Una “ayudita de los amigos”: donaciones y ventas para colaborar con el envío a la Bienal de Venecia
Mientras espera la aprobación del presupuesto para producir su obra en Italia, Luciana Lamothe está realizando una versión inicial con apoyo de galeristas y coleccionistas
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Es “un momento crítico”, dice con voz muy tranquila Luciana Lamothe. La artista seleccionada por concurso para representar a la Argentina en la Bienal de Venecia tiene previsto viajar a Italia el mes próximo para producir su obra in situ en el pabellón nacional, pero todavía no se aprobó el presupuesto de Cancillería para la compra de los materiales. Mientras tanto comienza el tiempo de descuento, ya que la apertura al público de la “madre de las bienales” está prevista para el 20 de abril.
“Por lo pronto va todo bien”, agrega confiada en diálogo con LA NACION, mientras prepara en Buenos Aires una versión inicial de la instalación titulada Ojalá se derrumben las puertas. Tomado de un verso de la poeta Elba Fábregas, resultó profético: en medio de una situación económica sintetizada por Javier Milei con la frase “no hay plata”, galeristas y coleccionistas unieron fuerzas para apoyarla en ese costoso proceso creativo.
“Ya se vendieron cinco dibujos, y hay interesados por esta escultura”, señaló Cecilia Caballero en su nuevo espacio Escritorio de arte, en Gelly y Obes 2279, donde exhibe con cita previa una muestra de varias obras de Lamothe en colaboración con Ruth Benzacar, que representa a la artista. Ambas galerías decidieron donar las comisiones de lo que se venda para colaborar con los gastos que requiera la producción del proyecto.
Esta incluye la creación de una versión inicial de la obra, a escala, que funciona como una “prueba o boceto”, en la cual trabaja desde hace meses un gran equipo de gente. Por “disposición de la bienal”, según se informó desde Cancillería, no se pueden difundir imágenes de esa pieza.
“Siempre se ayudó –aclaró Orly Benzacar, galerista con décadas de experiencia-. Porque las partidas que da Cancillería las liberan en Italia, no acá. Y hay todo un preparativo previo, de producción de obra y de hacer pruebas para desarrollar bien el proyecto, que implican gastos. Esos gastos se cubren acá a través de donantes y ventas”.
Este tipo de iniciativas están contempladas en el llamado a concurso. Allí se aclara que, si bien el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto “se hará cargo de los costos de producción en función del presupuesto asignado para el año 2024″, el monto para la producción integral “podrá complementarse en la medida que empresas o privados patrocinen el envío” y la artista y la curadora pueden, de estimarlo necesario, “acudir a fuentes privadas de financiamiento”.
Fuentes de la Cancillería aseguraron a LA NACION que se va cumplir con ese compromiso, y que el monto a asignar se informará una vez que se asignen “los presupuestos generales de toda el área”. No se precisaron fechas. “La nueva directora de Asuntos Culturales es muy entusiasta y nos viene acompañando mucho, así que estamos muy contentos con ese apoyo”, aseguró la curadora del envío, Sofía Dourron, en referencia a Alejandra Pecoraro, aún no confirmada en el cargo en forma oficial.
Un mes antes de viajar a Venecia para supervisar la producción de la obra con materiales locales, Dourron adelantó a LA NACION que esta instalación “continúa muchas de las ideas en las que viene trabajando Luciana en los últimos años, pero también trae un montón de recursos nuevos. Muy enfocados esta vez en los materiales, que son los andamios y las maderas. Una propuesta de repensar cómo nos relacionamos con esa materialidad. Y a través de las relaciones con los objetos, entre humano y no humano, cómo nos relacionamos con el mundo”.
“Lo que planteo es generar una transmaterialidad, en la cual los materiales duros pueden ser blandos y los blandos también pueden ser duros; depende del uso que se les da. En ese sentido creo que hay una propuesta queer en mi trabajo a partir de lo que están diciendo esos materiales, que son cuerpos vivos”, había anticipado en septiembre Lamothe, cuando se anunció que había resultado elegida.
Una propuesta muy a tono con la 60° edición de la bienal, curada por Adriano Pedrosa, que reunirá trabajos de cientos de creadores de todo el mundo bajo el título “Extranjeros en todas partes”. “Será una celebración de lo extranjero, lo lejano, lo outsider, lo queer y lo indígena”, dijo en junio el primer curador proveniente del hemisferio sur en ocupar ese rol en la bienal más antigua e importante del planeta.
Considerado una de las figuras “más poderosas” del arte contemporáneo según la revista británica ArtReview, Pedrosa anunció la semana pasada que las muestras centrales curadas por él incluirán además la participación de otros 16 artistas que nacieron o se radicaron en la Argentina. En tanto, el dúo Chiachio & Giannone fue invitado por Swatch, principal sponsor del encuentro, para exhibir dos obras textiles en su espacio del Arsenal.
Para agendar:
- Obras de Luciana Lamothe en Escritorio de arte (Gelly y Obes 2279, con cita previa en los teléfonos 1561122048 y 1545774192), hasta fin de mes
- Ojalá se derrumben las puertas en el pabellón argentino (en la antigua sala de armas del Arsenal) en la 60° edición de la Bienal de Venecia, del 20 de abril al 24 de noviembre
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