Un mingitorio, la obra de arte del siglo
La pieza de Duchamp fue votada como la creación artística más influyente de los últimos cien años
LONDRES.- Increíblemente, un mingitorio aplastó a Picasso, a Matisse, Warhol, Brancusi y compañía. Las 500 personas más poderosas del mundo del arte británico, entre curadores, críticos y artistas, consultados en una campaña para promover al premio Turner de este año -algo así como el Oscar del arte británico- votaron de manera categórica en favor de la pieza de baño de Marcel Duchamp como la obra de arte más influyente del siglo XX.
El mingitorio que el vanguardista de origen francés envió a una exposición en Nueva York en 1917 con el título de "Fuente" logró el 64% de los votos, con el respaldo del coleccionista Charles Saatchi, el director de la National Gallery Charles, Saumarez Smith, y artistas de la talla de Damien Hirst (el de los tiburones suspendidos en formol), Tracey Emin (creadora de la obra "Cama", la propia cama sucia y deshecha de la artista que fue la sensación en una edición anterior del Turner) y el pintor David Hockney, entre otras figuras.
Detrás quedó "Las señoritas de Avignon", de Picasso, segunda con el 42% de los votos. El díptico de Marilyn Monroe, de Andy Warhol, con sus resonancias al culto a la celebridad, la muerte y la tragedia, se ubicó tercero.
Los consultados sostienen que el orinal de Duchamp está en el origen de buena parte del arte conceptual, dominante en la actualidad. Su heredera más directa, claro, la cama de Ermin.
Con esta obra, Duchamp inició una auténtica revolución en el mundo del arte al demostrar que cualquier objeto podía considerarse una obra de arte con tal de que el artista la situara en el contexto adecuado -una galería o un museo- y la declarara como tal. Además, la obra ha sido interpretada de infinidad de maneras, incluso como órganos sexuales femeninos.
"Los consultados han venido a decir: «Acaben con la cháchara: Duchamp inició el arte moderno»", sentenció Simon Wilson, ex curador de la Tate Gallery, contratado para "deconstruir" el resultado de la encuesta.
También admitió que era un tanto chocante que Picasso no hubiera encabezado la lista, sobre todo porque sus obras de 1912-1914 fueron inspiración para el propio Duchamp. Incluso, respecto de "Las señoritas de Avignon", dijo: "Fue el inicio de un nuevo arte figurativo, el cubismo, la más influyente innovación formal del arte moderno y es el único trabajo que puede ser individualmente identificado como el origen del arte moderno".
Del "Guernica" (número cinco), obra que representa los horrores de la Guerra Civil española, Wilson señaló que en ella Picasso estableció que el arte podía ser moderno y al mismo tiempo abordar los acontecimientos históricos, algo que el impresionismo había erradicado.
"Diez años atrás, Picasso o Matisse hubieran ganado. Eran los reyes gemelos del arte moderno. Pero parecería que ya no lo son más. Duchamp es la referencia de la nueva generación de artistas", afirmó.
En el caso de Matisse (que quedó cuarto con "El estudio rojo"), ni un solo artista lo votó, aunque sí lo apoyaron los curadores y críticos.
"Hoy los artistas esperan que el arte contenga algún tipo de comentario social o político, aun si es muy indirecto. Las obras de Matisse son una confortable apelación a los sentidos. Pero entre los artistas actuales, el arte no se supone que deba ser cómodo."
Wilson insistió en que "Fuente" había vencido en buena ley. "Es una pieza que amo. Tiene todo: es rica en metáfora; es escatológica; rompe con las convenciones sociales y es muy pero muy provocativa", dijo. Eso, sin contar que hoy, con un status más mítico que nunca, la "Fuente" todavía conserva la habilidad de hacer que cualquiera que la vea? inevitablemente sonría.