“Una herida que no para de sangrar”: la Fundación El Libro alerta que cerraron tres librerías en una semana
En un comunicado que la institución emitió hoy señala el caso de Waldhuter en la avenida Santa Fe, la sucursal de Hernández en la calle Corrientes y El Aleph, de La Plata; también liquidó su stock Índigo, especializada en arte
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LA NACIONDaniel Gigena
Cerraron tres librerías en una semana. Otra vez, la Fundación El Libro (FEL) dio la voz de alerta en un comunicado dado a conocer hoy. Con el título de “Librerías argentinas: una herida que no para de sangrar”, la institución que preside el editor Ariel Granica informó que en pocos días cerraron sus puertas tres librerías: la Librería Waldhuter en la avenida Santa Fe, la sucursal de Librería Hernández en la avenida Corrientes y El Aleph, en La Plata.
“Alarma y dolor en el mundo del libro”, remarca el comunicado. A ese listado habría que agregar una cuarta librería: Índigo -especializada en arte, diseño y arquitectura, situada en un local de una galería de la avenida Córdoba al 1800- cerró sus puertas a inicios de este mes, luego de liquidar ejemplares a bajo costo.
“El segundo año de pandemia agudizó la crisis del sector librero -se lee en el comunicado de la FEL-. La emergencia sanitaria y la falta de una política estatal sostenida que proteja al mundo del libro genera que día a día más librerías bajen sus persianas. El circuito de librerías es un orgullo para nuestro país, mucho se ha destacado que Buenos Aires es la ciudad del mundo con más librerías por habitante. Este emblema cultural está siendo puesto en jaque por la pandemia que agudizó algunos de los problemas que viene arrastrando el sector desde hace varios años y que no encuentran respuesta ni en el gobierno porteño ni en el nacional”. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires solo eximió a los libreros de pagar el ABL por algunos meses durante el aciago 2020 y el Gobierno nacional, además del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (que concluyó a fines de 2020, pese a las críticas del sector), lanzó un programa de créditos blandos al que pocos libreros pudieron acceder.
La FEL destaca que hay una serie de “pedidos históricos” que podrían llevar oxígeno a las librerías y protegerlas de la “agonía permanente” en que se encuentran. Estos son la exención del IVA -reclamo de hace varios años y que fue concedido en 2019 a impresores, editores y distribuidores, pero no todavía a los libreros, “por inexplicables cuestiones de redacción de la ley”, especifica el comunicado-, el sostenimiento de los REPRO, líneas de crédito hipotecario, tarifas de servicios subsidiadas, la exención de impuestos inmobiliarios y del pago de cargas sociales para un número fijo de empleados, entre otras.
“El microcentro, epicentro de la mayor concentración de librerías, es el área más afectada, ya que soporta alquileres elevadísimos y escasa concurrencia de público -indica el comunicado de la FEL-. La Librería de las Luces, en octubre del año pasado, fue la primera en anunciar su cierre; la siguieron en avenida Corrientes Mr. Hyde y las dos sucursales de A Libro Abierto, Los Argonautas de Avenida de Mayo, Las Mil y Una Hojas de Palermo, y lamentablemente la lista continúa. Esta semana Librería Waldhuter, el anexo de Librería Hernández y El Aleph de La Plata anunciaron que siguen ese mismo derrotero. Una herida abierta que no para de sangrar y que necesita urgente un Estado presente que ayude a contener y suturar estas pérdidas”. Cabe destacar que la librería Mr. Hyde se mudó a un local de la avenida Las Heras y Uriburu, donde también se venden artículos escolares.
Consultado por LA NACION, el presidente de la Federación Argentina de Librerías, Papelerías y Afines, José Roza, contó que junto con representantes de la FEL se reunieron con el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, al que le plantearon algunas opciones para ayudar a las librerías (créditos blandos, exención de ABL para los locales afectados a la venta de libros y subsidios). “Era para aliviar la situación complicada, pero no hubo ninguna acción concreta -dice Roza-. Estamos en situación terminal, sobre todo las librerías que están en el microcentro. Esto va a seguir, porque ya no quedan reservas y las ventas cayeron un 80%”. Roza confirmó que por parte del Gobierno nacional tampoco hubo asistencia efectiva.
Por Daniel Gigena
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