

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Una imagen rara. Curva rápida, un poco en bajada, y un auto tras otro coleando, despistándose, haciendo un trompo. No podía ser una suma de errores individuales: algo debía haber en el suelo. Y, como era de prever, en cierto momento hubo un choque. Fuerte.
Transcurría la primera sesión de entrenamientos de la segunda fecha del campeonato de Turismo Carretera, en El Calafate, Santa Cruz. El asfalto suele estar frío y poco engomado en la tanda inicial de un fin de semana, pero no tanto como para que semejante cantidad de pilotos pierda el control. Ignacio Fain, Matías Jalaf, Augusto Carinelli, Gastón Mazzacane y varios otros siguieron de largo o giraron de más sobre el pavimento. Ciertamente, los vehículos de TC no son ágiles: entre el tamaño, el peso y la tracción trasera, resulta difícil gobernarlos cuando se salen de cauce.
A Carinelli le fue peor que al resto. Su Toyota, que había dado ya dos vueltas en la práctica, quedó atravesado sobre el asfalto, como otros. Pero el suyo era el primero de varios en la pista, el que quedó más próximo a la curva rápida. Hubo quienes consiguieron eludirlo, mandándose al pasto. Pero Mazzacane, que a diferencia de otros que vieron la humareda no logró quedar en dominio de su coche, posiblemente por tener a más baja temperatura las gomas ya que estaba en su primer giro del día, se llevó por delante al detenido Carinelli. Más precisamente: se lo llevó por el costado, porque ya venía derrapando y su Chevrolet le pegó con el flanco derecho al izquierdo del Toyota. A bastante velocidad.
Volaron partes. Y dentro de los autos estaban los competidores, en medio de la incertidumbre sobre cómo se encontraban. Estaban sanos, pero no del todo bien: Carinelli y Mazzacane fueron derivados al hospital SAMIC, de El Calafate, donde les efectuaron resonancias magnéticas nucleares de columna y de cráneo. El ex piloto de Fórmula 1, de 49 años, no tenía mayores problemas; el chaqueño de 48, dolorido debajo de las axilas, no recordaba mucho del accidente, y entonces se quedó más tiempo en el centro de salud, “sólo para control”, según se informó.
Pasadas unas horas, el propio Carinelli llevó tranquilidad al manifestarse públicamente. “Gracias a Dios estamos bien después de semejante golpe. Fue un susto muy grande. Se va Jalaf, se va Fain, se va Vázquez y me voy yo. Nos vamos los cuatro por las piedras, con la diferencia de que yo quedo primero, y después a Gastón se le pone de costado por la piedra y nos pegamos de costado”, declaró, ya teniendo presente lo que había acontecido en la pista.
Tan bien estaba a esa altura el piloto del coche 77 que llegó a comentar que era una pena lo que había pasado desde el punto de vista deportivo. “Fue un golpe grandísimo. Quiero gradecer a Dios que estamos vivos y al doctor Balinotti, todo el grupo de gente, los bomberos y toda la gente del hospital, que nos atendieron de maravillas y nos hicieron todos los estudios. Así que acá estamos, contentos porque estamos bien y tristes por lo del auto. Es una pena venir desde tan lejos y que en la primera vuelta de un entrenamiento pase esto... Pero bueno, así son las carreras”, lamentó el chaqueño.
A todo esto, el Chevrolet de Mazzacane ya no sirve. Más allá de las roturas de la carrocería, quedó torcido el chasis, algo que no permite funcionar a un coche. Para participar a partir de la tercera fecha, que se desarrollará dentro de tres semanas en Neuquén, el corredor de La Plata deberá presentarse con un nuevo auto. También el Toyota de Carinelli quedó muy dañado, pero sin un diagnóstico definitivo.
Está claro que la sucesión de despistes se debió a la presencia de suciedad en el pavimento. En el automovilismo se entiendo por “suciedad” a la acumulación de polvo, detritos, arena o incluso fluidos que quitan tracción a los vehículos. Usualmente los perjudica en el rendimiento, porque no permite acelerar a fondo y puede propiciar patinadas; en el peor de los casos provoca salidas de pista. Es lo que sucedió en el autódromo santacruceño. En este caso, con piedras.
Más allá de la interrupción en ese primer tramo de ensayos, la actividad continuó, con una segunda sesión de prácticas y la prueba de clasificación. El mejor tiempo en esta última correspondió a Juan Martín Trucco, que con un Dodge Challenger registró 1m19s555/1000 y superó por un margen imperceptible, 11 milésimas, a Mauricio Lambiris, que maneja un Ford Mustang. Santiago Mangoni, a bordo de un Chevrolet Camaro, consiguió la tercera de las mejores marcas, a 164/1000, y es el otro piloto que encabezará la largada de una de las tres series de este domingo, que comenzarán a las 10.55, las 11.25 y las 11.50, antes de la final, que se iniciará a las 13.30. Transmitirá TV Pública.
Una particularidad: la habitual paridad en las sesiones de TC fue asombrosa en El Calafate, ya que hubo 30 autos agrupados en menos de un segundo de diferencia en los primeros puestos de la prueba de clasificación. Y habrían sido 31 si no se le hubiera retirado la mejor vuelta a Andrés Jakos (Toyota), por una sanción. Una cantidad impresionante, máxime considerando que hubo 50 anotados, ya excluidos Mazzacane y Carinelli, claro. No serán parte del domingo, aun cuando estén bien. Sus autos son el problema.
Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Iniciar sesión o suscribite