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Deporte en el siglo XXI. Vértigo diseñado: velocidad, potencia, técnica y tiro para un básquetbol nunca visto
"Hay un talento anotador como no lo hubo nunca antes. Tuviste un jugador irrepetible como Jordan, pero era uno. No sé si había cinco como en este momento en la NBA. Tenés a Durant, Curry, LeBron (James), Harden, Kawhi (Leonard)... Son muchos jugadores únicos. Es un gran momento y habla a las claras de lo que es el mundo de la NBA, la variedad y la calidad de jugadores que tiene".
Semejante declaración podría desatar una enorme polémica. Pero la dijo Manu Ginóbili, palabra difícil de cuestionar. Y lo que dice no es precisamente que sea el mejor momento de la historia del básquet. Habla de los goleadores implacables, no del juego total. Pero está claro que detectó algo que no se vio en otro momento y lo expresó.
El fanático dirá que nunca hubo mayor talento como el que se vio entre los 80 y la primera mitad de los 90. Michael Jordan, acompañado por Scottie Pippen, con Chicago Bulls coronaron una era que empezó con los Lakers de Magic Johnson, los Bad Boys de Detroit, con Isaiah Thomas, y los Celtics de Larry Bird. Es cierto, semejante congregación de estrellas y equipos memorables, será difícil de igualar.
Antes de correr el riesgo de caer en la discusión sobre si tal o cual época fue mejor, podemos reconocer los cambios que atravesaron al juego y la evolución del show. Si en aquel momento el conjunto sostenía a las figuras, hoy la ecuación se invirtió en busca de complacer otro tipo de eficiencia, la del mandato de moda: Big Data. La explotación de las individualidades es un recurso sostenido en la proyección de las estadísticas avanzadas.
Antes, la belleza se encontraba en el desempeño artístico de los talentosos y la armonía grupal. Un equipo podía mover la pelota durante 20 o más segundos para conseguir un tiro confiable.
Hoy, los conceptos que definen la técnica se aprecian también. Pero tanto como se valora la practicidad de un jugador que resuelve en soledad en apenas cinco segundos de posesión, porque advierte el defecto de una defensa no se estableció a tiempo.
No sé si me gustaba más otro estilo o este. Sí puedo decir que hoy el show es enorme, con acciones impresionantes, jugadores atléticos, tiradores y el talento ofensivo maneja todo
Esa virtud, la de sacarle provecho a un error rival, o tomar un triple desde 9 metros, puede ser vista como una acción intempestiva. Hay, sin embargo, sustento argumentativo en el estudio de cuerpos técnicos y jugadores. En el banco de suplentes, los deportistas revisan sus tablets con el abrumador apuntalamiento de los números. Los rangos de tiro cambiaron. Se tira cada vez más desde el arco de tres puntos y cerca del aro, pero nadie toma el middle range, los lanzamientos de entre 4 y 6 metros. El razonamiento es inapelable: la eficacia en los tiros exteriores y los disparos cerca del aro son las dos únicas alternativas. El tiro de media distancia es "irresponsable" según la inteligencia artificial.
Los ataques rápidos acortan los tiempos para tomar decisiones. Cuanto más tiempo un equipo tiene la pelota en las manos, más dudas lo rodean y más probabilidades tiene de fallar. Al mismo tiempo, más firmes se sienten las defensas rivales.
Además de la mecanización, la calidad individual es determinante. El jugador siempre manda. Lo que antes era visto como un error, hoy es una virtud. Lo que antes era inteligente, hoy no lo es tanto. Antes, los motivos que hacían que un espectáculo fuera placentero estaban vinculados con valores diferentes a los que se esperan hoy. Tal vez en la Euroliga todavía se conserva un poco más el juego de antes, pero también evolucionó.
Para los amantes del espectáculo y la velocidad, no hay mejor época que ésta. Y no es juego alocado, es vértigo diseñado. Velocidad que no se priva de la técnica. Los récords se suceden noche tras noche. Stephen Curry anotó más triples que nadie. James Harden encadenó más partidos con 30 o más puntos que ningún otro. Russell Westbrook logró la proeza de promediar triples dobles (doble dígito en puntos, rebotes y asistencias) dos años seguidos. Vale aquí una aclaración. Para la tradición argentina, jugadores como Harden o Westbrook, parecen excesivamente individualistas. Sin embargo, son de los más valorados en EE.UU. ¿Quién tiene la razón?
Puedo imaginar un equipo con cinco jugadores de 2,06m y sin base. Y que todos tengan habilidad y recursos. Es lo que se busca para el futuro
Gracias a los monumentales ingresos que la NBA logró desde hace un lustro, cada equipo puede invertir en sueldos más de 130 millones por año y aglutinar estrellas. Golden State marcó la tendencia de los súper equipos con Curry, Thompson, Durant y Green. Hoy que los Warriors se desmantelaron, hay paridad con equipos con duetos estelares: LeBron/Anthony Davis, en Lakers; Harden/Westbrook, en Houston, o George/Leonard, en Clippers. Además, los mejores extranjeros están en la NBA: Giannis Antetokounmpo, Nikola Jokic y Luka Doncic, entre otros.
Tal vez hubo tiempos mejores, con estrellas que, desde la nostalgia, invitan a creer que ese tipo de juego no volverá a repetirse. Pero los especialistas ya se preguntan si se puede comparar a LeBron con Jordan. Todo se acompaña con los avances tecnológicos que permiten ver más y mejor los partidos en cada rincón del planeta. Que ayudan a entender lo que pasa como nunca antes. La potente combinación del juego/show de alcanzó nuevos niveles y a las nuevas generaciones les encanta. En ese aspecto, estos últimos veinte años parecen ser incomparables con el resto de la historia.
Tres equipos que marcaron el Siglo XXI
- Dinastía I: Shaq, Kobe y el reinado de Los Angeles. Los Lakers de Shaquille O’Neall y Kobe Bryant le devolvieron a una franquicia histórica el dominio de los tiempos del Showtime de los 80 y obtuvieron un tricampeonato 2000/02. Con el que para muchos fue el pivote más dominante de la historia de la competencia y el hombre que se adueñó del trono tras el retiro de Michael Jordan.
- Dinastía II: La evolución del Big Three de San Antonio. Los Spurs de Popovich y el Big Three tuvieron varios estilos. Juego de control y generación desde el poste bajo con Duncan (2003), desequilibrio desde el perímetro con la dupla Parker/Ginóbili (2005 y 07) y rotación y movilidad colectiva cuando se agregó Kawhi Leonard (2014). Un equipo de enorme adaptación que marcó una época.
- Dinastía III: la revolución de Golden State Warriors. En la era de Big Data, Steve Kerr empleó un diseño de vértigo para liberar a sus tiradores, con los triples como arma letal. A la primera conquista de los Splash Brothers, Stephen Curry y Klay Thompson, se les sumó Kevin Durant para ganar otros dos anillos (17 y 18) y definir un estilo que se acentúa en la actualidad.
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