Australian Open: el progreso de Guido Pella rinde examen ante el talentoso Fabio Fognini

En mayo próximo, Guido Pella cumplirá 30 años. Lleva poco más de una década en el circuito, con mucho tiempo en el segundo nivel, hasta alcanzar la plenitud en la última temporada. Más maduro y afianzado en su juego, el zurdo se dio un pequeño gusto en este Abierto de Australia: alcanzar por primera vez en su carrera la tercera rueda en el Melbourne Park, un escenario que lo había despedido más temprano en las cinco incursiones previas.

Por un lado, Pella cumple con las expectativas que marcan su posición en el ranking (25°); por otra parte, empieza a dejar atrás los pasos en falso en los Grand Slams. Brilló el año pasado en Wimbledon, donde alcanzó los cuartos de final, como también había sufrido once eliminaciones en primera rueda en los grandes torneos, incluidas cuatro salidas en el estreno en Australia. Antes de esta tercera etapa, sólo había pasado el primer escollo en 2016. La regularidad en el tenis se trasladó a los resultados, lo que le permite a Pella dar un paso más en los torneos.

La progresión, acompañada por José Acasuso como entrenador, es evidente. En el nivel ATP, Pella acumuló 61 partidos en 2019 (36 triunfos y 25 derrotas), bastante más que los 47 de 2018 (25-22) y los 34 de 2017 (16-18). Además de obtener su primer título ATP (San Pablo), llegó a la final en Córdoba y los mencionados cuartos de final en el All England; también alcanzó esa etapa en Barcelona y el Masters 1000 de Montecarlo, y las semifinales en Buenos Aires y Los Cabos.

Este año, participó con la Argentina en la Copa ATP con dos triunfos y dos derrotas. En Melbourne, pasó sin problemas el estreno ante el invitado local John Patrick Smith, y en segunda superó al francés Gregoire Barrere, 84° del ranking, por 6-1, 6-4, 3-6 y 6-3. El listón sube pronto: en las próximas horas se enfrentará con Fabio Fognini (12°), un adversario peligroso, tan talentoso y experimentado como volátil e irregular. Fognini ya no tiene al argentino Franco Davin como entrenador, y cuenta con el consejo de Corrado Barazzutti para este tramo de su carrera.

En dos partidos en Australia, Fognini expuso virtudes y defectos con su sello: el primer día quedó dos sets abajo contra el gigante Reilly Opelka, un norteamericano de 2,11m que asoma como el próximo John Isner. Destrozó su raqueta contra el piso, y ese ataque de furia se lastimó el índice de la mano derecha. Con esa limitación a cuestas, se recompuso y dio vuelta el partido: 3-6, 6-7 (3-7), 6-4, 6-3 y 7-6 (10-5), en 3h38m de batalla. Frente al local Jordan Thompson también ganó por el camino más largo: 7-6 (7-4), 6-1, 3-6, 4-6 y 7-6 (10-4) en 4 horas y 5 minutos. Cuando el australiano falló en el último punto, Fognini arrojó su raqueta al cielo y ensayó un Topo Gigio, llevándose la palma de mano derecha a la oreja. Tenis vistoso y canchero.

Así, Pella y Fognini volverán a cruzarse por quinta vez en sus carreras. El argentino ganó en Pablo 2013 y también en Munich, en 2017; el de San Remo se impuso en un cruce en Buenos Aires, en 2010, y también en el Parque Sarmiento, por la Copa Davis: con la serie 2-2, el italiano revirtió una desventaja de dos sets para darle el triunfo a la Azzurra y eliminar a la Argentina, que venía de conquistar la Ensaladera en Zagreb.

Ubicado en la tercera sección del cuadro principal, Pella tratará de avanzar por primera vez a la segunda semana en Melbourne. Más adelante, en el horizonte asoma Roger Federer en un hipotético cruce de cuartos de final. Pero para pensar mucho más en grande todavía falta, y el próximo examen será cerrarle la puerta al habilidoso (y temperamental) Fognini.

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