Red Bull aplicó un filtro antiespía para proteger los datos de sus autos durante las prácticas en Bahréin

La electrizante definición de la Fórmula 1 en 2021 a favor de Max Verstappen dejó a los amantes del automovilismo con ganas de mucho más. La polémica en Abu Dhabi con el safety car quedó en las retinas. Por fin, para ellos la espera se terminó y este fin de semana arranca la temporada 2022, en donde se renovará la rivalidad entre las escuderías Red Bull y Mercedes, en especial entre el neerlandés y Lewis Hamilton.

Los avances tecnológicos volverán a estar en el primer plano, y el reglamento técnico de este año resultará un enorme desafío: ingenieros y pilotos deberán explotar las nuevas normativas que aprobó la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que expusieron dificultades, controversias y también diseños revolucionarios. La magia enciende las luces para un nuevo show.

En este contexto, Red Bull llevó adelante una estrategia durante las pruebas en Bahréin -primera escala de la temporada este domingo-, con el objetivo de evitar ser espiados por la competencia. Según el sitio especializado Car and Driver, el equipo liderado por el inglés Chris Horner aplicó un filtro anti-espías en las prácticas del fin de semana, con el que no se pueden observar los datos que aparecen en los volantes de sus autos.

El deseo de proteger información se sustenta en las cámaras on board que ofrece la televisación oficial; en esas imágenes, todo queda expuesto y es por eso que algunas escuderías están tomando recaudos: entendieron que desde el cockpit se pueden obtener muchos datos valiosos. Sucede que esa pantalla incrustada en el volante puede ser la llave para que algún equipo competidor extraiga una estadística relevante y la utilice a su favor, como el ritmo del monoplaza, la carga de la batería y el balance de los frenos, entre otras métricas que pueden dar una idea del rendimiento del vehículo.

Así las cosas, para cubrirse de compartir públicamente información sensible con sus competidores, el filtro negro consigue el objetivo de que los datos resulten ilegibles. En un video que compartió la Fórmula 1 en sus redes sociales, queda expuesto el nuevo recurso tecnológico: no se ve nada del volante de Verstappen, quien marcó el mejor tiempo de la última prueba. ¿Cómo se logró? Red Bull colocó una especie de mica polarizada que evita que estos datos puedan ser vistos por los rivales. Quedará por verse si este recurso será permitido por la FIA a lo largo de la temporada.

La desconfianza impera entre los equipos líderes, conocedores de que nadie expone todo el potencial antes de la primera prueba de clasificación. Y menos, tras la revolución que hizo Mercedes con su modelo W13 de pontones angostos, una innovación técnica que despertó sospechas de ilegalidad, aunque la FIA no se pronunció en contra.

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