Un fenómeno con nombre y apellido: Joana Marcús, la autora juvenil más vendida en España después de Harry Potter
Tiene 22 años, empezó a leer y escribir como tratamiento para la dislexia, y con su trilogía romántica se convirtió en un boom adolescente; mañana desembarca en la Feria del Libro
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El segmento juvenil de la Feria del Libro marcó hace unos días un nuevo récord: en un minuto exacto de reloj se agotaron las mil entradas para la conferencia y posterior firma de ejemplares que la best seller Joana Marcús hará este sábado en la Rural. Otros 44 mil clics, desde múltiples dispositivos, tuvieron menos suerte: quedaron afuera de la sala José Hernández y se prevé que, igualmente, buscarán acercarse a la autora española en los pasillos de la Feria. Un operativo de seguridad, que contempla la entrada de los fans por la calle Cerviño, estará atento al fervor adolescente.
La escritora mallorquina, de 22 años, vive en Madrid; ya consolidada como un fenómeno editorial, visita por primera vez el país en el marco de una gira que incluye Chile, Uruguay, Perú, Colombia y Ecuador. Reina de redes (Instagram, Twitter y Tik Tok), comenzó su carrera en la plataforma Wattpad: una especie de Spotify literario donde los lectores pueden ir comentando las publicaciones de los autores a medida que las suben. Ante el revuelo digital que generó, Penguin Random House le propuso editar Antes de diciembre en papel, novela que junto a Después de diciembre y Tres meses componen la trilogía Meses a tu lado, que resultó en un boom de ventas global (cerca del medio millón de ejemplares) y la convirtió en la autora más vendida de literatura juvenil después de Harry Potter en España, indica su editora Gemma Vilaginés.
La saga de Marcús cuenta la historia de Jenna, una joven que se muda de ciudad para ir a la universidad y su novio (Monty) le propone abrir la relación. Ella no está muy segura, pero accede con la ilusión de que esta nueva modalidad haga menos ardua la espera hasta diciembre, el mes en que se volverán a ver. Entonces aparece Ross, que es lo opuesto a Monty, y comienzan los enredos, las renuncias, las crisis existenciales y los consejos de los amigos siempre en el medio.
“Ya es un hecho que la movida juvenil no es una moda, está establecido que los jóvenes leen y luego se mantienen como lectores adultos”, afirma Cris Alemany, coordinadora de las actividades del sector en la Feria. Más allá de los autores y sus estilos, la clave pareciera estar en los tópicos: salud mental, inclusión, diversidad, acoso, feminismo y, fundamentalmente, las relaciones afectivas, el amor y la amistad. Según Alemany, el éxito está en que los jóvenes puedan sentirse identificados. Y agrega: “La literatura juvenil no tiene ningún tema tabú, se puede escribir sobre todo, eso brinda confianza, no hay censura ni menosprecio. Y sucede que los chicos tienen acceso a estos temas en los libros más que en cualquier otro lado”.
Un día antes de su presentación, Joana Marcús conversó con LA NACION sobre cómo se convirtió en una estrella de la literatura juvenil. Dice que no se prepara para mañana porque lo mejor es la naturalidad.
-¿Cómo fue el pasaje de la niña a la que no le gustaba leer, y le habían diagnosticado dislexia, a la escritora joven que rompe récords en todo el mundo?
-Para mí leer significaba que en el colegio nos decían: “Tienes que leer delante de todo el mundo este pasaje”. Y como yo tenía dislexia, pero todavía no me habían diagnosticado, me trababa, confundía palabras, no sabía distinguir ningún número: no podía escribir ni las fechas ni mi edad. Y mis profesores pensaban que era porque no quería aprender: decían “es muy lista, pero no demuestra interés”. Entonces la terapeuta del colegio me diagnosticó y parte del tratamiento era leer treinta minutos al día. Ahí dije: “Ah! Se puede disfrutar de un libro”. Y como no teníamos dinero para comprarlos, leía lo que me ponían delante: thriller, romance, novela rosa, lo que fuera, pero lo que más me enganchó al principio fue la saga Harry Potter, un clásico. Luego me empezó a interesar la idea de soltar mi imaginación y escribir me pareció la manera más sencilla. Mi hermana mayor leía un fanfic de los Jonas Brothers y ahí dije: “Si hay una niña que escribe esto con mi edad, ¿por qué yo no lo estoy haciendo?”.
-¿Cómo fue ese salto a la fama tan repentino?
-Ha sido un proceso más largo de lo que puede parecer, fueron siete años: entre mis 13 y mis 20. Ayudó en parte la pandemia, el número de lectores se disparó, y Tik Tok que luego viralizó mis contenidos, ahí empezó el boom. Mi familia y mis amigos sabían que escribía por la dislexia, pero no pensaban que fuera algo tan serio. Cuando les dije que Penguin Random House me había mandado un mail e iba a publicar un libro con ellos, me dijeron: “Pero ¿qué te has tomado? ¡Vete a dormir!”. Creo que todavía están asumiendo lo que vino después...
-¿Tuviste que enfrentar prejuicios?
-Creo que todos los géneros literarios tienen algún prejuicio asociado, en nuestro caso, más que en el género juvenil en general, creo que es por el hecho de que somos personas muy jóvenes empezando en un negocio que está muy asentado y tiene sus figuras muy marcadas, es muy difícil abrirte paso, no entre los lectores, sino en el círculo general del mundo editorial. Sientes que tienes que estar constantemente demostrando que te mereces estar donde estás.
-Comenzaste escribiendo en Wattpad, una plataforma que permite a tus lectores comentar las publicaciones capítulo a capítulo. ¿Te parece que esa dinámica impacta en tu forma de contar las historias? ¿O que puede hacerte adaptar la trama según esos comentarios?
-Voy actualizando cada jueves una historia; en este momento tengo tres historias activas, no las tengo escritas, pero sí sé lo que quiero que pase. Y soy muy consciente de que es mi historia, aunque haya gente a la que le guste o no. Entonces, tengo muy claro que me puedo dejar influenciar un poco, aceptar una idea externa, pero no puedo cambiarlo de repente, mantengo esa distancia. Ahora en Wattpad estoy actualizando la cuarta parte de mi trilogía Meses a tu lado y la segunda parte de otros dos libros. Todo al mismo tiempo: la dislexia hace que necesite muchos puntos de enfoque porque si tengo pocos siento que no estoy sacando toda la creatividad ni aprovechando mi tiempo. Se me acumulan tantas ideas que me empieza a doler la cabeza y me siento muy abrumada.
-Sos también estudiante de Psicología, ¿lo pensás como complemento para tratar los temas de tus novelas? (abusos, relaciones tóxicas, nuevas formas de relacionarse, bullying)?
-Creo que es una gran base porque al final cuando hablas de estos temas no hay una verdad absoluta. La psicología te da ese impulso: tienes una base objetiva a partir de la cual desarrollar una idea mejor en función de los personajes o lo que quieras contar. La mayoría de los que me leen es gente joven, entonces tiene un elemento de explaining: te explico cuál es el problema en lugar de decirte “esto está mal”, quiero que sepas por qué está mal.
-No podemos dejar de preguntarte por el parecido en el título de de tus libros con la trilogía Antes del amanecer, del atardecer, de la medianoche?
-En su momento no pensé en ello, pero luego ya mayor cuando vi la película dije: “¡Uy he plagiado sin querer el título!”. Me gusta la similitud porque son películas muy bonitas y realistas.