación de extrema paridad, porque compartían una alta eficacia en los triples. Sin embargo, el dominio se dio para Boca, porque lo tuvo a Leo Gutiérrez en gran forma, como ya lo había mostrado en la reciente Copa Argentina que conquistó el club xeneize. En ese primer cuarto, anotó nueve puntos y se impuso en el duelo personal sobre Jervaughn Scales, para que su equipo ganara el parcial por 25-22.
El ingreso de los suplentes de Boca, en el segundo cuarto, y la marca a presión en toda la cancha por parte de Gimnasia generó un cambio de manos en el dominio del match. Por esas razones, el equipo porteño anotó un solo punto en cuatro minutos, lo que, sumado a la eficacia de Cocha y Moldú, llevó el tanteador a 33-26 para los patagónicos, merced a un parcial de 11-1.
Eduardo Cadillac tomó nota de esa desventaja y mandó a la cancha otra vez a los titulares en el último tramo del primer tiempo. Y se recuperó, fundamentalmente, con el aporte del base Luis Cequeira, que anotó 11 puntos en ocho minutos, y la llamativa eficacia de Martín Leiva en los libres: por primera vez en muchos años, acertó 5 de 6 desde la línea, una marca excepcional para un jugador que tuvo un promedio de efectividad del 25% en ese rubro el torneo anterior.
Así, Boca llegó a equilibrar en 45-45, aunque un triple de Masieri le dio la victoria al campeón.
Tras el descanso, el match ganó en fricción porque ambos propusieron defensas muy exigentes, y eso provocó que el juego perdiera fluidez. De todos modos, dominó Boca por Leiva y por Gutiérrez y con los dos bases (Legaria y Cequeira) en la buena conducción, la fórmula ganadora de la Copa Argentina.
Así, Boca se puso al frente, a los ocho minutos del tercer cuarto, por 68-61, aprovechando, además, que Gimnasia estaba tomando mal, apresurando los tiros. Sin embargo, otro triple de Masieri sobre el final dejó las cosas 68-66 y maquilló el mejor desempeño de Boca en ese lapso.
En el último parcial siguió mejor Boca, pero pagó muy caro lo que falló Damond Williams debajo del aro. Y Gimnasia revivió con los triples de Masieri y Cocha. Por eso se armó ese cierre fenomenal, con ese triple de Charles Jones que cerró el match en favor de los del Sur. Que ganaron a lo campeón.