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A los autos de Fórmula 1 se los identifica con la velocidad. Los saltos y los sacudones son más propios de los de rally. Pero en las pruebas iniciales de la temporada 2022 en una pista, los coches están mostrando un bamboleo extraño, que algunos encuentran parecido al de los saltos de los delfines. Pero en este caso, a más de 200 kilómetros por hora, claro.
Se trata del porposing, un fenómeno que ciertamente no es nuevo en la F. 1, pero que llevaba más de 40 años archivado. Ocurre cuando hay un fuerte “efecto suelo” y consiste en esos “cabeceos” de los monoplazas, que producen inestabilidad al auto e incomodidad de conducción para el piloto. Pero también hay un segundo fenómeno inusual: el bottoming.
Bumpy road to the top for Charles Leclerc! 🤕#F1 pic.twitter.com/Z6a5e6d3bo
— Formula 1 (@F1) February 24, 2022
Los profundos cambios reglamentarios en el diseño de los coches para este año tienen por objetivo generar efecto suelo y no causar una turbulencia que haga demasiado difícil para el monoplaza que está inmediatamente detrás la superación. Pero los diseños por computadora subestimaron las consecuencias aerodinámicas en el propio auto.
“Creo que la mayoría de nosotros menospreció el problema que ocurriría al estar en la pista, el de rebotar más que lo esperado. Cuando uno configura estos coches con el efecto suelo, la situación es diferente. Es un proceso de aprendizaje”, comentó a Motorsport.com Mattia Binotto, el jefe de Ferrari, la escuadra en cuyos bólidos más notorio es el porpoising. Su par Frédéric Vasseur, de Alfa Romeo, indicó: “Algunos elementos no son fáciles de evaluar en el túnel de viento y en el simulador, y todos nos afrontamos el mismo problema. Resolverlo no es el mayor inconveniente, pero ser eficiente después es la clave. La rapidez con la que reaccione cada equipo será determinante para las primeras carreras”.
Pasaron 2 días de test y algo desvela a los ingenieros. @Circuitcat_es #F1Testing #telemetricof1 pic.twitter.com/vajAkTX1GS
— Adrian Puente | Telemétrico F1 (@TelemetricoF1) February 24, 2022
Ahora bien: ¿por qué se da el porpoising? La palabra se traduciría como “marsopeo”, por el movimiento de los marsopas –cetáceos semejantes a los delfines– al salir del agua a los saltos. Los coches de 2022 tienen un piso muy cercano al asfalto. La estrechez del espacio entre el pavimento y el fondo del auto hace que el aire circule más rápidamente por allí que más arriba, y eso produce el efecto suelo. Pero además, la enorme presión que existe ahora en el alerón delantero hace que el vehículo se incline hacia el frente. Cuando el ala toca el pavimento, y con el factor extra de unos anchos canales de salida que liberan bruscamente el aire por la parte trasera del piso del monoplaza, el vehículo deja de “cabecear” y rebota, hasta que el proceso recomienza. Todo, por supuesto, sucede en poquísimo tiempo. Y la lógica señala que a más velocidad, más “galope”. El fenómeno se anula completamente cuando el piloto frena, para, por ejemplo, encarar una curva.
Las soluciones son, en principio, unas muescas en el fondo de los autos, para descomprimir el aire que se acumula con tanta presión debajo del coche. Pero existe aquel segundo problema, derivado del porpoising: el bottoming. “Bottom” es “cola”, o “fondo”. En este caso se trata del final del recorrido de la suspensión: cuando se llega a ese punto, la carrocería toca la pista, lo cual tiene efectos negativos. Lo ideal es que el coche viaje muy bajo –para ganar efecto suelo y, con ello, agarre y tracción– pero no tanto como para que haga contacto con el pavimento demasiadas veces. Los técnicos trabajan para encontrar ese punto óptimo.
A pesar de que Ferrari es el equipo que más acusa el “marsopeo”, Leclerc dio la vuelta más breve del segundo día de prácticas en Montmeló, en el que intervinieron 16 pilotos. Llamativamente, Lewis Hamilton, de Mercedes, cerró la planilla, con un mejor giro que fue 2,8 segundos más lento que el más rápido del monegasco.
De todos modos, el valor de los registros en los entrenamientos es muy relativo, y sobre todo en los de pretemporada, en los cuales las escuderías evalúan a sus máquinas en diferentes aspectos: confiabilidad, reacciones con los distintos tipos de neumáticos, comportamiento según cuán lleno está el tanque de combustible, rendimiento de diversas piezas y demás. Lo que marcan los cronómetros no es lo más importante en esta etapa del año.
All the times and laps from our second day on track in Barcelona 👇
— Formula 1 (@F1) February 24, 2022
🔥 Fastest man = @Charles_Leclerc
💪 Most laps = @PierreGASLY #F1 pic.twitter.com/bAQDlVNbVz
De hecho, la tercera y última jornada de exámenes invirtió el panorama respecto a la segunda: los dos Mercedes concluyeron al tope, con Hamilton arriba y el recién llegado George Russell escoltándolo. Inmediatamente detrás, ambos Red Bull, con Sergio Pérez y Max Verstappen.
The silver cars top the table on our final day of running in Barcelona 🤝#F1 pic.twitter.com/xWvoAlYroz
— Formula 1 (@F1) February 25, 2022
Nada que sorprendiera si se tratara de una sesión por los puntos. Pero, como quedó dicho, lo sustancioso en esta parte del año es conocer el auto nuevo –más los técnicos que los pilotos– y corregirlo, para que funcione cuando los campeonatos ya estén en marcha. Cosa que ocurrirá desde el Gran Premio de Bahréin, del fin de semana del 18 al 20 de marzo.
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