Una feria singular, que quiere recrear las "vivencias" de la cancha
Apesar de la grieta, muy pocos son entre nosotros los que negarán que una de las instituciones más degradadas con que contamos en la actualidad es el fútbol. Pedofilia, negociados, escandalosas derrotas en los preliminares del Mundial: nada falta para avergonzarnos.
Pero la calidad multifacética y solidaria de nuestra cultura nos permite remediar aquellas carencias demasiado visibles de una zona con las riquezas evidentes de otra. Así, nuestra briosa literatura sale en defensa de nuestro fútbol en bancarrota. Prueba contundente es el entusiasmo con que apoyamos como huéspedes de honor la Feria del Libro de Bogotá (Filbo), inaugurada el 17 de abril. Una de las nuevas franjas de programación es "el Filbo Fútbol, compuesta por una serie de charlas y eventos dedicados a reflexionar sobre los actos poéticos y las emociones que despierta el deporte más popular del mundo."
Así se ha decidido que en la Feria del Libro de Bogotá nuestra cultura esté representada por una cancha de fútbol. Son palabras textuales del Ministerio de Cultura de la Nación, mostrando nuestra vocación cooperativa y latinoamericanista: "En el año del Mundial, la Argentina desembarca con una propuesta vinculada a la pasión por el fútbol, tan arraigada en nuestra cultura. En este sentido, el pabellón tendrá una temática futbolera y su lema será ?la literatura argentina sale a la cancha'. Los colores y la ambientación de los espacios harán que los visitantes puedan vivenciar la experiencia de estar en un estadio. A su vez, algunas de las actividades programadas también ofrecerán esta posibilidad: habrá un espacio recreativo para patear la pelota y jugar al fútbol-tenis".
Con gran cuidado se ha diseñado el Pabellón Argentino en los 3000 m² asignados a nuestro país. Allí contaremos con un primoroso estadio en el cual algunos escritores serán invitados a jugar a la pelota en los descansos que existan entre las prestaciones que dedicarán a su público. El delicado emblema propuesto es una camiseta de rayas azul-celestes y blancas, símbolo de nuestros esfuerzos para las deseadas victorias del Mundial.
El ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, respaldado por un entusiasta canciller, señaló durante el acto de despedida de la misión local: "Vamos a defender la cultura de todos y a mostrar el panorama más amplio posible ante un público que queremos conquistar. Queremos darles una visión contemporánea a los colombianos de la cultura argentina".
Como miembro de la delegación que concurrirá a este evento, no sé si contratar un personal trainer que me enseñe acrobacias destinadas a no desmerecer las hazañas futbolísticas de mis colegas, que sin duda deslumbrarán a los espectadores. Mientras tanto, voy avanzando en los borradores de mi ponencia sobre el porvenir de la palabra en nuestra cultura. Ojalá que los dioses tutelares de Jorge Luis Borges y María Elena Walsh me asistan en tan ardua empresa.
La autora es escritora
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