Un edificio con historia se abre a la cultura porteña
Mudanza: la Secretaría de Cultura porteña inauguró su nueva sede en el ex edificio del diario La Prensa; habrá conferencias conciertos y exposiciones.
"Este edificio que fue símbolo del enfrentamiento entre argentinos hoy es devuelto por mi gobierno al sector de la cultura." Las palabras de del secretario de Cultura de la ciudad Eduardo García Caffi resonaron ayer en el patio interior del antiguo edificio del diario La Prensa.
Desde luego lo flamante no es tanto el edificio que lleva muchos años en pie sino su función: ser sede de la Secretaría de Cultura porteña hasta ayer encerrada en alguna oscura oficina del Palacio Municipal.
El destino quiso que el tradicional edificio de La Prensa en su momento férreo bastión antiperonista emplazado en la Avenida de Mayo al 500 quedara en manos de sus antiguos rivales... por pocos días por supuesto hasta que la administración radical entre en acción.
La misma Secretaría de Cultura fue creada tan sólo un año atrás y hoy puede ostentar con orgullo un inmueble de seis pisos construido en 1898 suntuoso y refinado amoldado al dinero y al gusto de aquella sociedad en expansión.
Nuevas exigencias
Con pocas intervenciones un equipo de arquitectos logró adecuar el edificio a sus nuevas exigencias. En el subsuelo y parte de la planta baja se ubicará el Museo del Cine mientras que el resto de la planta baja y el primer piso alojarán funciones con afluencia de público tal el caso de conferencias conciertos y exposiciones.
De allí hacia arriba todo será administración puesto que habrá sitio para las diversas direcciones municipales dependientes de la secretaría.
La fachada ya luce como nueva y en la noche de ayer su pintoresca belleza se vio favorecida por el oportuno emplazamiento de varias Banderas argentinas en las ventanas y en especial por una inteligente iluminación. Por lo demás aún faltan cosas por terminar en especial la pintura de las paredes y vastas áreas de los pisos superiores.
Pinturas del Museo Sívori trajes de ópera cedidos por el Colón y una guitarra de Gardel prestada por Sadaic figuran entre los objetos que estarán en exposición por pocos días en las salas de la Casa. Más adelante se devolverán estas reliquias y la secretaría tendrá su propio y definitivo decorado.