Un misterioso inversor de criptomonedas lleva a las nubes el arte digital
Pagó 69,3 millones de dólares por un collage inmaterial creado por Beeple, y lo elevó al tercer puesto de los artistas vivos más cotizados
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Un misterioso inversor de criptomonedas que se hace llamar MetaKovan fue el comprador de la primera obra de arte “puramente digital” vendida ayer por 69,3 millones de dólares, que marcó varios récords y se convirtió en la tercera más cara vendida por un artista vivo, después de las de Jeff Koons y David Hockney. Así lo anunció por redes sociales la casa de subastas Christie’s, un día después de que su sitio web corriera el riesgo de colapsar debido a una encendida puja que abarcó ofertantes de once países y una audiencia online de 22 millones de personas.
Everydays: the first 5000 days (Todos los días: los primeros 5000 días) se titula el collage inmaterial creado a diario desde 2007 por el diseñador estadounidense Mike Winkelmann, conocido como Beeple, que fue lanzado a fines de febrero al mercado online con una base de cien dólares. En solo diez minutos, las ofertas alcanzaban el millón.
La venta marcó varios récords: para una obra de arte digital, para una obra vendida en una subasta online, para una oferta ganadora realizada online y para un lote y el total recaudado por una subasta realizada online en forma exclusiva. Para comprar esta pieza medida en píxeles, la billetera, también, podía ser digital: se aceptaban pagos con la criptomoneda Ether.
La obra está asociada con un Token No Fungible (NFT, por sus siglas en ingles), certificado grabado en la blockchain que permite garantizar su autenticidad e impide duplicaciones. Metakovan es el fundador de Metapurse, un fondo de criptomonedas y NFT. “¿Los NFT son una moda o representan el futuro del mercado del arte?”, se preguntó The Art Newspaper, una de las publicaciones especializadas en arte más prestigiosas del mundo, en el anuncio de un podcast -sponsoreado por Christie’s- donde sometió el tema a debate.
Un retrato de su tío Jim fue la primera obra que Beeple publicó online, el 1 de mayo de 2007. Continuó haciéndolo cada día, durante trece años y medio, y desde entonces fue pasando de la lapicera y el papel a los programas en 4D. Llamó a esas piezas Everydays (todos los días). Si bien el resultado puede seguirse en su cuenta de Instagram (@beeple_crap, con 1.9 seguidores), ahora esos posteos fueron unidos en una única composición de 21,069 x 21,069 píxeles, concebida como un “collage digital”.
Con abundantes referencias a personajes de películas animadas como Shrek y Toy Story, esas imágenes aluden según Christie’s a las “contradicciones y absurdos sociales”. “Con su firma grotesca y su estilo hipnótico -afirma la casa de subastas-, el artista aborda temas como la obsesión y el miedo a la tecnología, el deseo y el resentimiento ante la riqueza, y la turbulencia política de los últimos años”. En una de sus obras digitales publicadas en Instagram, Beeple hace referencia por ejemplo a la famosa banana pegada por Maurizio Cattelan en Art Basel.
“Creo que es un momento histórico no solo para el arte digital, sino para todo el mundo del arte”, declaró en un comunicado difundido por Christie’s el artista de Carolina del Sur, que trabajó para marcas como Apple, Nike, Samsung y Louis Vuitton, y para recitales de artistas como Ariana Grande y Justin Bieber. “Con el blockchain -agregó-, la tecnología ahora permite garantizar la propiedad y los verdaderos límites del trabajo digital, así que creo que no solo vamos a ver una explosión de nuevas obras, sino también de nuevos coleccionistas”.
“Mike Winkelmann no se consideraba un artista -escribió Josie Thaddeus-Johns en una nota para el New York Times-. Pero eso fue hasta que ganó 3,5 millones de dólares en un fin de semana con la venta de sus obras. En diciembre, subastó múltiples ediciones de tres de ellas, cada una por 969 dólares, y 21 trabajos únicos, vendidos en su mayoría por unos 100.000 dólares cada uno”.