Flor Fernández, campeona argentina de ajedrez por quinta vez

En las instalaciones de la Universidad de La Punta, en la provincia de San Luis, Flor Fernández ganó el Campeonato Argentino Femenino de ajedrez por quinta vez en su carrera. Ante la ausencia de Carolina Luján, que se encontraba jugando un torneo en la isla de Cuba, había varias candidatas al primer puesto. Durante el torneo brillaron las jóvenes Candela Francisco, de quince años, y Anapaola Borda, de dieciocho, a la postre segunda y tercera respectivamente.

Estas dos chicas representan el futuro del ajedrez femenino de nuestro país. Fue un gusto ver la claridad de ideas y la facilidad de cálculo de ambas. Pero a la hora de la verdad, revestida del “ánimo que vence en las batallas” según dice Dante en la Comedia, prevaleció la “veterana” de treinta años, Flor Fernández. No importó que estuviera fuertemente engripada en las últimas rondas; supo resistir y encontrar el camino para el triunfo final.

Entre las muchas virtudes de Flor es la principal la de ser una jugadora aguerrida e indomable. Siempre juega a ganar y es un ejemplo para otras y otros en su intransigente vitalidad deportiva. Prueba de ello son los muchos maestros y grandes maestros argentinos y latinoamericanos que han tenido que inclinar su rey ante el juego valiente y osado de Flor.

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.

Ir a Canchallena

Ajedrez. El amor al juego del amateur y la obligación del profesional

Como en Gambito de Dama. Caro Luján es la Beth Harmon del ajedrez argentino

Entre Rusia y Ucrania. Una metáfora de la guerra y la polémica por Karjakin

Conforme a los criterios de

Conocé más

A la sombra de Carlsen. El eterno segundo del ranking que todavía tiene tiempo para dar el gran salto a la cima del ajedrez

El game over de las computadoras. La era del ajedrez videojuego: cómo se pasó de la lucha psíquica a la carrera contra uno mismo

Shakespeare, Casablanca, Mujer bonita. Ajedrez, cine y teatro, un maridaje de los siglos