Un crítico militante
El crítico de arte Pierre Restany murió en París, el 29 de mayo, a los 72 años. Fue una gran figura de la crítica en Francia, conocido internacionalmente, en particular por su participación en la creación el grupo del Noveau Réalisme (Arman, Hains, Tinguely, César, etc.) y por su apoyo a los grandes artistas del colectivo, como Yves Klein, a quien dedicó su último libro.
Restany practicó una crítica militante, al lado de los artistas, comprometido en la defensa de una u otra tendencia, alentando siempre a diversos grupos, a los que acompañó en los manifiestos y en las declaraciones públicas. Fue generoso, desinteresado y fiel en la amistad. Independiente de los poderes y alejado de la política, solía criticar duramente la gestión cultural del Estado. Nacido en 1930 en Amélie-les-Bains, en los Pirineos, Restany estudió en París. Por su larga colaboración con la revista Domus, Milán fue su segundo lugar de residencia. En los años setenta se inclinó en sus reflexiones hacia las estructuras sociológicas del arte contemporáneo y se interesó por el devenir de los objetos industriales.
En 1964 arribó a Buenos Aires por primera vez, para integrar el jurado del Premio Di Tella. Poco después afirmó en la revista Planeta: "Buenos Aires me fascinó". Se entusiasmó con la obra de Marta Minujín y colaboró con Nicolás García Uriburu cuando tiñó de verde las aguas del Gran Canal de Venecia, en 1968. Nunca dejó de interesarse por artistas tan diversos como Antonio Berni, Lea Lublin y Rubén Santantonín. Siempre se mantuvo informado sobre el desarrollo del arte argentino. En 2001 presentó en el Centro Cultural Recoleta una instalación del francés Jean Pierre Raynaud, dedicada a la bandera argentina.