Tras los pájaros llegó el felino: imparable, Banksy sigue soltando animales en las calles de Londres
El gato apareció hoy sobre un viejo cartel de publicidad; ayer había pintado unos pelícanos en lo alto de una tienda de comidas; así cierra una semana de actividad frenética para el grafitero anónimo
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De lunes a sábado, por la mañana, con puntualidad inglesa y un efecto sorpresa que todavía le dura, tantos años después. Parece increíble, pero Banksy vuelve a ser noticia: con un felino sobre un viejo cartel de publicidad, sumó hoy el sexto animal pintado de improviso en las calles de Londres en lo que va de una semana. Son días de una actividad completamente atípica para el enigmático artista callejero, que en un ritmo nada habitual parece dispuesto a convertir la capital británica en un zoológico de tinta negra.
Comenzó el lunes con una cabra, siguió con dos elefantes el martes, tres monos el miércoles, un lobo que duró poco jueves (enseguida se robaron la antena satelital en la que había plasmado el stencil), dos pájaros ayer y esta mañana llegó el primer felino de la fauna. No había sido suficiente con los pelícanos a punto de comerse un pez estampados -siempre en pintura negra- sobre la pared de la planta alta de Bonners Fish Bar, en el 144 Northcote Road, en Walthamstow. Un guiño deliberado: ¿el especial de la casa? Un traditional fish and chips. Orgullo o estrategia digital, el local reposteó la foto.
Todos estos ejemplares, que alimentan la pregunta por el significado de la serie, tuvieron la certificación de autoría que da la publicación inmediata en la cuenta oficial @banksy, que siguen casi trece millones de personas. Mejor vidriera para un personaje anónimo, imposible. Sin embargo, no dijo -no escribió- ni una sola palabra sobre el sentido de la irrupción animal, que dejó a libre interpretación de los vecinos y fans que tiene en todo el mundo. Hoy, un seguidor de Instagram (@tomjjames) apuntó: “Es inmigración y refugiados. Las zonas de Londres y los animales van mostrando las comunidades donde se han asentado los desplazados”. Ciertamente, un tema que ha demostrado ser de su más alto interés incluso más allá de los muros. En julio pasado, el barco humanitario MV Louise Michel -un bote de rescate financiado por el artista, conocido por su activismo social y político- fue inmovilizado en puerto durante 20 días por ignorar las órdenes de desembarco de inmigrantes de las autoridades italianas. Otros barajan la posibilidad de que sea un nuevo llamado de atención sobre la crisis climática y ambiental, que también es bandera del paladín británico. Cuando aparecieron las dos trompas saliendo por las ventanas de un edificio de ladrillos, el martes, varios usaron la frase elephant in the room, expresión metafórica que hace referencia a una verdad evidente que es ignorada, pasa inadvertida o de riesgo obvio que nadie quiere discutir.
Sobre el arca de Banksy
Es sabida su fascinación por los monos: del famoso parlamento de chimpancés subastado por más de US$12 millones a la mona con corona con la que retrató irónicamente a la reina de Inglaterra, varios de estos ejemplares se vieron hace dos años en La Rural, cuando llegó a Buenos Aires la muestra que se pregunta si Banksy es un genio o un vándalo. En este caso fueron tres los simios que aparecieron columpiándose a un lado de un puente ferroviario en la estación Brick Lane. ¿Pero por qué las cabras y los elefantes llegaron primero al arca de Banksy? ¿Y las ratas, otras de sus criaturas favoritas, por qué no aparecieron esta vez en ninguno de todos los barrios diferentes que fue tocando con su marca? Sobre un mapa, es difícil vislumbrar un patrón para los movimientos de estos últimos días. ¿Por dónde seguirá? ¿cuándo terminará la saga?
A propósito de planos, el “circuito Banksy”, en franca expansión, se fue convirtiendo en un city tour alternativo para los visitantes de Londres desde hace algunos años. Tanto que, ante una búsqueda en Google Maps, la app sugiere como puntos de interés turístico visitar varias de las paredes más famosas: el cajero automático (ATM), el Banksy Basquiat que fusiona el estilo de los dos grandes artistas, el “área grafiti” junto a las vías del tren en Rivingston Street. En alguno de estos casos, el paseo puede resultar tan decepcionante como curioso. Es el caso del Tree Mural que este mismo año Banksy dejó sobre la pared lateral del jardín modesto de un edificio cerca de Finsbury Park, que da a la calle. Ocurrió que el cerezo plantado sobre Hornsey Road había perdido todo su follaje real cuando el famoso grafitero, en plan fantasma, pasó la madrugada del domingo de San Patricio y usó todo sus aerosoles verdes para revivir al árbol. Con el cambio de estación, no solo la pintura quedó tapada por las hojas verdaderas que volvieron a crecer, sino que los vecinos hicieron un cerramiento alrededor de la obra para evitar el asedio del público, además de cubrirla con unos paneles para preservarla.
¿Protegerlo para conservarlo, porque “contagia alegría” -una de las razones que más repiten los londinenses cuando se les pregunta qué piensan de las pintadas-, porque se trata de un artista famoso o porque vale millones? Todas las respuestas son correctas. Cuando el lunes pasado apareció la cabra en el precipicio estampada en la pared exterior del edificio de una empresa, en Richmond, al suroeste de la ciudad, los voceros de la firma Boss & Co. confirmaron inmediatamente su intención de preservarla. Acto seguido, consignó el Daily Mail, le pusieron un número tentativo: diez mil libras por ese muro. En 2018, sorprendió al mundo del arte cuando su pintura Niña con globo se “autodestruyó” en Londres, inmediatamente después de haber sido vendida en una subasta por 25,38 millones de dólares, la cifra más alta que se haya pagado por una pieza suya.
"Can you believe it!”
— BBC London (@BBCLondonNews) August 6, 2024
A new Banksy popped up yesterday in Kew and another one has been unveiled today in Chelsea.#banksy #streetart #streetinterview #publicinterview #kew #chelsea #london pic.twitter.com/dRV4Fhq1Fl
Desde hace más de veinte años, un hombre presuntamente nacido a mediados de los 70 saltó a la fama a través de una serie de grafitis que aparecieron primero en edificios de Bristol, Inglaterra, con temas satíricos. Así, Banksy, como firmó desde un comienzo, se hizo reconocido a la par por su arte urbano y su anonimato. Aunque en varias oportunidades se elucubró con resolver el intríngulis de su identidad, sigue siendo una incógnita. ¿Descansará el domingo?
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