Tristán Bauer en el CCK: "Resistir es una palabra hermosa"
Esta tarde en la sala del segundo piso del CCK, más conocida como La Ballena Azul, el ministro de Cultura, Tristán Bauer, convocó a una celebración por el retorno del estatus ministerial al área de Cultura: "Cultura es Ministerio". De paso, el acto ofició como una presentación en sociedad de parte de su equipo y un anticipo de las políticas públicas que desarrollará como ministro. Bauer aún no designó nuevas autoridades en la Biblioteca Nacional ni en la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, por mencionar dos organismos clave. Por ahora no habrá cambios en la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, según confirmaron a LA NACION su presidenta, Teresa de Anchorena, y Alberto Petrina.
Artistas, actores, académicos, escritores, políticos, dirigentes sindicales y militantes, además de representantes de organismos de derechos humanos, ocuparon las primeras filas de la sala. Entre ellos, estaban las actrices Luisa Kuliok, Victoria Onetto y Alejandra Darín, los actores Daniel Fanego y Arturo Bonín, el artista Daniel Santoro, el dibujante Miguel Rep, el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky; los escritores Alejandro Dolina, Sergio Olguín, Claudia Piñeiro, Florencia Canale, Marcelo Figueras y Enzo Maqueira, e historiadores del arte como Diana Wechsler, Fernando Farina y Laura Malosetti Costa. "Somos todos compañeros", bromeó uno de ellos al saludar a Santoro al final del encuentro.
Cuatro veces los asistentes se pusieron de pie para recibir con aplausos a algunos de los invitados. Eso ocurrió cuando hicieron su entrada Luis Puenzo, flamante director del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa); Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo; Taty Almeida, integrante de la histórica agrupación Madres de Plaza de Mayo, y el presidente del Instituto Patria y senador Oscar Parrilli.
Bauer y parte de su equipo bajaron las escaleras de la Ballena Azul a la manera de un grupo de música pop, saludando a las personas ubicadas cerca de los pasillos y agradeciendo los aplausos. Una vez ubicados en el centro del escenario, el funcionario se ocupó de presentar a los nuevos directores del CCK, Verónica Fiorito y Martín Bonavetti; a uno de los directores de Tecnópolis, Ricardo Ferraro (la otra directora, María Rosenfeldt, no estuvo presente), a Puenzo ("Él ya ha hecho todo y sin embargo está aquí para seguir trabajando", señaló Bauer), al jefe de gabinete del Ministerio, Esteban Falcón, y a los tres secretarios que lo acompañarán: Valeria González, Lucrecia Cardoso y Maximiliano Uceda. Junto a Bauer estaba además el pianista Horacio Lavandera, que interpretó una sentida versión del Himno Nacional Argentino. De pie, varios presentes cantaron con euforia y los dedos en V.
Una vez en soledad, ante un atril y una copa de agua, Bauer inició su discurso, que se extendió por más de media hora. "La cultura vuelve a ser ministerio", repitió, lo que dio pie a una nueva ronda de aplausos. A continuación, el ministro reconoció la tarea de Teresa Parodi como ministra de Cultura durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y recordó que en mayo de 2015 se habían abierto las puertas del CCK. "Teresa, tu gestión es nuestra bandera", dijo Bauer. También agradeció a los trabajadores que habían construido uno de "los centros culturales más importantes del mundo".
Además de anticipar algunos ejes de su tarea como ministro (diversidad cultural, diálogo intergeneracional, federalismo cultural, perspectiva latinoamericana, soberanía digital y colaboración con los demás ministerios para desarrollar proyectos), Bauer se dirigió a los trabajadores estatales, que participaban del acto con entusiasmo. "Perdón por el maltrato", les dijo, en alusión a la "degradación" que había sufrido el Ministerio de Cultura cuando pasó a ser Secretaría de Gobierno en 2018. "Gracias por resistir; resistir es una palabra hermosa cuando se está ante un ataque a la cultura", afirmó. Sin mentar al expresidente Mauricio Macri, afirmó que él, como profesional formado en instituciones públicas, no había caído en la educación pública sino que la escuela pública "lo había elevado". Esta tarde, la palabra "presupuesto" no fue pronunciada ni una sola vez por el nuevo ministro de Cultura.
Si bien Bauer no dio detalles al auditorio sobre "la herencia" que le dejó Pablo Avelluto (al que tampoco mencionó), varias veces indicó que el Gobierno actual se había encontrado con "tierra arrasada", expresión que da nombre a su reciente documental político. El ministro destacó que el presidente Alberto Fernández (al que sí mencionó en forma reiterada en su discurso, igual que al expresidente Néstor Kirchner) les había pedido a él y a sus colaboradores más cercanos que trabajaran por el sector más perjudicado de la Argentina: las dieciséis millones de personas que viven en situación de pobreza. "La cultura puede reparar las heridas que hizo a la sociedad argentina el neoliberalismo", dijo el ministro.
En el discurso de Bauer se filtraron los nombres de varios referentes de la cultura argentina, como Sixto Palavecino, Mercedes Sosa, Leda Valladares, María Elena Walsh y Atahualpa Yupanqui. Para finalizar sus palabras, leyó un poema de Juan Gelman, "Los sueños rotos por la realidad", que el poeta dedicó al escritor peruano Manuel Scorza: "ahora son pedacitos desparramados bajo todo el país/ hojitas caídas del fervor/ la esperanza/ la fe/ pedacitos que fueron alegría/ combate/ confianza/ en sueños/ sueños/ sueños/ sueños". Y antes de despedirse e invitar a la concurrencia a participar de un homenaje ante el Monumento a Juana Azurduy emplazado frente al CCK, agregó: "Soñemos mejor".
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