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Entre dos equipos a los que les cuesta ganar, el empate fue lo más lógico. Podría haber sido con goles, porque tanto Arsenal como Platense dispusieron de un puñado de oportunidades, distribuidas equitativamente en cada tiempo. El conjunto de Sarandí fue más agresivo en la primera etapa y el Calamar hizo merecimientos en la segunda.
Con el 0-0, Arsenal al menos asomó la cabeza del pozo de las cinca derrotas consecutivas. Fue el primer punto en seis fechas para un equipo que estaba acostumbrado a sumar más desde que ascendió a primera. A Platense le está quedando lejos aquel debut triunfal ante Argentinos, mientras trata de adaptarse a las exigencias de la categoría superior.
En la racha adversa de Arsenal, uno de los déficits es su falta de efectividad, reflejaba en la magra cosecha de dos goles. La incapacidad para aprovechar las situaciones que genera tuvo otro capítulo en el primer tiempo frente a Platense. Lucas Albertengo desperdició dos ocasiones frente al arco, dentro de un recuento general que incluyó definiciones desviadas de Carbajal, Ruiz y Castro.
Rondina hizo ocho cambios -cuatro obligados por contagios de covid-19- con respecto a la formación que cayó ante Rosario Central. Le dio descanso al arquero Nicolás Navarrro, que llegó para cubrir la salida de Gagliardo, y dispuso el debut de Alejandro Medina, incorporado desde Quilmes. La búsqueda más seguridad rindió frutos.
Platense se vio superado en el primer tiempo, aunque nunca resignó la posibilidad de inquietar de contraataque. En Arsenal, Ruiz retrocedía unos metros para crear juego con su toque y panorama, mientras que Emiliano Papa se proyectaba constantemente por adentro para crear superioridad numérica. Platense no cortaba la iniciativa local y sufría cerca de su área. En ataque, a los movimientos y buena de conducción de Curuchet le faltaban compañía por el escaso aporte de Tissera y Palacios.
Ante la evidencia de que no tenía contención ni control en el medio campo, el “Chocho” Llop hizo dos cambios para el segundo tiempo, con los ingresos de Bochi y Zeineddin. La mejoría fue de inmediato, Arsenal ya no fue tan dominador. Y el Calamar pudo desnivelar con Bogado (remate desviado), Curuchet (Medina tapó la emboquillada) y Gerzel (Carabajal llegó justo al cierre). Curuchet se mantenía como el jugador más inteligente para orientar los ataques. “Venimos errados con el arco, no quiere entrar”, expresó Curuchet.
Bajo la llovizna, la última ocasión estuvo en los pies de Bogado, con un tiro al ángulo que sacó Medina. Arsenal no encontró el triunfo, pero al menos dio con un arquero que evitó otra derrota
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