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Rally Dakar: las espadas de Toyota, especialistas en sortear los peligrosos caminos sauditas
El equipo oficial se impone en el clasificador general con el sudafricano Henk Lategan, y la estructura Overdrive ganó la cuarta etapa, con el piloto local Yazeed Al Rajhi
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LA NACION
“Nada detiene tu próximo paso” y “solo una Hilux puede superar a una Hilux” son algunos de los últimos slogans de Toyota para su camioneta, un modelo que nació en 1968 y que medio siglo después logró el primer éxito en el Rally Dakar. En la 47ª edición de la aventura más extenuante del planeta, que se desarrolla en territorio saudita, la factoría japonesa presenta seis vehículos oficiales y vuelve a desplegar todo su poderío.
El sudafricano Henk Lategan, junto a su compatriota Brett Cummings como navegante, lideran el clasificador general con el modelo GR DKR Hilux Evo; la cuarta etapa, la que dio inicio a la denominada maratón, tuvo como vencedor al piloto local Yazeed Al Rajhi, de la robusta estructura Overdrive, que también arribó a la cita con seis Hilux. Entre las dos organizaciones se adueñaron de las victorias de los cuatro segmentos; solamente el Prólogo se escapó de las garras del gigante que busca firmar un póquer de éxitos, el primero fuera de la órbita del príncipe qatarí Nasser Al Attiyah.
El retiro de Audi, que se impuso en 2024 con el binomio Carlos Sainz y Lucas Cruz, resultó un alivio para Toyota Gazoo Racing. Un competidor menos de jerarquía, de éxito probado. La irrupción de dos nuevas fuerzas -Ford y Dacia-, no incomoda todavía a los representantes de un grupo que se divide en dos: bajo el paraguas europeo asoman las fórmulas Lucas Moraes-Armand Moneleon y Seth Quintero-Dannis Zenz; el ala sudafricana tiene como alfiles a Giniel de Villiers-Dirk von Zitzewitz; Lategan-Cummings; Guy Botterill-Dennis Murphy y Saood Variawa-François Cazalet. El liderazgo de Lategan es toda una sorpresa: una lesión en el hombro le impidió participar el año pasado y en la cuarta aventura –finalizó 5° en 2023, su mejor resultado- busca dar el golpe sobre la mesa. Opacados por Al Attiyah, la salida del qatarí rumbo a Dacia, realzó al grupo sudafricano, que pretende con su legión convertirse en herederos de los éxitos.
Los títulos de Lategan en el Campeonato Sudafricano de Rally Raid son un empuje para el binomio, que tiene en Cummings a un fiel y experimentado copiloto. De 41 años, apasionado por el squash y el ciclismo, el ingeniero que trabaja en una mina de carbón cuando no está en competencia, la aventura del Rally Dakar es una pasión, al extremo que cuando su habitual compañero estuvo lesionado fue el navegante del rookie Guy Botterill, finalizando en el sexto puesto.
El equipo de fábrica tiene en las fórmulas del Overdrive Racing a sus mejores desafiantes y es el candidato saudita Al Rajhi quien pulsea con Lategan. La brecha es de 6m54s y la undécima participación del piloto local resulta toda una presión. Feroz competidor en las pistas, la amabilidad de Al Rajhi resalta en el vivac: en las jornadas de descanso organiza sistemáticamente banquetes e invita a varios de quienes son sus rivales. Su estreno en el Rally Dakar fue con Toyota, aunque más tarde –entre 2017 y 2019- cambió a Mini.
“Es uno de los autos más rápidos y fiables del mundo y con él conseguimos muchísimos éxitos. Estoy ansioso por sumar nuevas victorias”, deslizó quien ganó el año pasado el Desafío Ruta 40 y quien en la butaca derecha tiene a Timo Gottschalk, ganador del Rally Dakar en 2011, cuando acompañaba a Al Attiyah. El qatarí tuvo una etapa desafortunada, entre un pinchazo y un problema en la suspensión trasera del Dacia, incidentes en los que cedió 33 minutos. El apoyo de la española Cristina Gutiérrez volvió a ser determinante en la estructura de origen rumano, pero que pertenece el Grupo Renault desde 1999.
El saudita tiene en el argentino Juan Cruz Yacopini a un ladero para destronar al equipo oficial. El mendocino hizo valer la estrategia del día anterior y finalizó en el tercer casillero de la etapa, que unió Al Henakiyah con Al Ula, una ruta que desanduvo 415 kilómetros de especial y 173 de enlace. El avance le permitió regresar al top ten de la general, a 41m10s del sudafricano Lategan. La resolución del segundo segmento de la etapa maratón, que unirá Al Ula con Ha’il -492 kilómetros, 428 cronometrados- será el final de la primera semana de competencia, prólogo de la única jornada de descanso y posiblemente empiece a despejar a quienes se ofrecerán como candidatos a la victoria. Apuntar a que el triunfo se reduce al duelo entre el puntero Lategan y Al Rajhi es prematuro. Las ocho etapas por desarrollarse empequeñecen la diferencia que separa al puntero del binomio sueco compuesto por Mattias Ekström y Emil Bergkvist, representantes de Ford, que aparecen en el tercer puesto del clasificador general, a 21m40s.
La batalla entre los autos es cerrada y resulta opuesta al dominio que ejercen Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini en la categoría Challenger. Una vez más, la fórmula cordobesa fue la que enseñó el camino en Arabia Saudita y el cronómetro los dejó en la cima de la etapa: los 3m5s que los separó al arribar a Al Ula de los debutantes y nuevos escoltas Corven Leaverton y Taye Perry (Red Bull Off-Road Jr Team USA by BFG), ahora muestran un colchón de 25m14s en el clasificador general.
Tampoco en motos el clasificador ofrece movimientos sustanciales. El australiano Daniel Sanders (KTM) se adueñó del parcial y se sostiene en lo más alto, con 13m26s, sobre el español Tosha Schareina (Honda). Luciano Benavides (KTM) completó la etapa en el 10mo lugar y descendió dos escalones en el clasificador general.
“Cometí errores importantes en la navegación, especialmente en la zona de neutralización. Después del reabastecimiento apreté al máximo para recuperar el tiempo perdido y logré mejorar el ritmo. Lo más importante es que la moto se mantiene en buenas condiciones”, apuntó el salteño, de 29 años. Su hermano, Kevin, ganador en 2021 y 2023 del Rally Dakar, sigue enfocado en transitar cada día con el objetivo de arribar a la meta en Shubaytah, el viernes 17 de enero. El gravísimo accidente que protagonizó en mayo, durante un entrenamiento en Salta, le impidió completar la preparación y afrontar la participación resultó el gran desafío: “Si alguien supiera la magnitud de la lesión que tuve y el proceso de recuperación, entenderían lo que significa para mí estar aquí. No fue fácil, de hecho, pero estoy y eso es una victoria en sí mismo”, dijo en diálogo con Campeones quien celebrará el jueves, una vez más, su cumpleaños en plena competencia.
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