Un violín gigante sorprendió a todos en los canales de Venecia

Con una escolta de góndolas y dejando como inconfundible estela la música de Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi, un violín gigantesco sorprendió a todos en la ciudad de Venecia, el fin de semana, cuando surcó el Gran Canal y sus aguas acostumbradas a las más pintorescas embarcaciones. Réplica de un instrumento real fabricado con diferentes tipos de madera, El violín de Noé -en clara alusión a la bíblica arca- es el resultado de un arduo trabajo de artistas, artesanos y especialistas en náutica.

“Fue una novedad para nosotros también”, reconoció Michele Pitteri, miembro del Consorzio Venezia Sviluppo, que financió el barco y lo construyó junto con Livio De Marchi, y contó además que la idea surgió durante la cuarenta por el coronavirus en 2020. Por supuesto, detrás de la acción hay un mensaje. “El violín es una señal de que Venecia se reinicia” , señaló De Marchi durante una entrevista con The New York Times, en su colorido taller de un estrecho callejón en el distrito de San Marco.

Al mando de un capitán de capa negra y sombrero de tres picos, el violín -de 12 metros de eslora- rinde homenaje a las víctimas de la Covid-19 y recuerda, a su paso, al músico veneciano: un conjunto de cámara interpreta su repertorio mientras navega los canales de la ciudad. También tocaron composiciones de Beethoven

No es la primera vez que De Marchi, conocido como “el carpintero de Venecia”, esculpe un objeto doméstico para crear obras flotantes a gran escala. Comenzó con un sombrero de papel estilo origami hecho de madera, en 1985, y desde entonces lanzó al mar un zapato de mujer, un coche de calabaza con caballos y una variedad de autos, incluido un 1937 Jaguar, un Volkswagen Beetle (el famoso “escarabajo”) y un Ferrari convertible.

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