Una retrospectiva de retratos de Carlos Alonso atrae a miles de visitantes en el museo de Unquillo
A los 95 años, el maestro mendocino exhibe ochenta obras que reflejan sus vínculos afectivos y artísticos en un recorrido que empieza en los 60 y llega hasta la actualidad
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CÓRDOBA.- A los 95 años, Carlos Alonso sigue pintando a diario en su casa de Unquillo, Córdoba, ubicada a pocas cuadras del Museo de Arte Contemporáneo Unquillo (MACU), donde exhibe la retrospectiva El retrato, que se puede visitar hasta agosto. La muestra reúne unas 80 obras elegidas por el pintor mendocino radicado desde 1981 en esta localidad distante a 25 km de la capital provincial y es una suerte de álbum de la vida, los afectos y las técnicas de quien es considerado uno de los mejores retratistas de la Argentina y uno de los “grandes maestros” vivos.
Fue el propio artista quien propuso al museo hacer la muestra que se ha convertido en la más convocante de los últimos años, con unos mil visitantes por fin de semana. Alonso colabora con el MACU desde el primer día; se trata de un proyecto que se realizó con donaciones y aportes de artistas.
En las diferentes salas del museo se distribuyen las obras de gran formato, la serie de retratos “enfrentados” y una serie de ilustraciones, entre las que se cuentan algunas producidas en los últimos meses. En ese segmento, por ejemplo, hay una vista aérea de una villa miseria que comparte espacio con otros de los años 60 sobre el hambre en Biafra. “Tienen sintonía porque el hambre sigue estando y las desigualdades también y Alonso siempre se ocupó de los temas sociales”, dice a LA NACION el pintor y presidente de la Fundación Macu, Pablo Canedo.
Alonso eligió las obras y dirigió, con participación de su hijo Pablo, la disposición junto a un equipo del MACU. Empezó a pensarla a fines del año pasado, cuando todavía estaba colgada en el MACU su muestra Dante x Alonso (integrada por La Divina Comedia y Alonso en el infierno), a la que le sumó 35 pinturas más que las que se exhibieron en el Museo Nacional de Bellas Artes y en Mendoza.
Hace mucho que prefiere no hacer apariciones públicas, aunque son muchos quienes se acercan a su casa a dejarle obras o regalos. “Le interesa saber si viene gente, se alegra de la convocatoria -añade Canedo-. Es un artista popular, como Benito Quinquela Martín, Florencio Molina Campos o Antonio Seguí que en Córdoba es muy reconocido por todos por sus esculturas en las calles, por su presencia afuera de las salas de exposiciones”.
Las obras elegidas constituyen un recorrido por algunos de sus familiares (su esposa Teresa; su madre; su hija Paloma, desaparecida en 1977, su hijo Pablo); de artistas a los que admira (como Vicent Van Gogh, Pierre-Auguste Renoir, Caravaggio y Paul Klee); amigos y maestros como Lino Spilimbergo, Antonio Berni, Seguí, Antonio “Tutuca” Monteiro, Julio Le Parc, Guillermo Roux, Rómulo Macció o Pier Paolo Pasolini.
“Hay obras de todas las épocas, desde los 60, del exilio, de estos meses. Hay diversas técnicas, autorretratos, incluso uno de la serie Manos Anónimas, retratos dobles, retratos enfrentados. Siempre como eje el retrato. La muestra es una bitácora. Alonso busca esa forma de comunicación sea a través del cuerpo, de la indagación del personaje, de su admiración. Está lo trágico y lo sublime”, precisa Canedo.
Cuenta que Alonso transmite su admiración por ciertos pintores “a veces imitando la forma, a veces reinterpretando la obra, pero siempre con su enorme ductilidad técnica”. En esta exposición están, por ejemplo, Deposición sobre un Caravaggio, un retrato de Giuseppe Verdi tomando como base uno del italiano Giovanni Boldini, varios de Renoir ya viejo y enfermo y la temática de balcones de Miguel Victoria, artista de la escuela de La Boca.
De Spilimbergo hay cuatro retratos de diferentes momentos de su vida; uno es del pintor muerto, en su cama, muy cerca de uno de la madre de Alonso. “Hay un hilo trágico”, apunta Canedo. La apertura de la muestra es Pelea por el color, un rombo cruzado, donde Van Gogh y Paul Gauguin están trenzándose por pinceles y pinturas.
Alonso eligió colgar mirando hacia la sala un retrato de él, sentado en la punta de una cama, de espaldas a una mujer desnuda. Además de Canedo, participaron en el diseño de la muestra con Alonso y su hijo, los artistas Raúl Díaz, Ernesto Berra, Luli Challub y José Utrera, todos integrantes de la fundación Macu.
Adriana Peretti, la arquitecta del proyecto Macu y parte de la fundación, reivindica que el museo es “un proyecto muy particular y único por la forma en que se ha pensado, proyectado y ejecutado, y también en su funcionamiento. Que Alonso sea parte y lo elija para exponer es un enorme orgullo”.