Un poco de aire para el sector editorial: el Gobierno vuelve a comprar libros de literatura para las escuelas
La inversión alcanza 750 millones del presupuesto 2020 para completar la adquisición de ejemplares de más de 200 autores, y unos mil millones del presupuesto 2021; qué títulos leerán los chicos
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Editores y escritores coinciden: “Es un alivio para el sector”. Después de cuatro años, el Ministerio de Educación de la Nación volvió a comprar libros de literatura para distribuir en escuelas iniciales, primarias y secundarias de todo el país. A mediados del mes pasado, el ministro Nicolás Trotta anunció en un acto en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, en el que participaron autores y representantes del sector, la compra de un millón y medio de libros por parte del Estado. En total, son títulos de 209 autores, provenientes de 79 editoriales locales. La inversión alcanzó los 600 millones de pesos y desde el Ministerio de Educación informaron que se destinarán otros 150 millones del presupuesto del año pasado para completar la compra, que ascenderá entonces a 750 millones de pesos.
Según esa información oficial, los ejemplares se distribuirán en 46.872 escuelas públicas y, desde ya, la medida beneficia a la industria nacional del libro, golpeada por la pandemia durante 2020 y con cierto poder de lobby. Y ahora, desde el Ministerio que coordina Trotta, se anticipó que el presupuesto de 2021 prevé una inversión de mil millones de pesos en la compra de libros hechos en el país. No queda claro aún cómo los libros llegarán a los estudiantes si las escuelas permanecen cerradas, a causa de la pandemia.
De 2016 a 2019, el Estado solo compró libros de texto, no de literatura. “Lo que volvió fue la compra de colecciones literarias, con un criterio amplio de participación”, informaron desde la Cámara Argentina del Libro, que preside el editor Martín Gremmelspacher. “Estamos muy agradecidos por recuperar una política cultural que venía desde el gobierno del presidente Raúl Alfonsín y, por otro lado, por honrar la palabra presidencial -dijo Gremmelspacher a LA NACION-. En el relanzamiento del Plan Nacional de Lecturas, Alberto Fernández había dicho que para su gobierno la lectura iba a ser un derecho. Uno de los caminos para eso es hacer llegar libros a las escuelas”. La presidenta de la Cámara Argentina de Publicaciones, María Inés Redoni, también se refirió a la iniciativa ministerial. “Estamos esperanzados en que se retome la política de compras por parte del Estado para la adquisición de libros de texto escolares y contenidos digitales a fin de que los alumnos de todo el país tengan el material adecuado para iniciar sus clases este año -señaló-. Es posible que esto sea el inicio de algo más grande, ya que se ha hablado de las posibilidades de asignar más presupuesto para compras del Ministerio de Educación para 2021″.
El ministro Trotta anticipó que también está previsto adquirir libros de didáctica y pedagogía para los docentes. “Cuando anunciamos la apertura del proceso de selección, se subrayó el objetivo de garantizar el efectivo derecho a la lectura de los niños, niñas y jóvenes argentinos como herramienta para democratizar el conocimiento, pero también la voluntad de ayudar a la industria editorial en un momento de crisis inédita”, expresó el ministro. Según representantes de las dos cámaras del sector editorial, se cumplieron ambos objetivos; por su parte, editores y escritores celebraron en redes sociales.
“Es una alegría y un enorme alivio que los libros vuelvan a su destino primero que son los lectores más chicos -confirmó a este diario Adriana Fernández, gerenta editorial de la filial local del grupo Planeta-. Además es algo muy importante para el negocio editorial saber que se suma un canal de venta, saber que ahora trabajamos para los libreros, para las escuelas y también para la perspectiva del Estado”. En esta primera ronda de compras ministerial, se seleccionaron varios libros del catálogo de Planeta Lector. “La mirada que han tenido los que seleccionaron los libros ha sido muy amplia; los grandes autores, los que constituyen el canon de la literatura infantil y juvenil contemporánea vuelven a las escuelas”. Fernández destaca que también hubo apuestas interesantes de autores de generaciones jóvenes, que aportan nuevas perspectivas e intentan cruzar la literatura con los lineamientos de la Educación Sexual Integral. La Comisión Asesora Nacional para la Selección de Libros estuvo integrada por 204 especialistas de todas las jurisdicciones, que debió elegir entre 3514 títulos presentados por 229 editoriales.
Qué libros leerán los chicos en las escuelas
Para el nivel inicial, se adquirieron títulos de Liliana Bodoc, Cecilia Pisos, Franco Vaccarini, Graciela Montes; Claudia, Vera y Nora Hilb, Gusti y Liliana Cinetto, entre otros muchos autores apreciados por el lectorado infantil. Los chicos de las escuelas primarias podrán leer en 2021 libros de Adela Basch, Mario Méndez, Silvina Ocampo, Gustavo Roldán, Silvia Arazi, Paula Bombara, Pablo Bernasconi, Rodolfo Walsh y Jorge y Pablo Accame (padre escritor e hijo ilustrador), entre otros. Sellos pequeños, medianos y grandes (como Iamiqué, Comunicarte, Ediciones de la Terraza, Pequeño Editor, Calibroscopio, Ojoreja, Gerbera, Kapelusz, Santillana y Penguin Random House) fueron beneficiados por la compra estatal. Los estudiantes de las escuelas secundarias de gestión estatal tendrán a mano ejemplares de la obra poética de María Teresa Andruetto, una antología de poesía mapuche publicada por Espacio Hudson, novelas de Fabio Morábito, Julián López, Tove Jansson (El libro del verano), Elsa Drucaroff, Federico Jeanmaire, César Aira (El mármol) y Clarice Lispector; antologías de cuentos policiales, de ciencia ficción y fantásticos; obras teatrales de Mariquita Sánchez de Thompson y de Claudia Piñeiro, un bestiario de Pablo Neruda y relatos de Eduardo Galeano, publicados por editoriales como AZ, Adriana Hidalgo, Colihue, Mágicas Naranjas, Libros del Zorro Rojo, Edhasa, La Bestia Equilátera, Eterna Cadencia, Eudeba y Sigilo.
De la escritora Márgara Averbach se eligieron tres títulos: Lo que cuentan las cosas, de Letra Impresa; Jirafa azul, rinoceronte verde, de Amauta, y Los que volvieron, de Penguin Random House. “Dentro del desastre actual, esto es una maravilla -destacó la autora y traductora-. Es una alegría inmensa para todos, editores y escritores. A algunas editoriales chiquitas les salva el pellejo. Y siempre es difusión, pero en realidad lo que importa es que la lectura vuelve a ser un derecho federal. Eso se había abandonado por completo. Hubo editoriales chicas que cerraron en estos cuatro años y era muy difícil conseguir que alguien te publicara. Espero que en la segunda ronda compren sobre todo a las editoriales chicas”.
De los 209 autores seleccionados, el 56% (117) son mujeres; el 81% (168) son argentinos; el 9% (19), latinoamericanos, y el resto, de otros países. De los argentinos, el 50% es del interior del país; 16 son de pueblos originarios. El 11% (22) son jóvenes menores de 40 años. En relación con las editoriales, de las 79, el 83% (65) son empresas nacionales e independientes; el 20% (15) son editoriales del interior del país y el 63% (49) son editoriales millennials (es decir, nacidas en el siglo XXI).
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