Una vasija es la primera evidencia de luchas de gladiadores en la Britania de los romanos
Memnon, Valentius y la sorprende historia de un combate bestial hace dos mil años
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LONDRES.- Munidos de armas muy elaboradas, dos gladiadores llamados Memnon y Valentius se enfrentaron cara a cara en la arena para un combate bestial, hace casi 2000 años.
Desde el hallazgo de una vasija de arcilla descubierta en 1853, los historiadores saben que Memnon, un esclavo campeón que según los expertos probablemente era negro, ganó la pelea. En la decoración de la vasija pueden verse a Valentius, también esclavo, con el dedo índice apuntando hacia el cielo, gesto de sumisión gladiatorio equivalente a una bandera blanca.
Pero hasta ahora no se sabía del lugar donde había tenido lugar la contienda: fue en Colchester, actual Inglaterra y por entonces parte de Britania, provincia del Imperio Romano.
Los arqueólogos dicen que es la única imagen de una lucha real entre gladiadores en Britania. Aunque hay otros artefactos que sugieren la existencia de luchas de gladiadores en esa provincia que se encontraba en los márgenes del imperio en su momento de mayor extensión, ninguno de esos objetos mostraban la imagen de una contienda específica.
El análisis llevado a cabo por arqueólogos de universidades de todo el Reino Unido revela que casi con certeza que la lucha entre Memnon y Valentius tuvo lugar muy cerca de donde se encontró la vasija, una ciudad que actualmente pertenece al condado de Essex.
“Basta con mirar en detalle la vasija para darse cuenta de que muestra a personas reales, y que lucharon acá, en Colchester”, que por entonces los romanos llamaban Camulodunum, señala Glyn Davis, curador en jefe de los Museos de Colchester. Se cree que la vasija data de fines del siglo II.
“Es una verdadera revelación”, dice Davis.
Debido a la sofisticación y grado de elaboración del friso decorativo del objeto, los arqueólogos antes presumían que la vasija había llegado importada de algún otro lugar del Imperio Romano.
Los arqueólogos, que estudiaron las letras grabadas en la superficie de la vasija y la arcilla de la que está hecha, concluyeron que la imagen fue grabada mientras la arcilla aún estaba blanda, antes de cocerla en un horno de Colchester. Eso significa, según Davis, que Memnon y Valentinus se trabaron en lucha muy cerca del lugar.
“La arcilla es como una huella dactilar de dónde se fabricó el objeto”, dice Davis, quien trabajó junto a un equipo de expertos para examinar su composición. “La composición de la arcilla es casi idéntica a la arcilla de la región.”
Un análisis independiente de las letras latinas inscritas en la superficie del artefacto reveló que la historia de Memnon y Valentinus fue grabada en la superficie antes de que la vasija entrara en el horno, y no se después de la cocción.
“Estábamos frente una inscripción que no podía haberse grabado después de pasar por el fuego”, señala Davis. “Las T y las X solo se pueden lograr en arcilla blanda. Si se intenta hacerlo en arcilla ya cocida, la superficie se astilla.”
Los investigadores concluyeron que la vasija se encargó, diseñó y cocinó localmente, descartando la anterior idea de que había sido importada de otras partes de Europa, o incluso que haya podido fabricarse como un objeto genérico cuyos detalles fueron agregados posteriormente. “Esto no puede haber sido un suvenir genérico”, apunta Davis.
Según la imagen representada en la vasija, el gladiador Memnon tenía una gran ventaja frente a su oponente: llevaba una espada y un gran escudo, y tenía un casco que cubría completamente su cabeza a excepción de los agujeros para los ojos, un armamento considerablemente mejor que el de su rival. La inscripción dice que esta fue su novena victoria como gladiador.
También es muy probable que fuera negro, señala el arqueólogo John Pearce, del King’s College de Londres, quien participó en la investigación. Memnon probablemente haya
sido un “nombre artístico”, en referencia al rey de los etíopes en la Troya homérica, dice Pearce. Se trata de una figura mitológica recurrente en toda la literatura romana y suele ir acompañada de una referencia a su etnia o la de sus compañeros.
“Resulta plausible que la elección del nombre de este gladiador en particular reflejara no solo sus habilidades marciales sino también el color de su piel”, señala el experto. “Tal vez era una gran estrella del combate, traído desde lejos, o podría haber nacido en Gran Bretaña de padres de lugares muy al sur, llegados a Britania como inmigrantes forzados o voluntarios.”
“Cada vez son más las inscripciones y restos óseos humanos que revelan la presencia de individuos originarios de África y Medio Oriente en la Gran Bretaña del período romano, especialmente en las ciudades de provincia”, agrega Pearce.
El jarrón muestra a Valentinus, el rival de Memnon, que al parecer era zurdo, armado con solo un tridente y tumbado en el suelo. Como protección, solo tiene hombreras y mangas acolchadas.
Lo que no se muestra en la vasija, dice Pearce, es la presencia del árbitro del combate, que según Pearce, el árbitro de la pelea, quien en ese momento debía estar haciéndole el gesto a Memnon de detener la pelea hasta que el patrocinador del combate decidiera si mostrar clemencia u ordenar la muerte del combatiente derrotado.
La multitud solía influir en esa decisión, clamando a favor del gladiador derrotado si había luchado bien, o animando a Memnon a terminar con su faena. El destino final de Valentinus es lo que todavía nos falta por saber.
(Traducción de Jaime Arrambide)
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