Yelena Isinbayeva apoyó la ley antigay y se desató la polémica

MOSCÚ (DPA).- Todavía con la satisfacción a cuestas tras consagrarse campeona mundial en salto con garrocha por tercera vez, Yelena Isinbayeva, leyenda viviente del atletismo y de este Mundial que se celebra en Moscú, se encargó de agregarle combustible a la ya candente controversia por la ley que condena la homosexualidad en Rusia, dispuesta por el presidente Vladimir Putin, y que podría afectar la participación de atletas de esa condición en los Juegos Olímpicos de Invierno que se harán el año próximo en Sochi.

Vivimos los hombres con las mujeres, y las mujeres con hombres; así ha sido siempre la historia. Nunca hemos tenido ningún problema, ni queremos tenerlo en el futuro, pero estamos profundamente en contra (de la homosexualidad).

"Si permitimos que los gays promuevan y hagan todo eso en la calle estaríamos muy preocupados por nuestro país, porque nos consideramos gente normal", dijo Isinbayeva. "Vivimos los hombres con las mujeres, y las mujeres con hombres; así ha sido siempre la historia. Nunca hemos tenido ningún problema, ni queremos tenerlo en el futuro, pero estamos profundamente en contra (de la homosexualidad). Estamos en contra de la publicidad en nuestro país. Apoyo a nuestro gobierno", agregó la notable atleta rusa, que admitió que se alejará de las competencias para ser madre.

Desde varios ámbitos, se le pidió al gobierno ruso que aclare los alcances de la ley, que no prohíbe explícitamente la participación en desfiles de orgullo gay o la promoción de la igualdad de derechos de los gays, bisexuales y transexuales en medios cibernéticos, pero cualquiera que salga a la calle con una bandera con arco iris, o escriba sobre relaciones gays en Facebook, podría ser acusado de promover orientaciones sexuales "no tradicionales" frente a menores, con penas de cárcel o deportación. Por esta ley, algunos activistas promueven un boicot a los Juegos de Sochi.

Del otro lado, en protesta por esta prohibición, dos atletas suecas, Emma Green Tregaro y Moa Hjelmer, compitieron ayer con las uñas pintadas con colores del arco iris -símbolo del orgullo gay- en el estadio Luzhniki, la sede del Mundial. "Esto es para plantear mi punto de vista. El deporte es para tenernos respeto y tolerancia", dijo Green Tregaro, saltadora en alto, a la agencia sueca TT. Moa Hjelmer, que participó en las eliminatorias de los 200 metros, hizo lo mismo. Isinbayeva respondió: "Lo que hicieron es una falta de respeto. Tal vez somos diferentes a los europeos. Tenemos nuestro país y todos deben respetarlo. Cuando vamos a otros países, intentamos seguir sus reglas".

Desde la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), se busca equilibrio: "Nuestra constitución resalta el principio de la no discriminación por inclinación religiosa, política o sexual. Junto con esto, está nuestra creencia en la libre expresión como un derecho básico, lo que significa que debemos respetar tanto la opinión de Green Tregaro como la de Isinbayeva'', dijo Nick Davies, vocero de la entidad, a la agencia AP. Y, seguramente, el caso tendrá más repercusiones.

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