Visita a los dominios de monsieur Pinault, dueño del arte en Venecia
VENECIA.- Aunque sus colaboradores lo niegan, el nuevo "dux" de Venecia es un francés. Se llama François Pinault y es uno de los hombres más poderosos e influyentes del mundo del arte contemporáneo: marca tendencias no solo porque compra 250 obras al año, sino porque también es dueño de dos muesos en Venecia, posee una coleción de más de 4000 piezas y es el dueño de la casa de subastas Christie's.
Nacido en una familia campesina de Champs-Géraux, en Bretaña, hace 81 años, Pinault es un selfmade man. Hombre de negocios habilísimo y con olfato para los negocios, empezó con una empresa que comerciaba madera. Pero fue creciendo hasta amasar una fortuna que lo llevó no solo a controlar hoy un imperio del lujo que incluye Gucci, Yves Saint Laurent, Bottega Veneta, Boucheron, entre otras grandes firmas, sino que, apasionado de arte, se volvió uno de los mayores coleccionistas de arte contemporáneo del mundo.
Justamente por su deseo de compartir su famosa Pinault Collection, un corpus que reúne a más de 4000 obras que van del siglo XX al XXI, en 2005 desembarcó en Venecia, donde pagó 30 millones de euros para comprarse el Palazzo Grassi. En este majestuoso edificio del siglo XVIII a orillas del Gran Canal -restaurado estupendamente por el arquitecto japonés Tadao Ando-, desde 2006, todos los años, con grandes eventos, se inauguran exhibiciones que atraen a multitudes y que hasta le hacen competencia a la famosa Bienal de Arte.
Pero hay más. Pinault eligió en 2009 el mismo arquitecto japonés para restaurar y convertir también en museo otro sitio histórico de La Serenissima: Punta della Dogana. Se trata de un edificio que se remonta al siglo XVI que era utilizado por los comerciantes para descargar y hacer aduana de sus mercancías. Así como ocurre en Palazzo Grassi, la vista que hay desde los ventanales de Punta della Dogana hace que cualquier instalación, pintura u objeto deslumbre. En los 5000 metros cuadrados de estos dos espacios expositivos del magnate francés, el año pasado hizo furor Treasures from the Wreck of the Unbelievable, la primera gran personal dedicada a Damien Hirst.
"Mi mayor deseo es que este centro de arte contemporáneo dividido entre Palazzo Grassi y Punta della Dogana se mantenga realmente contemporáneo. Este impulso no es importante solo para mí, sino también para Venecia, que siempre ha sabido inspirar lo mejor de la creatividad en todos los tiempos", aseguró al inaugurar estos museos Pinault, que desde 2003 dejó la dirección de su imperio del lujo (el grupo Kerig), ahora en manos de su hijo François-Henri, casado con Salma Hayek.
Pinault no suele dar entrevistas y es conocido por su bajo perfil cuando aparece en Venecia, adonde suele viajar con frecuencia a bordo del primer avión de su flota privada, un Falcon 900 que se llama F-Goya. A diferencia de lo que piensan muchos, para Martin Bethenod, director de Palazzo Grassi-Punta della Dogana desde 2010, Pinault no se ha vuelto el nuevo "dux" de Venecia. Aquí ni siquiera se ha comprado una residencia, sino que suele parar en diversos hoteles o hacer viajes relámpagos, en el día. "Pero, además, su personalidad no es la del dux: es discreto, muy reservado. Además, Venecia es una ciudad muy abierta, pero al mismo tiempo es una isla, por lo cual, si bien uno llega con algunos proyectos, no se puede dar por descontado que pase a ser un veneciano. Tuvimos que demostrar en el largo plazo, no en un año, sino en diez años, que somos serios, que hacemos un trabajo permanente, profundo y esto ha sido muy importante", explicó Bethenod a LA NACION.
Curador de Dancing with Myself, cautivante muestra que hasta diciembre exhibe en Punta della Dogana 140 obras de arte de 32 artistas -entre los que se incluyen Maurizio Cattelan, Gilbert & George, Cindy Sherman, Marcel Broodthaers, Hirst, Nan Goldin-, Bethenod cuando conoció a Pinault quedó deslumbrado.
"Yo dirigía la FIAC (Foire International d'art contemporain de Paris) y cuando tuve un coloquio porque buscaban a alguien para dirigir Palazzo Grassi y Punta della Dogana, me encontré con monsieur Pinault y después de cinco minutos me dije ?Venecia está bien, la colección está bien, pero la cosa que me parece más increíble es la posibilidad de trabajar con este personaje por un tiempo'", reveló. Para Bethenod otra característica de Pinault es que, "si bien es un apasionado de arte muy seguro de su gusto, al mismo tiempo trata de desafiarlo, de no quedarse encerrado y de explorar cosas nuevas". Tanto es así que también está interesado en el arte latinoamericano. "Tiene muchas ganas de abrirse a otras artes, sabemos que en este momento el arte latinoamericano es una escena muy interesante, muy viva y sí, claro, está interesado".
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