Visita fugaz por lo real con Oscar Pintor, en la Fotogalería del San Martín
Una muestra antológica del maestro sanjuanino reúne paisajes, retratos y metáforas visuales que “reflejan el mundo en estado atemporal, erosionado y abandonado y como fuera del tiempo”
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Con entrada libre y gratuita, en la Fotogalería del Teatro San Martín se puede recorrer hasta el 3 de noviembre la exposición Memoria fotográfica, antológica que reúne 42 fotos de uno de los máximos referentes de la fotografía argentina: el sanjuanino Oscar Pintor (1941). Desde la retrospectiva que le dedicó la Fototeca Latinoamericana en 2020-2021, no se mostraban tantas fotos de este maestro del arte de la luz.
El nombre de la exposición toma el título del documental que uno de sus hijos, Pablo Pintor, estrenó en 2020, con música compuesta por Julián Pintor, hermano del director e hijo del fotógrafo (la película está disponible en la plataforma Cine,ar). “Ahora no soy el fotógrafo; fui -le dijo Pintor padre a la periodista María Paula Zacharías en una entrevista realizada en el pandémico 2020-. A veces me encantaría poder encontrar de vuelta esa pasión y transformar cada imagen en una fotografía con significado; antes, era normal para mí. Misteriosamente, cada cosa que hacía resultaba ser una buena foto”.
Ahora, la memoria de Pintor, que desde hace tiempo no saca fotos, se recupera en forma material y evidente en la sala de la fotogalería porteña con paisajes, retratos, postales domésticas, “metáforas visuales” de significado abierto y composiciones en blanco y negro donde lo formal cede paso a la perplejidad, el humor o la ternura.
Pintor, que estudió arquitectura y se destacó como diseñador gráfico, comenzó a sacar fotos en 1978, luego de visitar fotogalerías en Londres, París, Roma y Barcelona. Un año después, inauguró su primera exposición en Buenos Aires y comenzó a trabajar con el Consejo Argentino de Fotografía. En 1984, fue designado asesor de Fotografía del Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires, y fundó junto a otros doce fotógrafos el Núcleo de Autores Fotográficos. También creó y dirigió hasta 1987 Fotoespacio, la galería fotográfica permanente del Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires (hoy, el Centro Cultural Recoleta).
Fotos suyas forman parte de los acervos del Museo Nacional de Bellas Artes, Museo de Bellas Artes de San Juan, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo Provincial de Huelva, el Gabinete de Fotografía de la Biblioteca Nacional de París, el Museo de Fotografía de Odense, la Fundación Antorchas, el Museo de Bellas Artes de Huston, el Museo de Bellas Artes de Portland y de galerías y colecciones privadas de la Argentina, Brasil, Estados Unidos y Europa.
“Es uno de los referentes más importantes de la fotografía argentina por su composición, su poesía a la hora de hacer fotos, su aparente simplicidad, en la que habita un submundo, y un humor bastante duro y peculiar en esos mundos naífs, con ese silencio que tienen sus imágenes -dice el fotógrafo Claudio Larrea, director de la Fotogalería, a LA NACION-. Como Oscar proviene del diseño gráfico y de la arquitectura, a la hora de componer es muy exquisito”.
Para la curaduría, Larrea se basó en el fotolibro de Pintor publicado por Fundación Larivière, con textos de Marcos Zimmermann, Miguel Grattier y Luis Príamo. “Dividí la muestra en cinco partes -dice-. La primera es portales, con mundos que te llevan a otra dimensión; en la segunda, la inmanencia, vemos espacios de San Juan con empapelados con paisajes nevados y una estufa, por ejemplo; humoradas que me parecen geniales. Algunas de sus fotos me recuerdan a Humberto Rivas. Hay otra serie con objetos, otras abstractas donde juega con el erotismo y los retratos, que son extraordinarios. Hay uno del padre, al que no se le ve la cara; y tres de su hijo Pablo, al que tampoco se le ve la cara. El único rostro que se ve en un retrato es el del arquitecto Osvaldo Giesso”.
Las fotos de paisajes de Pintor respiran un aire “rulfiano”, dicho esto por el autor de Pedro Páramo (que también fue fotógrafo). Son, a su modo, paisajes interiores hechos a plena luz, fijos y deshabitados, en blanco y negro. “Me recuerdan al John Ford de El tesoro de la Sierra Madre”, observa Larrea. Los sábados de septiembre, Oscar y Pablo Pintor guiarán al público por la exposición.
“Varias cuestiones caracterizan la actitud de Oscar Pintor hacia la creación fotográfica -se lee en el texto que el historiador de la fotografía argentina Luis Príamo hizo para la muestra-. Salta a la vista la brevedad e insistencia formal de su obra, como si fuera el resultado de una visita fugaz por lo real, realizada con espíritu inocente y como asombrado. [...]. El tratamiento de la luz es el único punto donde Oscar presiona a veces a sus materiales para lograr cierto efecto de irrealidad, cuyo tono subraya la desolación de las imágenes”.
Otra característica, apunta Príamo, es la ausencia de mensaje ideológico en las imágenes de Pintor. “Si hay algún énfasis significativo o intencionado que podamos señalar en ellas es justamente el de la desolación, encabalgado en un tratamiento compositivo que remite más a la elaboración minuciosa de una estampa tradicional que a la instantaneidad de la fotografía -destaca-. Esto ausenta de su obra un elemento constitutivo del medio fotográfico: el tiempo. Sus fotos no atienden el transcurrir de los sucesos, reflejan el mundo en estado atemporal, erosionado y abandonado y como fuera del tiempo”.
Para agendar
Memoria fotográfica, de Oscar Pintor, se puede visitar en la Fotogalería del Teatro San Martín (avenida Corrientes 1530) hasta el 3 de noviembre, de martes a domingos, de 14 a 20, con entrada libre y gratuita.
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