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El comienzo de la era híbrida de IndyCar no le dibujó ni una sonrisa a Agustín Canapino
En la nueva era de los motores de la categoría, el arrecifeño finalizó 22°: “No tuvimos suerte con las banderas amarillas, con la estrategia”, apuntó el Titán
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La expectativa por el estreno de los motores híbridos en IndyCar no resultó alentadora para Agustín Canapino, que tuvo un fin de semana irregular en la presentación de la categoría en el circuito de Mid-Ohio, donde se desarrolló la novena fecha del calendario. Los autos del equipo Juncos Hollinger Racing finalizaron en las posiciones 22ª y 23ª del clasificador: el arrecifeño, enredado desde su primera detención en el pit, no descubrió el modo de reinsertarse en la batalla; Romain Grosjean, su compañero de garaje, sufrió un despiste en los últimos compases de la competencia, situación que lo relegó por detrás del Titán.
La carrera tuvo una pulseada singular entre el mexicano Pato O’Ward (Arrow-McLaren) y el español Álex Palou (Chip Ganassi Racing): el regiomontano se llevó la gloria, regresó al triunfo por sus propios medios, después de ser consagrado ganador en la carrera que abrió el calendario en San Petersburgo, tras la desclasificación de Josef Newgarden (Team Penske), y escaló al tercer lugar del campeonato.
“Viene siendo un fin de semana un poco complicado, aunque aun así no estamos mal: quedamos a menos segundo del mejor clasificado de nuestro grupo y a 0,2 segundos de Romain, que se clasificó para el Fast 12″, analizó Canapino, el sábado, y las sensaciones eran duales: el Titán no encontraba la velocidad en el auto N° 78 del Juncos Hollinger Racing, aunque se esperanzaba con que el ritmo de carrera le permitiera ensayar una remontada. Las pruebas que se realizaron en el warm-up tampoco fueron una solución y el despiste resultó un susto extra en Mid-Ohio, un recorrido que se inició con un principio de incendio –el viernes- en la parte posterior del auto.
La última imagen demostró las complejidades de la aventura por Lexington, una ciudad que está en el triángulo que conforman Cleveland, Columbus y Toledo. Canapino marchaba por delante de O’Ward y de Palou, que encabezaban el clasificador, y para no entorpecer la marcha de los punteros se hizo a un costado. La maniobra tuvo un extra: cuando retomó el espacio y la velocidad, el novato Kyffin Simpson (Chip Ganassi Racing) le arrebató el puesto. Para el Titán, la bandera a cuadros cayó y lo encontró en el mismo lugar desde donde partió: 22°.
El resumen de la carrera de IndyCar en Mid-Ohio
“Desafortunadamente, no tuvimos guiños con las banderas amarillas, con la estrategia. El ritmo de carrera fue decente, pero en una carrera muy lineal no nos ayudó. Terminamos, sumamos algún puntito y vamos a intentar lo mejor el próximo fin de semana”, señaló Canapino, que tendrá doble tarea, ya que en el pequeño óvalo de Iowa la categoría desarrollará una función por duplicado, con carreras el sábado y el domingo.
Para IndyCar, la visita a Mid-Ohio quedará eternizada, porque con la colaboración de Honda y Chevrolet se presentó la primera carrera con motores híbridos. Al motor de combustión interna V6 biturbo, de 2,2 litros, se le combina una unidad generadora de motor (MGU) eléctrico de bajo voltaje y un sistema de almacenamiento de energías, que se instalaron entre el motor de combustión y la caja de velocidades. La regeneración de energía puede ser manual, con el pedal del embrague, o con un software. La potencia extra que se consigue son de 60 caballos de fuerza, estipularon los ingenieros.
Para Canapino, la experiencia necesitará de nuevas aventuras para extraer mayor rendimiento. Del 22° puesto de largada logró avanzar hasta la posición 13ª, pero a partir de la primera detención todo fue cuesta arriba: la larga detención lo hizo caer la última posición, solo por delante de Scott Dixon (Arrow-McLaren), que quedó detenido en la vuelta de formación sobre la pista, y después de permanecer varias vueltas en el box retomó la actividad con el propósito de entrenar con el motor híbrido. El resto del recorrido del arrecifeño resultó gris, sin señales de una reacción que alentara una nueva escalada como en el comienzo.
Canapino tuvo un paso en falso por un escenario que se le presenta poco amigable: en 2023 finalizó 23ro. El óvalo de Iowa será la esperanza para volver a sonreír.
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