Fórmula 1: George Russell, el chico que miraba tímido a Lewis Hamilton y ahora le usa el Mercedes

Tímido. Como empequeñecido ante la proximidad de un ídolo. Unos libros o algo así en una mano. ¿Para pedirle autógrafos? Quizás. Parece ser un acontecimiento publicitario, no un descanso en un fin de semana de gran premio. Lewis Hamilton luce muy joven; es el de sus primeros años en McLaren. Y qué decir de George Russell: un niño.

Más de 10 años después, el chico ocupa hoy el asiento del grande; grande en edad (35 años) y grande en logros (siete coronas, récord de victorias). Russell se sienta por una carrera, a lo sumo dos, en la fiera con ruedas con la que Hamilton domina a voluntad: un inglés reemplaza a otro en Mercedes durante el Gran Premio de Sakhir. La evolución de su Covid-19 dirá si el campeón se reintegrará en Abu Dhabi la semana que viene, pero al muchacho de 22 años nadie le quitará el gustazo de correr por unos días en la escudería más poderosa de la Fórmula 1.

George es piloto de Williams, hoy por hoy el equipo más flojo del parque. Nunca, en sus 36 grandes premios y dos temporadas, logró sumar un punto, y de golpe tiene en sus manos el mejor auto de la parrilla. Parece ser un muy buen piloto, tal vez a la par de otro compatriota, el aun más joven Lando Norris (21), de McLaren. Y no por nada lo convocó la escudería alemana, que tenía la opción de recurrir a sus conductores de reserva: el belga Stoffel Vandoorne y el mexicano Esteban Gutiérrez, dueños de cierta experiencia en Fórmula 1. La buena relación Mercedes-Williams (la casa de la estrella provee motores a la tradicional escuadra) facilitó el préstamo de Russell.

Y él aprovecha la oportunidad por ahora. Dominó las dos prácticas del viernes en el autódromo de Bahréin, y con cierta diferencia sobre su circunstancial compañero, el veterano Valtteri Bottas. Con el número 63, en vez del 44, en el Mercedes que Hamilton deja vacante este fin de semana por coronavirus, el inglés se adelantó a los dos Red Bull y situó al finlandés a 3/10. Que en condiciones normales no son poco, pero menos lo son ahora: este fin de semana en Bahréin se usa otro dibujo, el "circuito perimetral" del autódromo, el más corto en muchos años en Fórmula 1 excepto por el callejero de Mónaco, con 3543 metros. Es tan breve que las vueltas demoran menos de un minuto; Russell tardó 54s546/1000 en su mejor giro del día, y para este sábado en la prueba de clasificación se espera el menor tiempo para pole position en la historia de 70 años de la categoría, además de mucho tráfico por lo corto del trazado.

Otra rareza es que hay tres sustitutos para esta carrera: Russell, su compatriota Jack Aitken en Williams (en su lugar) y el brasileño Pietro Fittipaldi, que toma el Haas del accidentado Romain Grosjean. Mientras tanto, las miradas están muy focalizadas en Bottas. El finés ya estaba observado por flojos rendimientos en 2020, y durante el primer contacto de Russell con un Mercedes, quedó apenas cuarto en las planillas, tras un pequeño incidente conductivo que afectó sus frenadas. Tuvo problemas en la curva 8.

Comparadas, las mejores vueltas de Russell y Bottas en Sakhir en la tanda 1 de prácticas

A Bottas se lo critica por escasez de combatividad y por excesiva frialdad. Su imprevisto compañero de este fin de semana es muy diferente, al menos en carácter: suele mostrarse simpático en videos en las redes sociales y hace un par de meses llamó la atención al comentar en directo para la televisión un giro propio en el espectacular autódromo de Mugello, tal vez el más exigente de la temporada en cuanto a conducción. Con voz agitada, George entregaba informaciones técnicas y hasta algún detalle externo a la pista.

Ahora, con sus buenos primeros resultados en Sakhir, el chico británico terminó de despejar, si alguien todavía la tenía, la duda de si el auto es más determinante que el corredor en la Fórmula 1 moderna. Y de paso, pone un poco de ingredientes en la discusión, abierta por los aficionados y alimentada por Max Verstappen (Red Bull), de que manejando un Mercedes un 90% del plantel de pilotos de la categoría sería campeón.

Él, por lo pronto, se lo toma con humildad: "Estoy aprendiendo mucho en cada vuelta en el coche. Pienso que mis tiempos de vuelta son engañosos por el momento; no son una representación real del ritmo. He sufrido en las tandas largas con alta carga de combustible, y esto será clave el domingo. Hay mucho trabajo por hacer para sentirme cómodo en el coche y los reglajes. El primer día ha sido alentador; estoy emocionado por volver al W11 mañana", comentó George Russell, aquel chico que miraba desde atrás a Lewis Hamilton y ahora reemplaza al piloto más exitoso de la historia.

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