Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Max Verstappen y Checo Pérez, la luz y la sombra de Red Bull en el GP de Mónaco
El neerlandés apabulló en diferentes condiciones de pista y redondeó un espectacular fin de semana en las calles del principado, mientras que el mexicano se enredó en el trazado callejero
- 5 minutos de lectura'
La primera pole, la segunda victoria. El Gran Premio de Mónaco empieza a rendirse ante Max Verstappen, que dominó la sexta fecha del calendario de la Fórmula 1: triunfo 39, el cuarto de la temporada, éxito que le permite aumentar la brecha con su compañero en Red Bull Racing, el mexicano Sergio Checo Pérez. Las espadas del equipo de Milton Keynes reflejaron los dos polos en las calles del principado: el neerlandés desanduvo un fin de semana contundente, con el agónico registro del mejor tiempo en la prueba de clasificación y el manejo imperial de la carrera, que siempre lo tuvo como líder del pelotón. Los cambios de condiciones del trazado, después del aguacero que se desató promediando el gran premio, no influyeron en el manejo del neerlandés, que fiel a su estilo exprimió la fiabilidad de un auto que está destinado a ingresar a la historia.
Descubrir la pericia de los pilotos para sortear el intrincado dibujo de Mónaco, con su estrechez y las curvas sesgadas, es un ejercicio que resalta la jerarquía de quienes componen el Gran Circo. Sumar la lluvia como aditivo exalta todavía más la dificultad y observar que el Auto de Seguridad no salió a lo largo de toda la carrera resalta el manejo. Entre todos, Verstappen resultó imbatible: siempre estuvo un escalón por encima del resto. En un circuito con características que le sonríen a su compañero Checo Pérez, el bicampeón del mundo y puntero del actual curso demolió al mexicano y mantuvo a raya a Fernando Alonso, que se presentó como la amenaza más importante en la qualy y también en la grilla. El sábado lo dominó en el último intento de la Q3, con roce al muro incluido en la vuelta rápida, para apoderarse de la pole por apenas 84 milésimas. Cuando se apagaron los semáforos, aventajó al asturiano, que partió con el compuesto más duro, y la aceleración en la corta recta resultó determinante para el desarrollo: sin posibilidades de pulsearle la posición, Alonso solo observó desde lejos las prestaciones del modelo RB19 que terminó con 27 segundos de diferencia cuando cruzó la meta.
Red Bull Racing desarrolló dos carreras en el mismo gran premio. Una estrategia con Verstappen y otra, opuesta, para Checo Pérez, que el sábado en la clasificación protagonizó un accidente en la Q1 y largó desde el último lugar de la grilla. Y así como MadMax condujo con guantes mágicos en una pista que con la lluvia se convirtió en un asfalto vidrioso, el mexicano atravesó un fin de semana de espanto: cinco ingresos a los boxes y culminar a dos vueltas de su compañero, un golpe demoledor para las aspiraciones del tapatío de incomodar al neerlandés en el Mundial de Pilotos. La primera detención en los pits, tras el primer giro, una movida que ensayó el muro para Pérez para intentar una remontada de ensueño: sin tráfico, la velocidad apuntaba a aspirar a un quinto puesto. Pero la proyección empezó a perder consistencia cuando quedó trabado con los rivales y mucho más con los roces con Lance Stroll (Aston Martin) y Kevin Magnussen (Haas), que lo devolvieron al box.
Mientras Checo Pérez sumaba inconvenientes, Verstappen ensayaba una tarea fantástica. Red Bull Racing desafía la degradación de los neumáticos, una señal de las bondades de un auto que apabulla en velocidad, pero que también logra extender la vida útil del compuesto. El análisis de los ingenieros de Pirelli -proveedores de gomas de la F.1- proyectaba que los neumáticos medios -lo de banda amarilla- tendrían capacidad para sobrevivir a 41 vueltas. El neerlandés extendió el stint al giro 54, después de un ligero contacto con el muro en la curva Portier, producto de una condición de pista que empezaba a humedecerse.
La aspiración de Aston Martin de batallar por la victoria todavía tiene algunas cuentas pendientes. Alonso logró en Mónaco su mejor resultado en la temporada y también en los últimos nueve años: el ovetense no terminaba como primer escolta desde el Gran Premio de Hungría 2014, con Ferrari. Cuando desde el pitwall lo llamaron para cambiar neumáticos, la estrategia señaló que montara el compuesto medio, cuando la condición de pista invitaba a calzar los intermedios (de lluvia). El error se tradujo en que Alonso debió volver al pitlane un giro más tarde. La buena señal, no perdió la posición con el francés Esteban Ocon (Alpine), excompañero de garaje hasta la temporada pasada y con quien sostuvo picantes duelos en la pista cuando compartían estructura. La mala noticia, correr a Verstappen ya era una misión perdida.
“Max manejó muy bien con los medios y no tuvimos ninguna oportunidad. La lluvia hizo que se complicaran las cosas: no pudimos aplicar toda la potencia, las frenadas eran complicadas… Me sorprendió que no haya ningún accidente ni ningún Auto de Seguridad”, apuntó Alonso, al que el jefe de Red Bull Racing -Christian Horner- ya colocó como enemigo: “Sabíamos que este fin de semana iba a ser nuestro mayor desafío en la primera mitad del año. Pensábamos que Ferrari sería el principal rival, pero Fernando estuvo on fire todo el de semana”.
Ganadores con una magnífica estrategia con Checo Pérez en 2022, el nuevo curso lo tuvo en modo imperial a Verstappen. El arrollador andar de Red Bull Racing se paseó de la mano del bicampeón por las calles de Mónaco.
Otras noticias de Fórmula 1
Más leídas de Automovilismo
Detalles. F1 en Las Vegas: calendario de prácticas, clasificación y horario de la carrera
"Por encima de todo". El jefe del equipo Williams dio detalles del estado de Colapinto y no confirmó que pueda correr el GP
Gran Premio de Las Vegas. George Russell se llevó la pole y Pierre Gasly sorprendió con el tercer puesto
“Un impacto de más de 50G”. Williams pone en duda que Colapinto participe en el Gran Premio de Las Vegas: no por el auto, sino por él