Un Booker esrilanqués. “Todos los humanos son fascistas encubiertos, incluidos los hippies como yo”
Shehan Karunatilaka ganó el prestigioso premio con una sátira sociopolítica ambientada en los años más cruentos de la guerra civil en Sri Lanka y protagonizada por el espectro de un fotógrafo gay asesinado; hoy se anunció la lista de semifinalistas de la edición de 2024
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Este martes se conoció la lista de trece novelas semifinalistas del Premio Booker 2024, elegidas de un conjunto de 156 títulos publicados entre el 1 de octubre de 2023 y el 30 de septiembre de 2024. En el Premio Booker compiten obras de ficción de cualquier nacionalidad, escritas en inglés y publicadas en el Reino Unido e Irlanda. La lista de los seis finalistas se anunciará el 16 de septiembre y, en una ceremonia, los autores recibirán 2500 libras cada uno y una edición encuadernada de su libro. El nombre del ganador o la ganadora, que se llevará 50.000 libras, se conocerá el 12 de noviembre.
Las trece novelas elegidas son Wild Houses, del canadiense residente en Irlanda Colin Barrett; Headshot, de la estadounidense Rita Bullwinkel; James, del estadounidense Percival Everett (autor de la novela en la que se basó la película American Fiction); Orbital, de la británica Samantha Harvey (conocida por Un malestar indefinido. Un año sin dormir); Creation Lake, de la estadounidense Rachel Kushner (autora de La sala Marte); My Friends, del estadounidense Hisham Matar (ganador del Pulitzer con El regreso); This Strange Eventful History, de la estadounidense Claire Messud; Held, de la canadiense Anne Michaels; Wandering Stars, del estadounidense Tommy Orange; Enlightenment, de la británica Sarah Perry; Playground, del estadounidense Richard Powers (autor de Desconcierto); The Safekeep, de la israelí residente en Países Bajos Yael van der Wouden, y Stone Yard Devotional, de la australiana Charlotte Wood.
Presenting the #BookerPrize2024 longlist.
— The Booker Prizes (@TheBookerPrizes) July 30, 2024
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Cada vez con mayor celeridad, las novelas premiadas con el Booker se traducen al español. Ambientada en Colombo, Sri Lanka, en 1980, una vez iniciada la guerra civil que dejó más de cien mil víctimas mortales, además de desaparecidos, y narrada en segunda persona por un fotógrafo asesinado, la segunda novela de Shehan Karunatilaka (Galle, 1975) obtuvo el Premio Booker en 2022. Fue el segundo escritor de ese país en ganar el Booker, después del canadiense nacido en Sri Lanka Michael Ondaatje en 1992 por El paciente inglés. El sello Letras del Plata publicó Las siete lunas de Maali Almeida ($ 30.700), con traducción de Ankara Cabeza Lázaro.
El cuerpo desmembrado de Maali Almeida, un homosexual que no ha salido del clóset, ludópata y que pertenece a la “izquierda caviar”, se hunde en el lago Beira hasta que es rescatado por otros fantasmas. Una vez que acepta su condición de habitante del más allá, Maali solo tiene siete lunas para comunicarse con las personas que podrán encontrar las pruebas fotográficas que incriminan a los asesinos de dos personalidades influyentes y que él ha guardado en una caja, entre discos de Elvis Presley y Freddie Mercury.
Si Maali cumple con su objetivo, vivirá una eternidad a salvo de demonios y torturas. “Las fuerzas del mal no deberían asustarnos -reflexiona-. En realidad, son las criaturas con el poder de actuar en beneficio propio las que deberían hacernos temblar de miedo”.
Karunatilaka también escribe canciones de rock, guiones y relatos de viajes para Rolling Stone, GQ y National Geographic. Con su primera novela, Chinaman, de 2011, ganó los premios Commonwealth y Gratiaen. “Cuando gané el premio Booker, muchos habitantes de Sri Lanka lo tomaron como una victoria en un año desafiante”, dice en diálogo con LA NACION.
-¿Cómo surgió la idea de Las siete lunas de Maali Almeida y cómo la definiría? ¿Es una sátira, una comedia de ultratumba, una novela política?
-La definiría como una simple historia de fantasmas. Aunque quizás sea poco convencional, del sur de Asia, lo cual fue la idea inicial hace casi una década cuando comencé a escribirla. ¿Y si los muertos de Sri Lanka pudieran hablar? ¿Qué dirían las víctimas de nuestros numerosos conflictos sobre sus propias muertes? Estaba tratando de escribir una historia de fantasmas convencional, pero después de un tiempo, el absurdo y la comedia sombría del pasado de nuestra nación ganaron preponderancia.
-¿Qué significó ganar el premio Booker?
-Significa que mi libro se está leyendo fuera del subcontinente indio, lo cual resulta sorprendente para alguien que escribe en Colombo sobre una guerra olvidada. Es surrealista ver el libro viajar a Buenos Aires y más allá. Ese es el poder de un gran premio. He tenido suerte. El escritor canadiense de Sri Lanka Michael Ondaatje ganó el Booker en 1992 y creó el Premio Gratiaen en Sri Lanka, lo que inspiró a muchos de nosotros a comenzar a escribir. Brillantes escritores de Sri Lanka como Romesh Gunasekera, Anuk Arudpragasm y Guy Guneratne han sido nominados para el Booker. La isla está llena de historias extrañas y talentos inusuales.
-¿Qué impacto tuvo la noticia del premio en Sri Lanka, cómo fue recibida allí?
-Ocurrió cuando Sri Lanka estaba experimentando un colapso económico y protestas generalizadas, situación con las que los lectores argentinos tal vez estén familiarizados. Cuando me incluyeron en la lista larga y corta, había escasez de gasolina, precios disparados y ciudadanos en las calles, tratando de derrocar al Presidente. Entonces, cuando gané el premio Booker, muchos habitantes de Sri Lanka lo tomaron como una victoria en un año desafiante. Nadie había leído el libro porque no había importación de nada, y menos de libros. Las cosas están mucho mejor ahora en Sri Lanka y el libro se ha leído mucho y en su mayoría se celebra, aunque obviamente no es para todos.
-Así como le ocurrió al personaje principal de su libro, ¿usted también fue perseguido en su país?
-El libro está ambientado durante los días oscuros de los años 80, cuando había una guerra civil separatista, un levantamiento marxista y una Fuerza de Paz de la India. Los asesinatos y secuestros de quienes levantaban la voz fueron generalizados. Las cosas han sido mayormente pacíficas desde que terminó la guerra en 2009. Aunque hubo activistas, comediantes y escritores que fueron detenidos, pero no fue comparable a los horrores de décadas anteriores. No soy activista ni periodista y escribo cuentos extraños sobre fantasmas, demonios y animales que hablan. Hasta ahora no he tenido problemas.
-¿Las circunstancias de violencia política en Sri Lanka cambiaron durante los últimos años?
-Pasamos del final de una guerra de treinta años a una dictadura familiar; luego a un período de democracia e intento de buen gobierno, que se detuvo con los ataques de Pascua en 2019, el Covid y luego una crisis del dólar. La revolución que derrocó al gobierno fue inclusiva, y en gran medida pacífica. Me gustaría pensar que nuestros días de violencia política han terminado, pero se acercan las elecciones y en Sri Lanka nunca se puede saber qué catástrofe está a la vuelta de la esquina.
-¿De qué manera el humor en la literatura representa un desafío al poder, a la autoridad en general?
-El humor es un mecanismo de afrontamiento cuando se vive en una distopía. Cuando has soportado generaciones de incompetencia y absurdo, hacer chistes es mejor que romper cráneos. Cuando no puedes cambiar tu situación, reír es una opción válida. Pero el humor también es una herramienta eficaz para hablar con el poder y desarmarlo. Los memes graciosos en Internet contribuyeron tanto a derrocar a un presidente como las protestas.
-¿Por qué eligió a un protagonista homosexual?
-Los personajes parecen tomar la mayoría de esas decisiones. Maali era un hombre con muchos secretos y este era uno de ellos. Se basó libremente en Richard de Zoysa, un periodista y activista asesinado en la vida real, quien también era un hombre gay en dentro del clóset. Ese detalle se mantuvo constante a medida que desarrollaba tanto el personaje de Maali Almeida como la historia. Cuando cuestioné la elección, ya era demasiado tarde.
-¿Existen proyectos para adaptar la novela en un formato de serie o en una película?
-Hay algunas personas interesadas y socios prometedores. Pero con el cine y la televisión, siempre hay que sentarse a discutir distintas cuestiones, detalles que resolver y estrellas que deben alinearse. Hasta que las cámaras empiecen a grabar, no me haré ilusiones.
-¿Cuáles son tus autores favoritos de todo el mundo?
-Kurt Vonnegut, Agatha Christie, Salman Rushdie, David Mitchell, William Goldman, Roberto Bolaño, Margaret Atwood, Ira Levin, Cormac McCarthy, Neil Gaiman, George Saunders, Carrie Fisher, Douglas Adams, Mohammed Hanif, Manuel Puig y alrededor de una docena más de autores.
-¿Qué opina sobre la cultura de la cancelación que existe en la actualidad en el terreno de la literatura y las artes?
-El problema con la cultura de la cancelación es que las personas que te gustaría que fueran canceladas ¡nunca son canceladas! Todos los humanos son fascistas encubiertos, incluidos los hippies como yo. Es un tema enorme y solo diré esto; en el llamado sur global, no damos por sentada la libertad de expresión. Ser escritor en el sur de Asia significa sortear diversas formas de censura y autocensura, y soportar muchas formas de silenciamiento. Pero si Occidente afirma que la libertad de expresión es una piedra angular de su democracia, entonces no pueden ser selectivos. Significa que todos tienen el derecho de compartir verdades incómodas y difundir mentiras maliciosas. Y hoy en día, es difícil determinar cuál es cuál.
-¿Visitará la Argentina?
-Espero que este libro me lleve a la Argentina. He crecido fascinado con la nación de Borges, Puig, Batistuta, Caniggia, Kempes, el Che, Eva Perón y Gabriela Sabatini. Tu país parece tan hermoso como el mío, aunque su historia parece haber sido igual de turbulenta.
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