Un artista argentino expone en Ucrania obras sobre dos “pesadillas totalitarias” del siglo XX
Daniel Kuryj muestra en el Museo Mikhail Marmer de la ciudad de Krovoi Rog una serie de trabajos que documentan el Holocausto nazi y el genocidio estalinista en Europa del Este
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Hoy, en la ciudad ucraniana de Krivoi Rog, el artista e ingeniero argentino Daniel Kuryj (Buenos Aires, 1968) inaugura su primera exposición en un país europeo. Hasta septiembre, se podrá ver en el Museo Mikhail Marmer de Cultura Judía e Historia del Holocausto la muestra El Holocausto en Europa del Este y las víctimas del estalinismo, donde el artista traspone -en más de ciento cincuenta obras sobre madera y papel- relatos familiares, sociales y literarios del “holocausto por fusilamiento” de judíos en Ucrania y de las millones de víctimas del estalinismo en ese país. Kuryj, que investiga desde 2005 el “doble genocidio” que atormentó a Ucrania durante el siglo pasado, realizó muestras visuales y performáticas en galerías y fundaciones porteñas y en el Museo del Holocausto de Buenos Aires, el Centro Cultural Recoleta, la Universidad Nacional de General Sarmiento y, recientemente, en el Centro Cultural Abelardo Castillo de la localidad de San Pedro.
“Me contacté con Svetlana Piddubna, directora del Museo Mikhail Marmer, hace un año -cuenta Kuryj a LA NACION-, mientras buscaba una información precisa sobre mi abuelo materno ucraniano que, como soldado soviético, había caído prisionero de los alemanes en Dnepropetrovsk, no muy lejos del museo”. El artista habla ruso y ucraniano desde la infancia. La directora conocía ese campo de concentración nazi, del que el abuelo del artista había logrado escapar junto con otros cientos de prisioneros. “Y pudo volver caminando cuatrocientos kilómetros, en plena ocupación alemana, a su casa con cinco hijos, y pasó la guerra con su familia, ayudando a centenares de judíos que golpeaban su puerta por la noche”. Gran parte de la población judía en territorio ucraniano fue perseguida y fusilada por soldados alemanes y rumanos. Su muestra en Krivoi Rog reconstruye la historia de su familia -ucranianos y evangélicos pentecostales- con el trasfondo ominoso de dos de las pesadillas totalitarias del siglo XX: el nazismo y el estalinismo.
Interesada en los trabajos visuales y poemas que Kuryj publica en su cuenta de Facebook, la directora y curadora del museo le propuso organizar una muestra en el Mikhail Marmer, museo de gestión privada de Krivoi Rog. “La historia de mi familia de evangélicos, la guerra y la ocupación alemana-rumana, la historia de Bronia, una niña judía que mis abuelos escondieron de los nazis forman parte de la exposición -dice el artista-. Toda la región de Odessa fue ocupada por el ejército rumano, aliado de Hitler. En Ucrania, los nazis asesinaron en forma directa e indirecta a más de un millón y medio de judíos, de la forma más aterradora, en matanzas masivas, y los soviéticos, a más de dos millones”. Luis Felipe “Yuyo” Noé, en un seminario artístico, instó a Kuryj a profundizar esta temática en su obra. “El relato de mi madre fue clave para mis trabajos; ella recuerda todo de la ocupación alemana en la pequeña aldea de Krasnaia Polana”.
“Estaba con mi pueblo/ allí donde mi pueblo por desgracia estaba”, se lee en una de las obras sobre madera de Kuryj, que recobra los versos finales del poema “Réquiem” de Anna Ajmátova. El recorrido visual y verbal del artista argentino por Europa del Este incluye fragmentos de poemas propios y de escritores como Joseph Brodsky, Osip Mandelstam y Paul Celan, y documenta las expectativas que despertó la Revolución rusa, los cambios en una sociedad de campesinos, la represión del estalinismo sobre distintos estratos sociales, la hambruna padecida por los ucranianos (efecto de la colectivización forzosa instrumentada por Josef Stalin y conocida como Holodomor), la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial y la aniquilación sistemática de judíos, gitanos, homosexuales y comunistas perpetrada por los nazis. En sus obras sobre madera se registran la cantidad de víctimas, la ciudad o aldea donde tuvo lugar la masacre y la fecha, junto con la leyenda insistente del quinto mandamiento -“No matarás”- en ruso y en español. En las obras sobre papel, hechas con acrílico y tinta, Kuryj retoma la historia de Odessa, desde la caída de los zares y la colectivización forzosa hasta la industrialización de un país de campesinos y la ocupación de una parte de Europa del Este por los ejércitos alemanes junto a los temidos Einsatzgruppen pergeñados por Heinrich Himmler y Reinhard Heydrich.
A causa de la pandemia, Kuryj no pudo viajar a Ucrania para el montaje de la muestra y debió colaborar a distancia con Piddubna y su equipo. Debido a los protocolos sanitarios en ese país europeo, la inauguración se hará al aire libre y pequeños grupos de asistentes podrán recorrer la exhibición en turnos. Mientras tanto, en la Argentina, los que quieran conocer más sobre la muestra pueden visitar la página de Facebook del artista y la del Museo Mikhail Marmer en Krivoi Rog.
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