En el invierno de 2022, Rubén Insua, el restaurador de San Lorenzo de la última década, tomó nota de la falta de dólares y con una sola idea, anotó un nombre en un borrador. Andrés Vombergar, decía. Delantero, de un metro 87, nacido en Villa Luzuriaga con destino exótico. Primero, Ituzaingó, Fénix, Los Andés. Luego, Eslovenia, Rusia, México. Rubio, alto, ojos claros, de sangre eslovena y pasión por hacer goles en cualquier momento y lugar.