Una bomba que no hace boom. Con variedad de entonaciones, la literatura de América Latina cruza fronteras
Hoy empieza el Diálogo de Escritoras y Escritores de Latinoamérica; hasta el martes habrá seis mesas de debate con autores como Cristian Alarcón, Fernanda Melchor, Jorge Consiglio y María Sonia Cristoff
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Los hijos y las hijas de Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Silvina Ocampo, Blanca Varela, Mario Vargas Llosa, Armonía Somers y Clarice Lispector debatirán a partir de hoy en la Feria del Libro sobre la escritura literaria en la región que dio al mundo seis Nobel de Literatura. La 9ª edición del Diálogo de Escritoras y Escritores de Latinoamérica, que se realiza en la Sala Alfonsina Storni, se extiende hasta el martes. Se programaron seis mesas redondas.
Participan las chilenas Nona Fernández, Cynthia Rimsky, Carla Guelfenbein y Ariel Florencia Richards, los uruguayos Luis do Santos, Carolina Bella, Gonzalo Baz y Rosario Lázaro Igoa, los brasileños Itamar Vieira Júnior y Bernardo Carvalho, los peruanos Katya Adaui y Juan Carlos Cortázar, la colombiana Margarita García Robayo, la mexicana Fernanda Melchor y los argentinos Jorge Consiglio, Juan Mattio, María Sonia Cristoff, Naty Menstrual y Cristian Molina, y el chileno-argentino Cristian Alarcón. Como él, varios de los convocados han recibido premios nacionales e internacionales.
“Este Diálogo es un espacio imprescindible en la Feria porque, a diferencia de lo que nos ocurre a los argentinos con otras literaturas, especialmente europeas y estadounidense, el intercambio con las producidas en los países que nos son más cercanos es bastante escaso -dice a LA NACION la coordinadora del ciclo, la editora e investigadora Jorgelina Núñez-. Las editoriales grandes tienen sus propias casas en esos países, pero la distribución no es pareja y, salvo en el caso de escritores muy reconocidos, sus libros no llegan o llegan poco. Hay un enorme trabajo para hacer en este sentido, y el Diálogo es un excelente puntapié”.
Núñez destaca el “el buen ojo, la apuesta y el enorme esfuerzo que hacen las editoriales independientes” para enriquecer sus catálogos con libros de escritores latinoamericanos. “Uno de los aspectos más reveladores de este diálogo es, justamente, advertir hasta qué punto hay influencias y experiencias que nos hermanan -indica-. Y dentro de esa perspectiva común, destacar las diferencias, la enorme variedad de entonaciones. Por ejemplo: la violencia es un tema recurrente, que se impone por su propio peso; sin embargo, es imposible hablar de ella en abstracto. Más allá de las historias que se narran, quizá la mejor manera de mostrarla sea forzando los límites del lenguaje, llevándolos a su exasperación”. Esta problemática -que atraviesa la región de México a la Argentina- se abordará el martes a partir de las 18:30, con la presencia de Fernanda Melchor, Nona Fernández, Gonzalo Baz y Juan Mattio, en diálogo con Osvaldo Aguirre.
En los stands de la Feria -entre los que se hallan los de Chile, Perú, Uruguay y Brasil- se pueden encontrar novelas y libros de cuentos y poemas de los autores invitados.
“Si para escribir hay que autorizarse, podemos escribir cuando nos autorizamos al fracaso -sugiere Adaui-. Un desvarío luminoso, tiene de desvío y de río y de reír al mismo tiempo, solo vamos a llegar a la escritura por ensayo y error. Se fluye hacia la incerteza y en ese no saber quizás está su fuego, su aire, su propagación. Por eso cuando termino de escribir no siento euforia, sino paz. Me quedé. Estuve perdida y sigo perdida. Qué bueno, qué alivio”. La autora de Geografía de la oscuridad (Páginas de Espuma) integra la primera mesa del ciclo, “¿Escribir es una forma de fracasar?” (hoy de 18:30 a 19:30), junto con Carolina Bello, Jorge Consiglio y Cynthia Rimsky, que modera la escritora Gabriela Saidon.
“Me siento muy contenta de poder participar en estas mesas latinoamericanas que reúnen a autores de diferentes latitudes de nuestro continente para conversar sobre temas que nos atañen a todos -dice la escritora chilena Carla Guelfenbein a LA NACION-. Es muy fructífero pensar en conjunto”. La autora conversará mañana a partir de las 20:30 con Bernardo Carvalho, María Sonia Cristoff y Ariel Dilon sobre “La literatura de América Latina en la periferia ¿de qué centro?”. “La clave de esta convocatoria es pensar de qué centro hablamos y acude a mí la imagen de Latinoamérica invertida que dibujó Joaquín Torres García en 1953; todos tienen esa imagen en su retina. Por un lado, da cuenta de la obsesión que tenemos los latinoamericanos con el norte y, por otro, es un llamado a recoger el valor de nuestra cultura del sur. Es impresionante como hoy en día, en 2023, seguimos anclados en esa paradoja que estar patas para arriba. Espero discutir con mis compañeros de mesa sobre ese tema, por qué seguimos mirando hacia el norte cuando cada vez más somos un continente que contiene la lengua española y la portuguesa, un mundo perfectamente contenido en sí mismo”. La autora llega a la Feria con La naturaleza del deseo, su novela publicada por Alfaguara. “Diría que en el centro de la novela está la idea de que no hay delirio más voraz que el deseo, que se alimenta de lo que sabe y lo que no sabe y crece en los santuarios prohibidos”, sugiere Guelfenbein.
Consultado por LA NACION, Cristian Alarcón compara este momento con el boom de la literatura latinoamericana, que se dio entre los años 1960 y 1970. “El boom fue el resultado de una operación inesperada cuando casi no había visibilidad literaria latinoamericana en el resto del mundo, salvo excepciones de clásicos poetas y la emergencia borgeana -dice el autor de El tercer paraíso (Alfaguara)-. Para las nuevas clases medias latinas que accedían a la lectura y necesitaban un norte cultural, fue también un modo de consumir esa America a punto de estallar con cuasi revoluciones en sintonía con aquel color local que se olía en las novelas machas. Este nuevo pseudoauge es más ecléctico, femenino e híbrido, pero no llega a bomba que hace boom: la industria se contrae al ritmo de la crisis global, la crisis arrasa con las clases medias que podrían estar en condiciones de recibir semejante caudal de producción y las editoriales grandes ven caer las ventas sin parar. Las pequeñas dan peleas titánicas y a veces la pegan, dando lugar a las excepciones, de las que está hecho este nuevo mapa tanto más diverso que aquel varonil boom de los sesenta. Me quedo con este, que de variado, es imposible de leer completo. Es necesario afinar mucho la puntería para armarse una lista de lo que habría que leer. Y sí, no hay tiempo ni de dormir, así que hay menos tiempo de leer. Lo normal para la aceleración suicida que impone la época”.
Junto con Margarita García Robayo, Rosario Lázaro Igoa y Diego Erlan, el autor chileno-argentino conversará el lunes a partir de las 18:30 sobre los modos de contar la vida moderna por medio de ficciones y no ficciones.
El peruano Juan Carlos Cortázar se presenta el mismo lunes a las 20:30 con Ariel Florencia Richards y Naty Menstrual en la mesa “Disidencias. ¿Un nuevo encasillamiento literario?”. “Se suele decir que la literatura latinoamericana circula poco entre nuestros países, y si bien es verdad, siento que últimamente algo más de circulación hay -sostiene-. Por un lado, están las transnacionales, Random y Planeta, que aunque tienen los problemas conocidos de limitar bibliodiversidad y promover unas poéticas por encima de otras, es verdad que contribuyen a que autores de unos países estén disponibles en otro. He podido leer muy buena literatura mexicana y colombiana, también argentina, gracias a esa circulación. Luego está el rol de las independientes que es más artesanal y azarosa, y ahí creo que, además del papel de intercambio que tienen las grandes ferias en Buenos Aires, Santiago, Bogotá o Lima, es muy interesante el de ferias de editoriales independientes como la Furia del Libro en Santiago o la Feria de Editores en Buenos Aires, puesto que son las editoriales que mayor riesgo y novedad aportan y que, sin embargo, menos circulación logran entre un país y otro”.
Su novela más reciente, Como si tuvieran miedo, fue publicada por sellos independientes en Perú (Animal de Invierno), España (Ferragosto), Santiago (Invertido) y próximamente en la Argentina, en Alto Pogo. “Me encanta que en cada país la novela tenga un editor comprometido, con su propio diseño de tapa, de interiores, su propio ciclo de difusión”, reconoce Cortázar, para quien escribir desde la experiencia de la diversidad sexual no representa un problema para la calidad literaria. “En todo caso, no tendría por qué ser más problemático que cualquier otra experiencia de vida -dice-. Sin embargo, dado que estamos hablando de una experiencia centrada en la construcción de identidades que están en conflicto con la norma, ocurre que el propósito de visibilizar determinadas luchas o conflictos puede empinarse a la par de la calidad artística de lo que se escribe. O que para los lectores o la crítica pese igual el aporte en términos de visibilidad que se da a esas identidades o luchas que los atributos artísticos de los textos. Si eso termina influyendo demasiado en el esfuerzo creativo, puede convertirse en un límite o encasillamiento. Si el interés que grupos, colectivos y activistas tienen, legítimamente, en ver reflejada su experiencia de vida y militancia en la literatura se termina posicionando como rasero y criterio de valoración, puede convertirse en un direccionamiento que limite el esfuerzo creativo”.
Gonzalo Baz, autor de la novela Los pasajes comunes (Criatura), sostiene que la circulación de literatura entre países latinoamericanos no es fácil y depende de los mercados, distribuidoras y editoriales de cada país. “Para que un libro cruce fronteras, incluso si es uno publicado por sellos multinacionales, se tienen que pasar varios obstáculos económicos, legales y logísticos -señala-. Eso hace que, para muchos sellos, traspasar fronteras sea una tarea titánica o directamente imposible. Por eso las ferias son momentos clave para el intercambio, la diversidad de catálogos, sellos y escrituras. La mesa en la que voy a participar este martes me parece un ejemplo de esa diversidad de visiones que se puede dar gracias a una instancia como la Feria del Libro de Buenos Aires. Se trata de un encuentro de narradores de tres países para conversar sobre un asunto que es un denominador común en la literatura de muchos escritores y escritoras latinoamericanas: la violencia”. Junto a Fernanda Melchor, Juan Mattio y Osvaldo Aguirre, Baz se presenta el martes a las 18:30, en la última charla del ciclo.
“Sobre la mesa de diálogo, me gustaría tomar el título del panel, ‘La violencia nuestra de cada día. La literatura como campo privilegiado para narrar las agresiones que van de lo político a lo íntimo’, para pensar en qué sentido la violencia es o puede ser nuestra, si la violencia no es ya en América Latina lo opuesto de la cultura sino una expresión cultural predominante y, dadas las extensiones del término: criminal, de género, económica, de clase, de raza, revolucionaria, contrarrevolucionaria -dice la mexicana Fernanda Melchor, autora de Paradis (Random House)-. Me interesa puntualizar las violencias que me interpelan en particular: la violencia de género, doméstica, infantil, la del espacio privado y sus repercusiones en la sociedad. Y también hablar de cómo estos tipos de violencia se esconden en el lenguaje que usamos todos los días, pues en mi literatura trato de desnudar y poner en evidencia y cuestionar los discursos machistas, tóxicos, racistas y homofóbicos que apuntalan la violencia social, y cómo esta decisión es estética pero también es una decisión política”.
Melchor participó en abril de la Residencia de Escritores Malba. “En novelas como Temporada de huracanes o Paradais empleo deliberadamente un lenguaje coloquial, crudo, visceral, confrontador, cargado de modismos mexicanos, y no solo porque me interesa trabajar con el lenguaje popular y las formas de narrar de la oralidad, sino también porque quiero explorar la violencia que se esconde detrás de las palabras, y especialmente confrontar al lector con este lenguaje, con las ideas y prejuicios que este lenguaje despierta en ellos”.
En este enlace se puede consultar la programación completa del ciclo.