Después de tres lustros al frente de Talking Heads, emblema de la New Wave, David Byrne abandonó el sonido pospunk para explorar la música latina. El resultado de ese ejercicio es Rei Momo, su primer disco como solista, que llegó a las bateas hace 30 años.
El nuevo rumbo de su carrera no fue necesariamente sorpresivo. Es que desde fines de los 70, en paralelo a Talking Heads –el grupo que supo telonear a los Ramones en el CBGB y que se volvió un faro para toda una generación–, Byrne comenzó a fascinarse con la cultura africana y a su expansión hacia América Latina.
Producido en colaboración con Steve Lillywhite, Rei Momo abre con la cumbia "Independence Day" e incluye la participación de Celia Cruz en "Loco de amor", y una serie de coautorías con referentes del emblemático Fania Records, como Willie Colon y Johnny Pacheco, y de la música brasileña, como el vanguardista Arto Lindsay, en "Official Cowboy", donde canta con Herbert Vianna, de Os Paralamas do Sucesso.
Rítmico e hipnótico, Rei Momo es contemporáneo de El milagro argentino, opus debut de Los Auténticos Decadentes. Aunque el disco de Byrne sea más sofisticado, ambos artistas comparten una aproximación punk y salvaje, al mismo tiempo que respetuosa, por los ritmos latinos. En la década siguiente, Byrne rescataría grabaciones de artistas como Os Mutantes y Chabuca Granda para su sello Luaka Bop, mientras que los Decadentes grabarían Mi vida loca (1995), considerado el Álbum Blanco de la música tropical. Y ambos compartirían cartel (Byrne con Café Tacvba, los Deca con Todos Tus Muertos) en el disco Silencio = Muerte (2006), de la serie Red Hot + Latin.