Tulio Halperin Donghi
Imprescindible para entender nuestra historia
Polémico, irónico, minucioso e imprescindible si se quiere entender de manera rigurosa y clara la historia argentina. Así fue Tulio Halperin Donghi, doctor en Historia, que murió ayer a los 88 años en California, donde se radicó a principios de la década de 1970.
La distancia jamás fue un escollo para sus investigaciones sobre la Argentina, a la que visitaba todos los años y sorprendía a sus colegas por estar informado de lo que sucedía de manera cotidiana.
Abogado por la Universidad de Buenos Aires, era doctor en Historia, aunque sus inicios universitarios habían arrancado por Química. Halperin Donghi había nacido el 27 de octubre de 1926 en Buenos Aires y dedicó su vida a la enseñanza y a la investigación. Fue docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, decano de la Universidad Nacional del Litoral, profesor en Oxford y profesor emérito de la Universidad de California, en Berkeley, donde daba clases desde 1972.
"Lo que lo vuelve a uno hacia el pasado es un interés que surge del presente. Pero, al mismo tiempo, una de las cosas que caracterizan el estudio del pasado es que lo que uno tiene que descubrir del pasado es que no es el presente", le explicó, en 2008, al periodista Carlos Pagni las razones de su inclinación por la historia, durante un reportaje con motivo de la publicación de Son memorias.
Hasta sus colegas que no coincidieron con su manera de bucear en la historia y encontrar nuevas facetas a problemas ya analizados, manifestaron públicamente el golpe que les produce su ausencia.
"Fue un intelectual de fuste que tuvo gran influencia en el campo historiográfico nacional, fundando escuela. Quienes disentimos de algunos de sus ejes temáticos e ideológicos aprendimos a respetar su capacidad intelectual, su formación académica y su virtuosismo polémico", admitió ayer Pacho O’Donnell, ex presidente del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego.
Para el escritor Eduardo Sacheri, murió "un historiador imprescindible". Y la misma tristeza sintieron los integrantes de la carrera de Historia de la Universidad Nacional de Noreste (Chaco-Corrientes): "La comunidad de historiadores está conmovida por la noticia del fallecimiento de Tulio".
Halperin Donghi, que había recibido la mención a la trayectoria del Premio Konex a las letras hace pocos días, lega una profusa producción bibliográfica, entre la que se destaca Historia social de América latina, Una nación por el desierto argentino, Revolución y guerra, La República imposible, y El enigma Belgrano, su último trabajo, publicado hace pocas semanas.
También deja en el aire su dolor por la sucesión de frustraciones sociales y políticas de su país: "Ya me acostumbré a la idea de que la Argentina es peronista y debo decir que a esta altura estoy tan vencido por la vida que no me molesta en absoluto", dijo en una oportunidad en la que fue consultado por los medios sobre la institucionalidad de los últimos 70 años.
"La Argentina fue realmente, como apuesta, una de las más audaces que ha habido. Porque la idea de hacer un país nuevo, no renovar una sociedad sino crear una sociedad, que en buena medida se hizo, no salió bien. No hay vuelta que darle." La frase resuena en su ausencia.