Alexis Sánchez-Lionel Messi: líderes de sus equipos nacionales, pero de poco feeling como compañeros

Hace menos de un año, en Chile aprendieron con Alexis Sánchez a espantar temores y a erradicar el complejo de nunca haber ganado la Copa América. Se contagiaron de su espíritu positivo ("pagaría por verme jugar") y atendieron sus proclamas populistas ("en el último amistoso en Rancagua parecía que no estábamos en Chile. Somos 12 los que jugamos. Nosotros y la gente").

Llegada la hora de la verdad, el nacido en el desierto de Tocopilla, que hizo escala en River antes de una carrera consagratoria en Europa, no defraudó. En el Estadio Nacional consiguió el gol más importante en la historia del fútbol chileno. Ejecutó el último penal con la delicadeza de un suspiro que precedió al estallido de júbilo. Un toque tan suave, que parecía un acto de inconsciencia, derivó en un instante épico. Nunca había sido tan Niño Maravilla como ese 4 de julio de 2015.

Mientras Sánchez se sacaba la camiseta y emprendía una alocada y eufórica carrera, Lionel Messi, en el círculo central, empezaba a encogerse hasta quedar en cuclillas para masticar la bronca y la decepción por otra final perdida.

No hay ningún futbolista contemporáneo o antiguo que tenga una trayectoria en equipo de club como la de Messi. Podría despojarse de algunos títulos y honores y seguirían sobrándole. Lo que le falta es vestido con la camiseta del seleccionado: un título como el que logró Sánchez.

En otro contexto que el de la final de hace menos de un año, lo cual no no quita que el partido de hoy sea muy importante, Sánchez y Messi volverán a cruzarse esta noche. La Argentina recupera al referente que no tuvo en las cuatro fechas anteriores de las eliminatorias y que llega con un descollante 2016 en Barcelona. Chile se aferra más a este Alexis Sánchez que con sus goles fue vital en los triunfos frente a Brasil y Perú, pero de gris actualidad en Arsenal, donde la falta de aprobación de la renovación de su contrato por parte de Arsène Wenger despertó el interés de Juventus y Atlético de Madrid por contratarlo. Esta circunstancia no inquieta al debutante Juan Antonio Pizzi: "No tengo reproches hacia su rendimiento. Como el resto, Alexis llegó con ganas e ilusión y estoy satisfecho con lo que me mostró en estos tres días de trabajo". No faltan chilenos que ven en Sánchez la S de salvador en ataque ante las ausencias de las tres V: Valdivia, Vidal y Vargas.

Alexis y Lionel, compañeros en Barcelona durante tres temporadas, se vieron las caras hace poco, por los octavos de final de la Liga de Campeones, en una serie que fue una exhibición de Barcelona, con Messi en plan estelar y sin contraposición del lado de Sánchez. Fue un reflejo del 2016 de cada uno. El argentino acumula 24 goles en 20 partidos oficiales en Barça. A esta altura, es un registro superior al de 22 que tenía en 2012, año en el que llegó a la estratosférica cifra de 91 y superó el récord de 86 de Gerd Müller.

Nadie asimila de un día para el otro vivir sin Messi. La Argentina pasó por esas inevitables melancolía y desorientación en el comienzo de las eliminatorias. Fue de menor a mayor, desde el desconcertante debut con derrota en el Monumental contra Ecuador hasta la revitalizante victoria sobre Colombia en Barranquilla, donde el equipo aprendió a arreglárselas sin Leo. Gerardo Martino ayer le abrió los brazos a la reincorporación de Messi: "Su presencia es tranquilizadora, motivadora y siempre necesaria", valoró el seleccionador.

Los dos van en camino a superar a los máximos goleadores históricos de sus conjuntos nacionales. Sánchez, de 27 años, suma 31 tantos y está a seis de los 37 de Marcelo Salas; el otro que tiene por delante es Iván Zamorano, con 34. Messi, con 49, se ubica a siete de los 56 de Gabriel Batistuta.

Fueron compañeros en Barcelona de 2011 a 2014, con una última temporada compartida bajo la conducción de Martino, la más pobre del club catalán desde 2008, año en el que Josep Guardiola reemplazó a Frank Rijkaard. Fue despareja la complementación que tuvieron en el ataque de Barça. Ni por asomo hubo la simbiosis que Messi consiguió después con Luis Suárez y Neymar. Jorge Sampaoli ensayó una explicación: "Alexis es un gran jugador, pero nunca tuvo esa sensibilidad como para jugar con Messi". Mejor, cada uno por su lado, como esta noche.

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los goles de Messi a Chile en 5 partidos; ambos en dos cotejos por las eliminatorias para el Mundial 2014

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goles de Sánchez a la Argentina en tres partidos; convirtió el penal decisivo de la definición de la Copa América

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